En casa, muchas de las cosas que nos hacen la vida más fácil y cómoda funcionan con energía. En este artículo vamos a centrarnos en una de ellas: el termo eléctrico. Si tienes uno, seguro que te interesa saber cómo funciona, pero además, también vamos a darte algunos consejos para que puedas ahorrar en la factura de la luz.
¿Cómo podemos calentar el agua en casa?
El termo eléctrico es uno de los sistemas que existe para calentar el agua, pero hay más. A modo de recordatorio, vamos a enumerarte otras opciones:
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Por un lado, están los sistemas de acumulación, que calientan el agua poco a poco y la conservan en un depósito protegido con un aislante térmico para tenerla disponible cuando sea necesario.
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Por otro lado, están los sistemas instantáneos, que calientan el agua al momento. En este caso, tenemos las calderas murales de calefacción y agua caliente (calderas mixtas), los calentadores de gas y los termos eléctricos, los protagonistas de este artículo.
Estos sistemas instantáneos son los más habituales en nuestros hogares, ya que su funcionamiento es muy sencillo y se adaptan a las necesidades de las familias.
¿Cómo funciona un termo eléctrico?
La clave de un termo está en la resistencia eléctrica que tiene en su interior y que es la responsable de calentar el agua hasta que alcanza la temperatura que aparece en el termostato. Cuando eso ocurre, la resistencia se apaga y el agua caliente se acumula en el interior del termo para que esté a nuestra disposición cuando la necesitamos.
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Se acumula una cantidad limitada de agua es porque calentarla con una resistencia cuesta.
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Sin embargo, la ventaja es que disponemos de agua caliente al instante.
Esta resistencia solo se pone en marcha cuando la temperatura del agua disminuye, ya sea porque lleva tiempo almacenada o porque ya la hemos utilizado. Cuando se acaba el agua caliente, hay que esperar un tiempo, que puede ser entre 1 y 3 horas.
Tipos de termo eléctrico que existen
Según el modelo, encontramos tres opciones:
- Termo eléctrico vertical: puede instalarse en espacios reducidos o incluso ocultarse en un armario.
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Termo eléctrico horizontal: es menos común porque requiere más espacio, aunque tiene la misma capacidad que los verticales.
- Termo eléctrico reversible: tiene las piezas del interior inclinadas, por lo que la medición de la temperatura es menos precisa y pierde algo de capacidad.
Si nos fijamos en el tamaño:
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Termo eléctrico estándar: el depósito tiene forma de cilindro. La capacidad más común para domicilios es de 35 litros.
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Termo eléctrico de medidas reducidas: el depósito es rectangular y se puede ajustar mejor a los espacios de cocina como los muebles. La capacidad depende, precisamente, de las medidas.
Por último, basándonos en la tecnología del equipo:
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Termo eléctrico instantáneo: funciona con un sensor de flujo que sirve para detectar la circulación de agua y activar la resistencia eléctrica. Cuando el grifo está cerrado, el sensor y la resistencia se apagan. Son más pequeños, pero su consumo eléctrico es mayor y por eso no son tan comunes en nuestros hogares. Se suele instalar cuando las otras opciones son inviables, por ejemplo, en el lavabo de un garaje al que no llega la instalación central porque no hay espacio suficiente o porque se va a gastar muy poca agua caliente.
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Termo eléctrico programable: te permite escoger las horas en las que quieres que se encienda y se apague. Como se adapta a tu consumo y no funciona de forma continua, es una buena forma de ahorrar.
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Termo eléctrico con doble depósito: cuenta con 2 cubas comunicadas entre sí, una para la entrada de agua fría y otra para la salida de agua caliente. Cada cuba tiene su propia resistencia, así que el agua se calienta el doble de rápido. Otra ventaja es que con menos acumulación de agua, ofrecen el mismo servicio que un termo convencional. Además, aunque parezca lo contrario, no suelen ser voluminosos y hay modelos compactos de diseño minimalista muy atractivos.
Un termo doble de 45 l = un termo individual de 50 l
Un termo doble de 25 l = un termo individual de 30 l
¿Qué capacidad necesitas?
No hace falta que sea una cifra exacta, pero tener una idea aproximada te resultará muy útil. A continuación, encontrarás una tabla. Úsala como referencia.
Número de personas que viven en casa | Zonas donde se va a usar el termo (lavabo, ducha, cocina) | Capacidad del termo recomendada |
1 | En las 3 | 30 litros |
2 | En las 3 | 50 litros |
3 | En las 3 | 80 litros |
4 | En las 3 | 100 litros |
5 | En las 3 | 150 litros |
Recuerda que son aproximaciones y que todo depende de los hábitos de consumo de cada casa.
7 consejos para ser más eficientes con el termo eléctrico
Tras la calefacción, el agua caliente sanitaria ocupa el segundo lugar de la lista del consumo energético en el hogar con un 20 % (IDAE), por lo que conviene hacer un consumo responsable. Como has visto, estos calentadores trabajan con electricidad, así que seguro que los consejos siguientes te ayudarán a evitar sorpresas en la factura de la luz.
No olvides el aislamiento
Es importante que el termo eléctrico no pierda calor. Como son acumuladores de agua caliente, necesitamos materiales que consigan mantenerla a temperaturas altas durante el mayor tiempo posible. Si no, el consumo eléctrico del termo aumenta y deja de ser rentable y eficiente. Así pues, siempre que puedas, elige un modelo de clase energética A para ahorrar hasta un 15 % con respecto a los termos eléctricos tradicionales.
La ubicación del termo eléctrico
Se recomienda colocarlo en el interior de casa para evitar cambios bruscos de temperatura, idealmente en el baño o la cocina. Cuanto menos distancia haya entre el termo y los puntos de consumo, menos pérdida de calor habrá. Esto aumenta su eficiencia, ya que puedes ahorrar hasta un 30 % de energía.
Instala perlizadores en los grifos
También llamados aireadores, son los responsables de inyectar aire en la salida del agua. Se mantiene la sensación de caudal pero el consumo de agua se reduce hasta un 60 %.
Un temporizador también te ayuda a ahorrar
Con este sistema, puedes programar el termo eléctrico para que se ponga en marcha un poco antes del momento en el que lo necesitas y no gastes de más. Hay termos eléctricos que ya cuentan con uno incorporado.
Ajusta la temperatura del agua caliente entre los 30 ºC y los 35 ºC
Por defecto, los termos eléctricos suelen calentar el agua a 60 ºC, pero en realidad, no es necesaria tanta temperatura. Redúcela unos 15 ºC y ahorrarás significativamente en la factura de luz.
¿Cuándo es necesario apagar el termo eléctrico?
Desde Naturgy siempre te recomendamos no dejar los aparatos en standby o modo fantasma, porque siguen gastando energía.
También el termo, cuando ha calentado el agua, sigue gastando energía para mantener la temperatura. Por tanto, un truco para ahorrar es encenderlos a partir de las doce de la noche y aprovechar la tarifa de horario nocturna. Así, por la mañana, tendrás el agua caliente a punto para la ducha.
Durante el resto del día, puedes apagarlo si no lo vas a usar porque estás fuera o, si lo prefieres, ponerlo a la mínima temperatura posible.
Solo se recomienda apagarlo si vas a marcharte de casa un largo periodo de tiempo. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explican que en tal caso: «Debes desconectarlo para ahorrar energía, ya que si lo dejas encendido, su consumo puede suponer entre siete y diez euros al mes, según el tamaño».
¿Los termos eléctricos pasan inspección anual?
No. De hecho, el mantenimiento es más sencillo que otros equipos como los calentadores de gas y no están sujetos a revisiones obligatorias por ley. Aun así, siempre te quedarás más tranquilo si un técnico profesional hace un control periódico.
¿Tienes un termo eléctrico? ¿Qué puedes hacer para mantenerlo?
Purgar el equipo
Si lo haces cada cierto tiempo, como una vez al año, te ayudará a su mantenimiento. Es muy sencillo:
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Primero, corta el paso del agua que llega al termo.
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Después, desenchufa el termo. Recuerda que estamos trabajando con electricidad y hay que extremar las medidas de seguridad.
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A continuación, abre uno o dos grifos de agua caliente y déjalos abiertos un rato.
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El siguiente paso es drenar el agua del termo eléctrico con la válvula de drenaje que incluye el aparato. Pon un recipiente bajo la válvula y desenrosca el flexible del termo de la entrada (normalmente está marcado en color azul).
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Cuando deje de salir agua por los grifos que habías dejado abiertos, significa que se ha vaciado el termo, así que ya puedes soltar el flexible de salida de este (normalmente está marcado en color rojo).
Con estos pasos, el termo se quedará vacío, que es el objetivo que teníamos. La frecuencia de este vaciado dependerá del uso que hagas y de la dureza del agua.
Cambiar el ánodo de magnesio
¿Habías oído hablar de esta pieza? Se trata de una varilla recubierta de magnesio que está en el interior del termo eléctrico.
Generalmente, su vida útil es de 3 años, aunque la cal del agua puede afectar antes la pieza (especialmente en zonas donde las aguas son muy duras).
La función del ánodo es la de proteger de la corrosión los elementos metálicos del termo que están en contacto con el agua, así que es importante que haga su trabajo de forma eficaz. La buena noticia es que si está recubierto de cal, se sustituye con facilidad:
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Como siempre, desconecta el termo de la corriente y corta la entrada del agua.
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Localiza el ánodo de magnesio, que está atornillado al tanque del termo eléctrico por la cubierta.
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Vacía el termo de agua siguiendo los pasos del punto anterior hasta llegar a la altura del ánodo de magnesio.
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Cuando veas la pieza, desatorníllala y limpia la zona.
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Ahora atornilla de nuevo y vuelve a llenar el termo.
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Por último, enchufa el termo y comprueba que todo funciona correctamente.
Aunque nosotros te explicamos cómo hacerlo, lo mejor es que contactes con un profesional que te ayude con este trámite y con todo lo relacionado con tu termo eléctrico.
¿El termo eléctrico es el equipo que más te conviene?
Depende. Como siempre, nosotros compartimos contigo toda la información posible, pero ahora te toca a ti valorar si el termo eléctrico es el mejor sistema para calentar el agua de tu hogar. Seguro que te resulta más fácil si repasas los pros y contras:
✔ La temperatura del agua caliente se mantiene estable.
✔ Es más seguro: no necesita instalación de gas.
✔ El mantenimiento es sencillo y apenas tiene averías.
✘ El agua caliente es limitada, por lo que hay que esperar un tiempo para que vuelva a calentarse.
✘ Aunque cada vez hay diseños más estéticos, a lo mejor no te convence el acabado final del equipo.
¿Necesitas renovar el termo o instalar uno?
En Naturgy te instalamos un equipo nuevo de las mejores marcas, hacemos la puesta en marcha y te ofrecemos un mantenimiento preventivo anual. Además, ante cualquier urgencia, estaremos en tu casa en menos de 3 horas.
Nuestro Pack Termo también incluye la garantía de 5 años del equipo y tienes la opción de financiarlo en cómodas cuotas que puedes pagar en la factura de luz o gas.