Calderas de biomasa: respetuosas con el medio y con el bolsillo


Caldera de biomasa

Biomasa   10 marzo, 2016

Las calderas de biomasa son una opción a considerar por quienes buscan alternativas en línea con sus principios de respeto al medio ambiente. La biomasa se considera una fuente de energía renovable, y neutra en emisiones de CO2.



Como en los últimos años la tecnología usada en calderas de biomasa ha conseguido mejorar significativamente su eficiencia, este tipo de calderas resultan muy interesantes. También desde el punto de vista del ahorro. Una de las aplicaciones típicas es la sustitución de instalaciones que utilizan depósitos de propano en zonas donde no existe un suministro de gas canalizado.

Sostenibilidad y reducción de costes pueden parecer razones suficientes para optar por las calderas de biomasa, aunque siempre es conveniente, antes de tomar cualquier decisión orientada a aumentar la eficiencia energética de la empresa, el tener una buena perspectiva de las implicaciones de una decisión de este tipo en lo concerniente a precio, exigencias de mantenimiento y aspectos de infraestructura, como el tamaño del equipo.

Calderas de biomasa: aspectos a considerar

El rendimiento de las calderas de biomasa es comparable al de las calderas de gas convencionales. Dependiendo del modelo, estos equipos son capaces de funcionar a una eficiencia de entre el 89% y el 91%, unas cifras más que interesantes. La elección de la marca y categoría de la opción que se decida instalar dependerá de muchos factores, no es lo mismo la necesidad de energía de una oficina, que de una nave industrial.

Las calderas de biomasa no son baratas, aunque existe un amplio rango de precios en el mercado. El precio suele fijarse en consonancia con la potencia máxima de la caldera, no obstante hay que tener en cuenta que un precio superior puede explicarse, no sólo por una mayor potencia, sino por mejor calidad y robustez de materiales y también una mayor automatización del equipo, que conlleva una necesidad de mantenimiento menor.

Uno de los aspectos que frecuentemente se olvidan y que conviene tener muy presentes a la hora de decidir si instalar calderas de biomasa o no, es precisamente el mantenimiento. Si bien éste, como tal, en lo que respecta a revisiones y auditorías, ha de ser llevado a cabo únicamente por profesionales acreditados, existen algunos aspectos de los que el propietario debe ocuparse, algo que puede sorprender a quienes están acostumbrados a las calderas de gas, que no requieren de ninguna acción complementaria que garantice su buen funcionamiento. Son los siguientes:

1. Es necesario encargarse de la alimentación de combustible con una frecuencia variable, que vendrá determinada por el uso que se dé, por el tipo de biomasa utilizado y por el espacio de almacén de que disponga la caldera. Aunque esta alimentación de forma manual solo se suerle realizar en calderas de baja potencia ya que, para calderas de alta potencia, se instalan depósitos de gran tamaño y mecanismos de alimentación automáticos que evitan este inconveniente.
2. Hace falta limpiar la ceniza que se acumula como parte del proceso de combustión (combustión de la madera produce alrededor de 0,5% – 1,5% en peso de ceniza). Normalmente este residuo cave en un depósito que tendrá que ser vaciado periodicamente.
3. No hay que olvidarse de mantener el abastecimiento de biomasa, asegurándose de que se cuenta con las provisiones suficientes como para mantener la caldera en funcionamiento cuando es requerido (algo que hay que planificar con especial atención si se empiezan a agotar las reservas en fechas próximas a días festivos, fines de semana o vacaciones), aunque existen empresas que dan servicios de gestión integral que no solo se encargan del abastacemiento sino de su control y aseguran la disponibilidad de combustible de forma initerrumpida.

 

Por último, otro aspecto relevante a considerar es su tamaño. Las calderas de biomasa son mucho más grandes que las calderas convencionales. Hablamos de equipos que suelen superar el metro de altura, lo que supone casi el doble de las medidas habituales de las calderas de gas. Al espacio necesario para instalarlas hay que sumarle los metros cuadrados que se quieran destinar al almacén de biomasa, que deben situarse relativamente cerca, en un lugar seco y ventilado, y sin riesgo de incendio, por lo que es necesario disponer de espacio suficiente para su instalación.

El calor renovable es el principal atractivo de las calderas de biomasa aunque, para plantearse la instalación de una, además del objetivo de respeto al medio ambiente cumplido, hay que ser consciente de esas tareas extra que implica esta opción, frente a otras más cómodas.

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