Mediante la instalación de baterías de condensadores, que ayudan a compensar energía reactiva, tu empresa conseguirá:
Ahorro en la factura eléctrica: Eliminación de recargos y penalizaciones de energía reactiva desde el primer momento y reducción de pérdidas de energía útil.
Reducción de costes: Reducción de inversiones necesarias en nuevas instalaciones, aumento de la capacidad disponible de líneas y transformadores y aumento de la vida útil de los equipos. Con el ahorro económico conseguido la amortización de los equipos es rápida, además de mejorar la eficiencia energética de la instalación.