Calderas de condensación: rendimiento y ahorro
Climatización 21 marzo, 2016
Una caldera de condensación es una buena opción si lo que buscas es una caldera más verde y más eficiente. Esto se debe a las calderas de condensación son capaces de hacer un mejor uso del calor que generan a partir de la quema de combustibles, como el gas natural o el propano.
La combustión es una reacción química que libera calor y produce como subproductos vapor de agua y dióxido de carbono. En una caldera convencional estos gases calientes salen directamente al exterior a través de la chimenea. Las calderas de condensación en cambio, son capaces de recuperar la mayor parte de este calor que normalmente se perdería con la expulsión de los gases residuales. La forma de conseguirlo es encaminar esos gases residuales a través de un intercambiador de calor, donde el calor de los gases pasa al agua que entra en la caldera, precalentándola, y los gases se enfrían y condensan pasando a estado líquido.
De esta forma el calor que de otra forma se hubiese perdido, se recupera y recicla para calentar el agua a su entrada en la caldera, así se necesita menos calor en el quemador y se consigue un consumo mucho más eficiente. Una buena caldera de condensación puede conseguir incrementar el rendimiento entre el 20% y el 30%, lo que significa un ahorro más que considerable en combustible.
Funcionamiento de las calderas de condensación
El funcionamiento de las calderas más eficientes del mercado es sencillo y muy similar al de las calderas de baja temperatura. La diferencia con éstas es que las calderas de condensación no dejan escapar nada de energía, aprovechando todo el calor de los gases de escape. Para conocerlas mejor hay que saber que:
- Se trata de calderas estancas.
- Están construidas utilizando unos materiales especiales, muy resistentes.
- Forman parte de un sistema en el que también se encuentran elementos emisores de calor, siendo los distribuidores más frecuentes radiadores o suelos radiantes. Con estos últimos se obtiene la combinación más eficiente en conjunto.
La forma en que las calderas de condensación funcionan podría resumirse en los siguientes pasos:
- Se produce la combustión, por ejemplo, de gas.
- El hidrógeno que se contiene en su estructura química enlaza con el oxígeno del aire formando H2O (agua).
- Este agua está en forma de vapor a alta temperatura, y dentro de propia la caldera se convierte en líquido, trasladando su calor al agua del circuito de calefacción.
Aspectos a tener en cuenta en la instalación de calderas de condensación
- Instalación: es necesario tener en cuenta que en la instalación de calderas de condensación hace falta prever dos salidas:
- La salida de gases: se puede diseñar una chimenea de larga distancia, siempre orientada con el desnivel hacia la caldera, para poder optimizar su capacidad de recoger el vapor residual. Es importante elegir materiales resistentes al tipo de contenido que transportará, para evitar que se produzcan deterioros que dañen su estanqueidad.
- La salida de desagüe para condensados: este elemento resulta imprescindible y debe colocarse en pendiente si se quieren evitar acumulaciones excesivas. Tampoco podrá estar alejado de la caldera, por el bien de su funcionalidad, aunque la cercanía siempre podría suplirse con la incorporación de una bomba específica. Otro aspecto que no puede olvidarse es el material de la tubería, que debe estar preparado para transportar líquidos parcialmente corrosivos.
- Mantenimiento: debe ser llevado a cabo por profesionales, aunque es responsabilidad del propietario el garantizar que se cumplen todos los preceptos legales aplicables.
- Rendimiento: para conseguir el máximo rendimiento hay que controlar la temperatura, manteniéndola a niveles inferiores de los que serían recomendables para otro tipo de calderas. Las calderas convencionales producen agua caliente para calefacción a una temperatura de salida típica entre 70ºC y 90ºC, en cambio las calderas de condensación trabajan de forma óptima con temperaturas de salida de 50ºC. Para ajustar esta temperatura hay que tener en cuenta, cuando por ejemplo se usa en calefacción, que los radiadores necesitan mayor superficie de intercambio.
También resulta muy interesante el instalar algún tipo de sonda exterior que permita adecuar el calentamiento de agua a la demanda , ganando en ajuste conforme se alcanza la temperatura óptima, en calefacción, sería en función de latemperatura interior de la empresa o local comercial.
Pros y contras de las calderas de condensación
La mayor eficiencia energética en comparación con otras opciones es el principal beneficio de las calderas de condensación, sin embargo, no es el único, ya que también caben destacar ventajas como:
- Su elevado rendimiento.
- La posibilidad de regular la temperatura en función de las necesidades de cada momento.
- Su potencial de ahorro.
No obstante, también existen algunos inconvenientes asociados al uso de calderas de condensación. Los contras más determinantes son:
- Su coste, superior al de las calderas convencionales en términos de inversión inicial.
- Requieren un desagüe accesible para evacuar los condensados.
- Para su uso en calefacción consiguen el máximo rendimiento utilizando suelo radiante o radiadores de baja temperatura, que presentan una mayor superficie radiante.