Instalación eléctrica fotovoltaica, ¿cómo funciona?
Fotovoltaica 22 noviembre, 2018
La energía solar fotovoltaica es una fuente de energía eléctrica renovable que se basa en producir electricidad, usando para ello como elemento principal paneles fotovoltaicos. Estos equipos permiten obtener de forma directa a partir de la radiación solar energía eléctrica.
Esta energía, generada en corriente continua, puede usarse de varias formas:
- En corriente continua, en equipos que funcionen usando este tipo de energía. Es la solución menos habitual, y es típica de instalaciones aisladas de pequeña potencia, aplicaciones para telecomunicaciones etc.
- En corriente alterna: usando inversores, que convierten la energía eléctrica en forma de corriente continua a corriente alterna, para utilizarse en sistemas a corriente alterna, lo más habitual.
- Almacenándose en baterías, en forma de corriente continua. Posteriormente, puede usarse en este tipo de corriente, o convertirse a corriente alterna.
Los principales componentes de una instalación fotovoltaica
La producción de energía eléctrica se lleva a cabo mediante un dispositivo semiconductor denominado célula fotovoltaica, que puede ser de varios tipos y tecnologías, en función del material con que están construidas, aunque la gran mayoría se basan en el silicio.
A nivel general podemos decir que un sistema solar fotovoltaico consta de los siguientes elementos:
- Un generador solar, compuesto por un conjunto de paneles fotovoltaicos, que captan la radiación luminosa procedente del sol y la transforman en corriente continua a baja tensión. Estos paneles son generalmente de tecnología de silicio policristalino o de silicio monocristalino.
- Un sistema de acumulación, en el caso de instalaciones aisladas o no conectadas a la red, que almacena la energía producida por el generador y permite disponer de corriente eléctrica fuera de las horas de luz o días nublados.
- Sistema regulador de carga, cuya misión es evitar sobrecargas o descargas excesivas a las baterías (sistema acumulador), que le produciría daños irreversibles. Además, sirve para asegurar que el sistema trabaje siempre en el punto de máxima eficiencia.
- El inversor es un equipo que es opcional y usa en el caso de aplicaciones de corriente alterna, que son la gran mayoría: transforma la corriente continua almacenada en el acumulador o la directamente generada, en corriente alterna.
El caso particular del autoconsumo fotovoltaico
El autoconsumo es una modalidad de producción de energía eléctrica fotovoltaica, mediante la cual, parte o la totalidad de la energía eléctrica producida se consume directamente en una instalación donde está la planta. Esta instalación donde se ubica la planta y se consume la energía puede ser de varios tipos: una vivienda, una industria, una explotación agraria etc.
Tipos de autoconsumo energético
Dependiendo del tipo de instalación de autoconsumo, podremos desconectarnos totalmente de la red eléctrica, o seguir conectados para cubrir la demanda que no se genera con la planta fotovoltaica.
Además, la energía, puede ser totalmente o parcialmente vertida a la red, mediante un proceso de venta.
Existen 4 tipos de instalaciones de autoconsumo:
- Instalaciones de autoconsumo completamente aisladas: son aquellas instalaciones que no están conectadas a la red eléctrica, son legales y viables. Se suelen ubicar en casas o cortijos aislados, bombeos de agua, farolas solares no conectadas al tendido eléctrico.
- Instalaciones de autoconsumo conectadas a red, que son aquellas que están conectadas a la red eléctrica. Pueden ser además de tres tipos diferentes:
- Tipo 1 iguales o menores a 10 kW: es el caso de la mayor parte de instalaciones situadas en viviendas. El consumidor no está inscrito en el registro como productor de electricidad.
- Tipo 1 mayores de 10 kW: con una potencia máxima de 100 kW en estas instalaciones se tiene que ceder la energía eléctrica excedentaria de forma gratuita a la red eléctrica.
- Tipo 2 que son las instalaciones de generación se hayan inscritas en el registro de producción. Este tipo presenta la ventaja para grandes instalaciones que pueden vender el excedente de la energía eléctrica que producen.
Principales ventajas de la energía fotovoltaica
La energía fotovoltaica es una fuente energética limpia, económica y sus principales ventajas son:
- Es una energía limpia en su operación
- No genera residuos ni emisiones
- No contamina la atmósfera
- No genera gases del efecto invernadero
- Ayuda a combatir el cambio climático y el calentamiento global
- Es silenciosa en su producción
- Es una forma sencilla, rentable y probada para generar energía y ahorrar
Los sistemas fotovoltaicos son una solución adecuada para todo tipo de consumidores, sea cual sea su tamaño y su ubicación, ayudan a reducir la factura energética, contribuyen a la mejora ambiental y mejoran la competitividad.
