Aquí encontraréis más información sobre climatización (Aire acondicionado).
¿Cuántas Frigorías debe tener nuestro aire acondicionado?
Esta pregunta solo se puede responder si tenemos en cuenta:
1. Cómo se calienta la habitación:
- Es mejor evitar que el calor exterior entre por puertas y ventanas.
- Protejamos la estancia de los rayos del sol. Un pequeño toldo en las ventanas o una persiana, siempre puede ahorrarnos mucho.
- Y, por último, ¿sabéis qué puede afectar más de lo que pensamos? El número de personas que estarán en esa estancia en el mismo momento. Y es que todos calentamos y añadimos humedad al ambiente con nuestra simple presencia.
2. El uso que vayas a dar a la habitación:
- En un dormitorio necesitaremos menos frigorías si las ventanas están totalmente cerradas, no hay rayos solares y lo utilizamos fundamentalmente de noche, con pocas personas y escasa actividad.
- Si la habitación está más orientada al norte, recibirá menos rayos de sol.
- Pero si estamos climatizando un salón con grandes ventanales (orientados al sur), que además tiene sol todo el día y hay actividad social (porque vemos partidos de fútbol con los amigos y organizamos fiestas de karaoke legendarias), es evidente que hay muchas fuentes de calor por vencer.
Normalmente, será suficiente disponer de entre 100 y 150 frigorías por cada metro cuadrado a climatizar, con un techo a 2,5m de altura.
Además, los sistemas que tienen el apellido INVERTER utilizan solo las frigorías que necesitan en cada momento. Así pues, un equipo de muchas frigorías adaptará su consumo utilizando pocas (cuando estemos solos) y muchas cuando tengamos a toda la familia el domingo. ¡Pero no te agobies! Hay muchos y muy buenos profesionales de venta e instalación que te aconsejarán estupendamente.
Siguiente pregunta que te puede rondar por la cabeza. ¿Cuánto consume?
Es muy importante saber que todos los equipos, aunque ofrezcan las mismas frigorías, no consumen lo mismo. Entonces, ¿cómo los identifico? Hoy en día es fácil porque hay una etiqueta que nos lo resuelve con claridad. Con el número SEER se expresan la calidad y eficiencia de un Aire Acondicionado enfriando con el mínimo consumo posible. Se trata de un parámetro calculado sobre condiciones de utilización generalizadas durante un año. Cuanto más grande es el número, menos consume.
- Climatizamos un salón de 25 m2, para el que consideramos 150 frigorías por cada m2 y, por lo tanto, instalamos un equipo de 3.750 frigorías.
- Si el SEER es de 4, consumirá unos 1,1 kWh cada hora.
- Si el precio del kWh de electricidad está en 0,15 €/KWh (con todos los impuestos incluidos), 12 horas de funcionamiento así, al día, equivaldrán (1,1 kWh x 0,15€/Kwh x 12 horas) casi a 2 €.
Si el SEER fuera de 5, el coste sería un 20% menos; si fuera menor, por ejemplo, de 3, el consumo sería un 30% mayor.
Tampoco podemos olvidar que este parámetro puede variar durante el funcionamiento del equipo, según la temperatura a la que queráis poner la habitación y la temperatura exterior. Lo normal es que se encuentre entre 24 y 27 grados, pero cuanta menos diferencia haya entre la temperatura exterior y la interior, menos consumirá el equipo y, cada grado que bajes, el consumo podrá subir un 8% o más.
Esto se agrava cuanto más pequeño sea el número de SEER de partida.
Por último, ¿cómo sabe el aparato qué temperatura hace en la habitación?
Moviendo el aire continuamente. Cada equipo que tenemos en la pared tiene un sitio para aspirar y otro para expulsar pero, ¿qué hay en el medio?:
- Un medidor de temperatura.
- Un radiador que enfría el aire.
- Y un ventilador (o turbina), que mueve el aire
El aire está continuamente pasando y cuando el medidor detecta que está más caliente que la temperatura que queremos en la habitación, ordena encender toda la maquinaria (compresor) para que el radiador empiece a enfriar el aire. Es justo en ese instante cuando se produce el consumo de verdad. Hasta ese momento, solo es un ventilador.
Por eso es importante poner el AA en el modo automático del ventilador (FAN), porque adecuará el caudal de aire y de consumo a la necesidad real:
- Si la temperatura está muy lejos de la que queremos conseguir, él mismo pondrá el caudal máximo de aire.
- Si estamos por debajo de dicha temperatura, pondrá el mínimo caudal de aire necesario, solo para medir la temperatura.
Normalmente, todos los equipos ya traen muchas opciones de dirección y velocidad de aire. ¿Mi recomendación? Probemos la mejor para la estancia en la que lo disfrutaremos porque lo más molesto de estos sistemas son las corrientes de aire.
No vamos a pasar por alto que muchos de los nuevos equipos vienen equipados con conexión wifi y funciones domóticas que nos ayudan a gestionar su funcionamiento más cómodamente, desde Termostatos Inteligentes, incluso con el móvil o a través de los asistentes tipo Alexa, Google Assistant, etc.
¿Y cuándo será más eficiente?
Como en todos los aparatos, es mejor que lo encendamos y apaguemos pocas veces. Por ejemplo, la peor forma de funcionar en un salón en el que voy a estar 4 horas, sería esperar a no soportar el calor para encender el AA y apagarlo cuando llegue a la temperatura deseada.
Lo mejor sería evitar las fuentes de calor y luego, dejar que el equipo mantenga la temperatura automáticamente.
Por último, la limpieza del equipo interior es fundamental.
Una vez al año, por su rendimiento y por nuestra salud, deberíamos:
- Desmontar los filtros y limpiarlos, con agua y jabón y mucho cuidado.
- Al quitar los filtros, se descubre la “batería” (yo lo he llamado antes el radiador). Pues bien, también recomiendo limpiarlo con un cepillo suave y mucho cuidado porque es muy delicada.
- Revisar que el desagüe no esté atascado. Una de las cosas que hace el AA es quitar el exceso de humedad del ambiente, pero hay que evacuar el agua para que no caiga dentro de casa o se quede estancada en el interior del equipo. Esta suciedad y el estancamiento de agua es lo que puede provocar los malos olores que a veces se notan.
¡Eso sí! Nunca apliquéis espráis o productos desinfectantes ni desodorantes sobre el equipo, indiscriminadamente, y menos en funcionamiento, ya que pueden tener partículas que dañen los componentes más delicados. Existen algunos productos específicos, pero hay que atender muy bien a sus indicaciones de uso.
Si somos manitas, de los que nos gusta cacharrear en casa, estas cosas las podemos hacer nosotros mismos. En cualquier caso, siempre puedes contar con un servicio profesional que además de realizar estas labores con mayor garantía de funcionamiento posterior, comprobará el resto de parámetros de funcionamiento que aseguran la durabilidad y eficiencia del equipo. Y así, tu casa y tú respiraréis con #BuenasEnergías.
¿Conocías estos trucos de eficiencia? ¿Cuáles son los tuyos? Te leemos en los comentarios.