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Son pequeños cambios. Tan pequeños como ellos. Sin embargo, cuando se trata de cuidar el planeta, el tamaño y la edad son lo de menos. A ahorrar energía se aprende día a día y, además, puede ser divertido. Sin que para los niños sea un esfuerzo, poco a poco incorporarán unos hábitos más responsables con el medio ambiente.
El motivo más importante es que siempre han visto a los mayores hacer todos esos gestos. Es algo natural en casa. Sin embargo, cuando la curiosidad de los niños les ha llevado a preguntar por qué lo hacen, los padres han aprovechado esa oportunidad para compartir sus motivos: el planeta en el que vivimos es de todos y todos deberíamos cuidarlo para que no se apague.
De todas formas, si esto no es suficiente para despertar la motivación de los niños, hay otras maneras de conseguirlo.
Entre el 7 % y el 11 % del consumo de energía se debe a los aparatos que se dejan en “stand by”, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).
También deciden hacer una actividad conjunta durante el trayecto, como comprar la fruta de la semana en una tienda de productos a granel. Antes, apuntan bien todo lo que necesitan para no consumir de más y cogen las bolsas de tela. El requisito es escoger solo frutas y verduras de temporada.
Otra idea es convertir un trayecto que normalmente hacen en coche en una ruta a pie. Así comprueban que hay formas más sostenibles de moverse y ahorrar energía.
Al cabo de unas dos o tres horas, el agua de las botellas se habrá calentado y podrá usarse para preparar una bebida caliente. ¿Magia? No, es el poder del sol.
Se trata de una forma muy creativa de acercarse a la energía solar, una energía 100 % renovable que protege el medio ambiente.
Eso sí, es importante que los niños entiendan que no se trata de una competición. Aquí todos ganamos un planeta mejor. ¿A que es el mejor premio?
¿Por qué enseñar a ahorrar energía a los niños?
Pongamos que entramos en una casa con #BuenasEnergías. Una casa en la que todos son conscientes del impacto medioambiental de sus acciones. Por eso reciclan, instalan bombillas LED, apagan el rúter por las noches y utilizan jabón líquido para que la lavadora trabaje menos. Trucos que desde hace tiempo forman parte de sus rutinas y que les permiten ahorrar energía al final del día. Los niños también participan, pero no les obligan. ¿Sabes por qué?El motivo más importante es que siempre han visto a los mayores hacer todos esos gestos. Es algo natural en casa. Sin embargo, cuando la curiosidad de los niños les ha llevado a preguntar por qué lo hacen, los padres han aprovechado esa oportunidad para compartir sus motivos: el planeta en el que vivimos es de todos y todos deberíamos cuidarlo para que no se apague.
De todas formas, si esto no es suficiente para despertar la motivación de los niños, hay otras maneras de conseguirlo.
3 juegos sobre ahorrar energía para niños
¿Sabías que la palabra “jugar” viene del latín iocari y significa “hacer algo con alegría"? Ese es precisamente el objetivo de los juegos de sostenibilidad que se llevan a cabo en una casa con #BuenasEnergías.El capitán de la luz
Cuando llega la hora de ir a dormir, los niños de esta casa se ocupan de revisar que todas las luces (también las del modo “stand by”) estén apagadas. Una visita al salón, donde suelen estar la mayoría de los aparatos, pero también al resto de las habitaciones, es la misión de los capitanes de la luz.Entre el 7 % y el 11 % del consumo de energía se debe a los aparatos que se dejan en “stand by”, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).
La ruta verde de la semana
En este juego, los niños se inventan una excursión a pie o en bicicleta en familia. Para que todo sea más divertido, en la casa con #BuenasEnergías se siguen algunos rituales. El día antes, todos se reúnen en el salón para que los niños expliquen la ruta y los lugares por los que pasarán. Uno de los requisitos es descubrir un parque de la ciudad. El otro es no mirar el móvil durante la ruta, para reducir así el tiempo de pantallas.También deciden hacer una actividad conjunta durante el trayecto, como comprar la fruta de la semana en una tienda de productos a granel. Antes, apuntan bien todo lo que necesitan para no consumir de más y cogen las bolsas de tela. El requisito es escoger solo frutas y verduras de temporada.
Otra idea es convertir un trayecto que normalmente hacen en coche en una ruta a pie. Así comprueban que hay formas más sostenibles de moverse y ahorrar energía.
Un juego sin pilas
Con esta manualidad, conseguiremos crear un panel solar con materiales que todos tenemos en casa:- Una caja de cartón
- Dos botellas de plástico de 1,5 o 2 litros
- Pintura negra
- Papel de aluminio
- Papel celofán
- Pegamento o cinta adhesiva
- Agua
Al cabo de unas dos o tres horas, el agua de las botellas se habrá calentado y podrá usarse para preparar una bebida caliente. ¿Magia? No, es el poder del sol.
Se trata de una forma muy creativa de acercarse a la energía solar, una energía 100 % renovable que protege el medio ambiente.
Otros consejos para ahorrar energía con niños
Reciclar, reducir y reutilizar también son maneras de cuidar el planeta:- Utilizad la luz natural siempre que sea posible.
- Haced las tareas de reciclaje entre todos.
- Una vez al año, comprobad qué ropa se ha quedado pequeña para donarla a alguna asociación.
- Cuanto menos se abra la nevera, ¡mejor!
- Ved documentales de medio ambiente adaptados a la edad de los niños para reforzar su conciencia y seguir aprendiendo.
