Método smart: ¿qué es y cómo puede beneficiarte?
Opción GNL 29 octubre, 2018
A la hora de plasmar los objetivos que quieres que alcance tu negocio debes de ser realista. Seguro que a nivel personal te ha pasado que has plasmado objetivos que nunca has cumplido y que, siendo sinceros, sabías que nunca ibas a alcanzar. Pues bien, esto que es tan común en el plano personal nunca debe serlo en el plano empresarial y, para evitarlo, lo mejor a la hora de definir los objetivos empresariales es realizarlo a través del método smart.
Método smart: definiendo tus objetivos de manera realista
El método smart es una manera realista de marcar los objetivos dentro de tu compañía. Piensa qué pasaría si formulas objetivos demasiado ambiciosos, en tiempos realmente cortos y, lo peor, que estos no sean medibles para saber si realmente se están consiguiendo. Para que esto no suceda, el método smart es la clave.
Smart son las siglas de las palabras especifico (specific en inglés), medible, alcanzable, realista y tiempo limitado. Estas cinco palabras hacen referencia a adjetivos que tienen que cumplir los objetivos si quieren que estos sean realistas dentro de una empresa. Para conocer el motivo de esta afirmación, vamos a profundizar un poco más dentro de cada una de las palabras.
S de Específico (Specific)
Un objetivo generalista o ambiguo no te va a llevar a ninguna parte, ¿verdad? Este tipo de objetivos están vacíos y no marcan el rumbo que debe seguir la estrategia de una compañía ya que no se sabe a ciencia cierta qué se persigue. Es por ello que los objetivos deben ser específicos y detallados, para que todas las personas implicada en la organización entiendan qué se debe conseguir. Un ejemplo de objetivo específico podría ser incrementar el volumen de facturación en 1.000 euros en el mes de febrero. El motivo de detallarlo tanto es que, la típica formulación de incrementar las ventas en un x% carece de referencia temporal ni de un punto de partida.
M de Medible
Cuando se establece un objetivo es primordial que éste se pueda medir. ¿De qué sirve establecer un propósito si luego no podemos saber si hemos llegado o no a él? Para conseguir que sea medible tienes que dar a todos tus colaboradores unas pautas para que estos sepan si se va por el buen camino en la consecución del objetivo. Un buen ejemplo de ello, y la mejor manera de formular un objetivo medible, sería decir a los trabajadores que este mes deben conseguir 20 nuevos contactos o que la plantilla se debe incrementar en dos trabajadores en los próximos dos meses. Como se puede ver, es un objetivo al que fácilmente se le puede seguir la pista para ver si se está cumpliendo.
A de Alcanzable
Los objetivos que marques deben ser alcanzables, tanto para ti como para el resto de tu equipo. Si todos pensáis que el propósito que se ha propuesto es inalcanzable no se trabajará igual en su consecución. Piensa en ejemplos de tu día a día. Si ves que hay algo que no puedes conseguir, ¿te vas a esforzar en hacerlo? Seguramente no, ya que sabes de antemano que el esfuerzo será prácticamente en vano. Además, al ver que hay un propósito que no cumples tu estado emocional y el de tu plantilla se puede ver afectado repercutiendo en un ambiente laboral enrarecido.
R de Realista
Está claro que todos queremos aumentar, por ejemplo, los beneficios en gran cantidad pero, ¿es realista que tu empresa, si por ejemplo, facturó el año pasado 100.000 euros tenga como objetivo la facturación anual de 1 millón cuando la estructura empresarial es la misma? Siendo sinceros, es algo muy difícil de alcanzar. Es por ello que debes formular tus metas de manera realista. Si tú no tienes máquinas nuevas, más empleados, o mejores condiciones, ¿cómo va a ser posible que consigas un objetivo tan elevado? Para plasmar tus objetivos de manera realista tienes que analizar lo que tienes y tu punto de partido y, en base a ello, establecerlo.
T de tiempo limitado
El objetivo debe ser puesto en un marco temporal. Por ejemplo, hay que definir si se debe cumplir este mes, el que viene o si se tiene un año. El periodo de tiempo lo marcas tú, pero es importante marcarlo ya que, si no, nunca le darás prioridad y, al final, acabará en el olvido. Un buen paralelismo es con las actividades diarias de tu trabajo ya que, seguro, que agendas reuniones, entregas, llamadas… Si quieres conseguir ese mismo efecto enmarca en un periodo temporal tu objetivo, así tendrás un horizonte marcado para conseguir tus objetivos.
En definitiva, el método smart ayuda a que tus objetivos y propósitos queden claros para ti y toda tu organización, de tal manera que ésta se implique en su consecución desde el primer momento.
