Tanto si tienes la sensibilidad medioambiental al máximo, como si tu preocupación es pagar lo menos posible en la factura de calefacción, seguro que la información sobre cómo ahorrar gas te interesa. Si has empezado a buscar consejos, es probable que hayas encontrado ideas confusas sobre la eficacia de cerrar los radiadores o no. Sigue con nosotros y despejarás esta duda, además de aprender mucho sobre medidas eficaces de verdad para reducir tu consumo de gas.

Ahorrar gas cerrando los radiadores

Es importante recordar que el gasto en calefacción, incluso en tiempos de calentamiento climático, supone más del 60% del gasto energético de una vivienda. Para que te hagas una idea, es más que lo que consumes en luz, agua caliente, resto de electrodomésticos y cocina, ¡todos juntos!

Así que, si te quedaban dudas de la importancia de cualquier medida que afecte a tu calefacción para ahorrar gas, ya tienes un dato para tenerlo claro. Ahora viene el segundo dilema, ¿puedes conseguir ese ahorro de gas cerrando los radiadores de las estancias que no usas? Pues, vamos a analizar distintos casos, porque no siempre es una medida igual de efectiva.

Hay dos supuestos distintos:

1. Hogares con sistema de calefacción central

El caso típico es el de las comunidades de vecinos en el que todas las viviendas tienen una calefacción colectiva. Aquí, en principio, no te servía de mucho porque los gastos se repartían entre todos los residentes. Además, hay modelos de radiadores muy antiguos, que solo tienen una llave de paso, ya que comparten una misma tubería de agua caliente. En este tipo de sistemas, cerrar un radiador afecta al flujo de agua caliente entre el resto de radiadores.

Sin embargo, este modelo de calefacción central ya está bastante obsoleto y es poco frecuente. Además, desde el verano de 2020, una directiva de la UE obliga a tener controladores individuales o repartidores de costes. Sabemos que todavía existen comunidades en las que este cambio no se ha producido. Te recomendamos que lo hagáis, no solo porque es obligatorio, sino porque reporta ventajas a cada vecino, ya que pagas según consumes. Y, así, el cierre de radiadores sería una medida positiva para ahorrar gas.

2. Viviendas con calefacción individual

Como te adelantábamos, si cierras los radiadores de las habitaciones que no usas, se reduce el consumo de gas. O, sería más preciso decir que optimizas la potencia calorífica porque se concentra en las estancias que necesitas y no se gasta en los que no te hace falta.

Al final, es una sencilla operación matemática. Menos espacio que calentar, menos cantidad de gas que se invierte. Otras ventajas de adoptar esta medida, además de ahorrar gas, es que cuidas tu caldera, por tanto, alargas su vida útil y minimizas posibles averías. Y el calor es de más calidad, ya que se produce de manera más sostenible.

¿Cómo cerrar los radiadores?

Ahora bien, para que el ahorro sea realmente significativo, hay varias cuestiones que tienes que tener en cuenta. Primero, identificar esos “radiadores innecesarios”, que es como se les denomina. No se trata solo de los que se ubican en habitaciones que no usas habitualmente. Tampoco se necesitan calentar estancias como un almacén, una despensa o un trastero. Cuidado con las zonas de paso, si estás abriendo y cerrando la puerta constantemente, no es aconsejable condenar ese radiador.

Después, asegúrate de que lo has cerrado bien. Aparte de los modelos antiguos que antes hemos citado, lo normal es que tengas un radiador con válvula termostática. Lo único que tienes que hacer es girar la maneta siguiendo el sentido de las agujas del reloj.

Por cierto, cada vez es más frecuente instalar un dispositivo electrónico individual en las válvulas, que permite un control mucho más preciso de cada radiador de una vivienda. Son las famosas válvulas inteligentes. Si quieres cerrar un radiador con este tipo de mecanismo, basta con ponerlo en la posición de apagado (OFF).

Consejos para que el cierre de radiadores sea eficaz

Si has decidido que te interesa apagar algún radiador como medida para ahorrar gas, es importante que tengas en cuenta estas recomendaciones:

• Cierra las puertas de las habitaciones donde apagues un radiador. Piensa que la calefacción sirve para mantener la temperatura de toda la vivienda. Si hay una estancia más fría y la dejas abierta, las zonas contiguas van a tardar más en calentarse. En lugar de ahorrar gas, vas a gastar más.
• Apaga el radiador de forma continuada. No se trata de que cierres un radiador un par de horas y luego vuelvas a abrirlo, como si fuese la llave de la luz. Para que sea una medida de ahorro eficaz, tienes que aplicarla en una habitación que realmente no utilices un largo periodo de tiempo. De otra forma, lo que ahorras durante un rato, luego lo consumes para recuperar la temperatura adecuada.
• Controla los radiadores apagados. No es conveniente que pases todo el invierno sin revisar un radiador cerrado. Al menos, realiza una purga y enciéndelo una vez al mes para comprobar que funciona correctamente.

Medidas adicionales para ahorrar gas

Ya hemos confirmado que el cierre de los radiadores innecesarios sirve para rebajar el gasto en calefacción. Pero, si quieres ahorrar todo el gas posible, añade estas otras ideas:

• Los radiadores no son secadoras de ropa. Está claro que si pones la colada encima o cerca de la calefacción, se seca antes. Sin embargo, las prendas actúan como una barrera que impide que el calor se expanda con toda su intensidad. En consecuencia, la calefacción tendrá que estar encendida más tiempo para conseguir la misma temperatura.
• Ventila, pero con inteligencia. Es imprescindible que las ventanas de una casa se abran a diario para mejorar la calidad del aire en el interior. Además, este gesto contribuye a evitar la aparición de moho. Sin embargo, en condiciones normales, no hace falta que inviertas más de 5-10 minutos al día en ventilar. Y nada de hacerlo a primera hora de la mañana, cuando más frío hace. Para ahorrar gas, sin renunciar a renovar el aire, abre las ventanas a mediodía, justo cuando el sol calienta más.
• Alfombras y cortinas, tus grandes aliadas. Estos dos tipos de textiles, además de su incontestable valor estético, son herramientas muy útiles para ahorrar en calefacción. Y es que, sirven para mejorar el aislamiento térmico de las estancias donde se instalan. En las ventanas, porque te ayudan a compensar los puentes térmicos o zonas de fuga del calor. Las alfombras con mayor poder aislante son las de lana, las de fibras naturales de coco o de bambú.
• Antes de encender la calefacción, contacta con tu instalador o suministrador de gas para que haga una revisión general del sistema.

Un último consejo, las calderas de condensación son las más eficientes, tanto por su mejor rendimiento, como por el menor consumo de gas que hacen. Además, son más respetuosas con el medio ambiente. Por eso, si realmente estás pensando en ahorrar gas, una de las medidas más eficaces es instalar una de estas calderas.

Recuerda que en Naturgy estamos a tu lado para asesorarte sobre cualquier duda concreta en materia de eficiencia energética. Ahorrar gas siempre es más fácil, si cuentas con nuestros profesionales para aconsejarte. ¡Tu invierno más confortable, con las facturas más reducidas es posible!