En primavera, los días son más largos, hay más luz y las temperaturas suben. Por eso te despiertas con más energía y ganas de aprovechar cada minuto. Sin embargo, es posible que te hagas esta pregunta cada vez que dejamos atrás el invierno: ¿Sigo con la calefacción encendida? ¿Es mejor apagarla y encenderla si tengo frío? Y para ahorrar en la factura, ¿qué me conviene más?
En este artículo vamos a recomendarte la mejor solución para que puedas seguir disfrutando de la primavera con esta duda resuelta y con tu casa tan confortable como te gusta.
Que la primavera no altere la calefacción
Si hay una estación en la que los cambios térmicos son frecuentes es la primavera. Por eso, aunque tengamos muchas ganas de apagar la calefacción y quitarnos algunas capas de ropa, hay que ser conscientes de que todavía puede haber días de frío.
En estas semanas de transición, no hay que olvidar que la temperatura a la que se programa la calefacción influye en el consumo de energía del hogar. Desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) señalan que, por cada grado centígrado que aumentamos la temperatura de la calefacción, el consumo de energía aumenta un 7 %.
Además, la climatización representa casi la mitad de la energía que consumimos en nuestros hogares. Por eso es importante ser responsables con el uso de la calefacción y adaptar la temperatura según nuestras necesidades.
¿Cuál es la temperatura ideal en primavera?
Si hay una pregunta difícil de responder es esta. Muchos responderían que «depende», ya que es una sensación subjetiva. Los cambios climáticos de la primavera nos afectan de manera distinta a cada uno. No obstante, según el IDAE:
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Una temperatura entre 19 y 21 grados centígrados es óptima para la mayoría de las personas.
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Por la noche, entre 15 y 17 grados centígrados serían suficientes para descansar y sentirnos a gusto.
Conseguir una temperatura confortable en primavera es fácil
Pero hay más factores que tienen un papel importante a la hora de poner a punto la casa en esta estación y que influyen en la sensación térmica:
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Por ejemplo, la ropa. A veces, con la llegada de la primavera confiamos en prendas demasiado ligeras, pero ya lo dice el refrán: «Hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo». Intenta hacer un cambio de armario progresivo, conservando ropa de abrigo para tenerla a mano y así no tener que subir la temperatura de la calefacción en primavera.
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Hay más horas de luz solar. ¿Y si las aprovechamos en casa? Puedes subir las persianas y abrir las cortinas porque los rayos solares calientan de forma natural los espacios. Después de todo un día aprovechando este calor, la casa habrá conseguido un ambiente agradable. Así, al atardecer, si no bajan demasiado las temperaturas, puedes cerrar los radiadores de las habitaciones a las que no entras.
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Recuerda que cada habitación tiene un gasto energético distinto. En la cocina, los radiadores pueden estar más bajos porque los electrodomésticos ya producen calor. Sin embargo, en el salón o en el dormitorio, será preciso buscar este confort térmico a través de la calefacción.
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Además, ¿sabías que el 40 % de las pérdidas de calor se produce a través de las ventanas? Puedes detectar si tienes fugas de calefacción sujetando una vela junto a la ventana. Si la llama se mueve, es que el calor se está escapando. En ese caso, lo recomendable sería instalar una doble ventana o reemplazar el vidrio y la carpintería por otros materiales más eficientes. Otra opción es sellar las ventanas con infiltraciones de silicona, masilla o burletes adhesivos.
Si la primavera es imprevisible, ¡tú tienes recursos!
Imagina que has salido de casa temprano después de apagar la calefacción. Crees que ya no va a hacer falta porque…¡es primavera! El día va sobre ruedas. El sol brilla más que nunca, en la pausa del trabajo decides tomarte un café en el parque para cargar energías y al mediodía incluso te sobra la chaqueta.
Pero por la tarde, cuando sales del trabajo, empiezas a sentir frío. Entonces compruebas que la temperatura ha bajado y te arrepientes de no haber dejado encendida la calefacción para encontrar la casa a una temperatura más acogedora.
Si tuvieras un termostato inteligente, podrías solucionar esta situación y encender la calefacción en ese momento desde un dispositivo portátil, como un smartphone o una tablet. Así, no tendrías que dejarla encendida durante todo el día. También podrías programar el encendido con antelación. En cualquier caso, el resultado siempre sería el mismo: al abrir la puerta, tu casa te recibiría con la temperatura que te gusta. ¿Qué más se puede pedir?
Se suele pensar que al mantener una temperatura estable durante todo el día, evitamos el pico de gasto y ahorramos en la factura. Sin embargo, desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) recomiendan ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de la vivienda.
¿Y si la temperatura exterior es inferior a 15 ºC?
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En tal caso, es mejor que enciendas la calefacción a media tarde y la apagues antes de acostarte.
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Pero si las temperaturas bajan más por la noche, el IADE sí recomienda utilizar la calefacción como en invierno y dejarla encendida toda la noche.
En Naturgy, queremos que estés a gusto en tu hogar
Una de las ventajas de la calefacción natural es que puedes mantener una temperatura óptima y homogénea en cada estancia del hogar. Así que, si aún no disfrutas de la energía más limpia y económica, contacta con nosotros. La instalación es muy rápida y notarás el confort desde el primer instante.
Además, también nos encargaremos de cuidar tu calefacción y tus aparatos de gas natural. Contratando ServiGas, puedes elegir entre tres modalidades distintas en función de tus necesidades.
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Con Servigas Complet, además de la reparación, también quedan cubiertos los servicios de mantenimiento (una revisión anual de la caldera y una inspección periódica cada 5 años).
Pero si quieres disfrutar de todos estos servicios, así como de las ventajas del termostato inteligente, te recomendamos Servigas Confort, que incluye la instalación de este equipo. Además, llegarás a ahorrar hasta un 40 % en el consumo de gas porque el termostato siempre encuentra la manera más eficiente de funcionar.
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También se ajusta la temperatura de forma automática al detectar la presencia de personas en la casa, gracias al control por geolocalización.
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La climatización se recoge en informes para que puedas disponer de los datos y de las gráficas de tus consumos.
Y tú, ¿cómo sueles utilizar la calefacción en primavera?
Esperamos que estos consejos te resulten prácticos y puedas adaptar el uso de la calefacción a tus necesidades. Si tienes más dudas, contacta con nosotros. Estamos aquí para ayudarte y para que tengas una primavera llena de #BuenasEnergías.