Si quieres vender o alquilar tu casa, es necesario contar con el certificado energético de esta, porque en España es un documento obligatorio. La medida entró en vigor en junio de 2013, pero nunca es tarde para descubrir qué pasos debes seguir para solicitarlo. ¿Cómo es el proceso? ¿Quién tramita este documento? ¿Cuánto vale? Antes de empezar los trámites para conseguir el certificado energético, resuelve todas tus dudas con este artículo.

¿Qué es el Certificado de Eficiencia Energética?

Desde junio de 2013, la certificación energética es un trámite obligatorio para determinados edificios:

Tres preguntas clave sobre el Certificado de Eficiencia energética (CEE)

¿Quién lo redacta? 
Generalmente, arquitectos, arquitectos técnicos o aparejadores. Deben tener autoridad para extender y firmar un certificado energético, tal y como regula el Real Decreto 235/2013 de 5 de abril de 2013, donde se detallan las figuras que puede realizar este trámite. En el certificado debe constar la firma del técnico, ya que sin ella no se puede proceder al registro del informe en el órgano competente.

¿Qué edificios no necesitan el certificado?

• Las viviendas con menos de 50 m2 útiles

• Los inmuebles donde se realizan trabajos industriales o agrícolas

• Monumentos históricos o edificios religiosos

• Edificios cuyo uso no supere los cuatro meses al año y el consumo energético anual sea menos del 25 %

• Construcciones temporales con una duración menor a dos años

¿Qué ocurre si el certificado no está vigente? 

Según la Ley 8/2013 de 26 de junio, pueden ponerse multas que oscilan entre los 300 y los 6.000 euros. Además, cada comunidad autónoma se encarga de realizar un control de certificados para comprobar la veracidad de los datos.

¿Para qué sirve el certificado energético?

En plena transición energética, todos ponemos de nuestra parte para un futuro más sostenible con hábitos más responsables y comprometidos con el planeta. Por eso, igual que cada vez se instalan más placas solares en nuestros hogares o nos cruzamos con más coches eléctricos en las carreteras, es lógico que nuestras viviendas también cumplan unos mínimos de eficiencia energética. 

Así pues, la pregunta de para qué sirve el certificado energético tiene una respuesta sencilla: para corroborar que la eficiencia de un edificio se encuentra dentro de unos parámetros regulados. El también llamado certificado de eficiencia energética (CEE) mide cuánta energía consume un edificio y cuánto CO2 emite a la atmósfera. El resultado se traduce en una letra y, en función de cuál obtenga el edificio, la calificación será positiva o negativa. 

Además, si vas a alquilar o vender tu piso, deberás entregar esta certificación al comprador o nuevo inquilino.

Si también quieres saber cómo se obtiene el certificado y qué significa cada letra, sigue leyendo.

Pasos para obtener el certificado energético

Recuerda que esto solo deberás hacerlo si eres el propietario del inmueble:

1. El primer paso es contactar con una empresa, arquitecto, ingeniero o técnico autorizado para hacer una solicitud formal.

2. Como no hay un precio estipulado por ley, puedes comparar diferentes presupuestos.

3. Una vez elegida la opción que más te conviene, el técnico te pedirá información que necesita de la vivienda (ventanas, muros, calefacción, aire acondicionado, orientación y dimensión, etc.).

4. Con todos los datos, el técnico definirá la calificación energética del inmueble, que posteriormente te entregará.

5. Por último, deberás hacer el registro ante el organismo competente. Este paso es fundamental para que el certificado tenga validez.

¿Qué clasificaciones pueden conseguirse con el certificado energético?

La etiqueta energética utiliza una escala de clasificación entre las letras A y la G para reflejar el nivel de dos indicadores principales:

El consumo de energía

Es la energía que consume el edificio para garantizar un confort adecuado. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), esta es la media de datos para España:
 

Las emisiones de dióxido de carbono que expulsa la vivienda

Este indicador tiene que ver con el tipo de energía consumida. Las renovables son las más eficientes porque son las que menos dióxido de carbono desprenden. En la tabla puedes ver la cantidad que se consume en función de la clase energética del inmueble:
 

Entender el certificado energético es fácil

Tras analizar los efectos de la calefacción, la refrigeración o la producción de agua caliente sanitaria, se obtiene un resultado final, una letra que puede ir de la A a la G:
● Certificado A: color verde fuerte.
Puedes estar tranquilo: es la certificación de mayor eficiencia, lo que supone que el gasto energético es inferior al 55 %.
Consumo de energía: menos de 44,6 kWh/m2/año
Emisiones de dióxido de carbono que expulsa la vivienda: menos de 10 kgCO2/m2/año

● Certificado B: color verde oliva.
El inmueble cuenta con una muy buena certificación. Su gasto energético se sitúa entre el 55 % y el 75 %.
Consumo de energía: menos de 72,3 kWh/m2/año
Emisiones de dióxido de carbono que expulsa la vivienda: menos de 16,3 kgCO2/m2/año

● Certificado C: color verde claro.
Esta categoría se sigue considerando positiva. Estas viviendas cuentan con un gasto entre el 75 % y el 90 %, por lo tanto, podría mejorarse.  
Consumo de energía: menos de 112,1 kWh/m2/año
Emisiones de dióxido de carbono que expulsa la vivienda: menos de 25,3 kgCO2/m2/año

● Certificado D: color amarillo.
Es una de las etiquetas más habituales en las viviendas españolas, que tienen un gasto energético de entre el 90 % y el 100 %.
Consumo de energía: menos de 172,3 kWh/m2/año
Emisiones de dióxido de carbono que expulsa la vivienda: menos de 38,9 kgCO2/m2/año

● Certificado E: color naranja claro.
La calificación es mejorable, ya que el gasto energético se establece entre el 100 % y el 110 %. 
Consumo de energía: menos de 303,7 kWh/m2/año
Emisiones de dióxido de carbono que expulsa la vivienda: Menos de 66,0 kgCO2/m2/año

● Certificado F: color naranja oscuro.
Entramos en las peores calificaciones, ya que esta letra equivale a un gasto energético muy superior, entre el 110 % y el 125 %.
Consumo de energía: menos de 382,6 kWh/m2/año
Emisiones de dióxido de carbono que expulsa la vivienda: menos de 79,2 kgCO2/m2/año

● Certificado G: color rojo.
El peor de todos los resultados es para las casas que carecen de cualquier tipo de eficiencia energética. El consumo energético es mayor al 125 % y, por lo tanto, hay que hacer reformas de inmediato.
Consumo de energía: más de 382,6 kWh/m2/año
Emisiones de dióxido de carbono que expulsa la vivienda: más de 79,2 kgCO2/m2/año

¿Qué información contiene el CEE?

Como mínimo, deberá incluir estos datos:

• Identificación del edificio o de la parte que se analiza, con su referencia catastral.

• Listado de los procedimientos que el técnico utiliza para obtener la calificación de eficiencia energética.

• Normativa sobre ahorro y eficiencia energética de aplicación en el momento de su construcción.

• Descripción de las características energéticas del edificio: envolvente térmica, instalaciones térmicas y de iluminación, condiciones normales de funcionamiento y ocupación, etcétera.

• Calificación de eficiencia energética del edificio.

• Descripción de las pruebas llevadas a cabo por el técnico responsable.

• Cumplimiento de los requisitos medioambientales exigidos a las instalaciones térmicas.

• Para los edificios que lo requieran, el certificado incluirá un documento de recomendaciones para mejorar los niveles de eficiencia energética.

¿Qué precio tiene obtener el Certificado Energético? 

Las tarifas no tienen un precio fijo, ya que depende de varios factores como las características del inmueble (tamaño o localización), los equipos de generación de calor y frío, los sistemas de ventilación y aislamiento térmico o si utiliza energías renovables. Por ello, lo mejor es solicitar varios presupuestos y compararlos.

¿Quién hace el registro y cuánto cuesta?

Hacer el certificado y el registro son dos gestiones distintas. Este último paso le corresponde al promotor o propietario del edificio y lo realizará en el órgano competente de su comunidad autónoma o de forma telemática. Si te decantas por esta segunda vía, cada comunidad autónoma tiene una página web para ello:

Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Cataluña
Comunitat Valenciana
Extremadura
Galicia
La Rioja
Madrid
Región de Murcia
Comunidad Foral de Navarra
País Vasco
Ciudad Autónoma de Ceuta: registro obligatorio presencial por el técnico.

El promotor o el propietario es el responsable de conservar los documentos que el técnico entrega al final del proceso y que son necesarios para registrar la certificación.
Por otra parte, el precio de la inscripción es gratuito en Aragón, Andalucía, Asturias, Cantabria, Canarias, Ceuta, Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco. En el resto de Comunidades, el coste puede variar:
 

¿El certificado caduca en algún momento?

Sí, tiene una validez de un máximo de 10 años. Si durante ese plazo se han mejorado los recursos energéticos de la vivienda, puede solicitarse una revisión y optar a una mejor calificación.

Tantas inspecciones como sean necesarias

Para verificar y hacer un seguimiento adecuado del cumplimiento de la certificación energética pueden realizarse inspecciones de control. Para ello, se hace una selección al azar de los certificados energéticos expedidos en el año, con tres consecuencias posibles: 

• Una visita al edificio o vivienda unifamiliar.

• Comprobación de la correspondencia de los datos base del edificio con los utilizados para tramitar el certificado energético.

• Valoración de los resultados del certificado energético y sus recomendaciones.

Si los resultados obtenidos en estas revisiones de control no están en consonancia con los resultados iniciales, se dará un plazo para subsanar la situación.
Recuerda que, según la Ley 8/2013 de 26 de junio, por no tener vigente el certificado energético pueden ponerse multas de entre 300 y 6.000 euros. 

Vivir en una casa eficiente es mejor para todos

Ahora que ya sabes para qué sirve el certificado energético, entenderás que gracias a este trámite es más fácil llevar un control de la eficiencia en nuestros edificios y adoptar medidas para reducir las emisiones. 
Además, puedes seguir haciendo un buen uso de la energía siguiendo estos sencillos consejos, con los que también ahorrarás en las facturas de luz y de gas. Por ejemplo, ¿tus electrodomésticos son eficientes? Solo tienes que comprobar la etiqueta energética para saber si están contribuyendo al cuidado del medio ambiente.

Y si quieres dar un paso más, recuerda que tienes a tu disposición nuestros simuladores de iluminación, ventanas y etiquetado energético de electrodomésticos para optimizar al máximo tu consumo.
Un certificado energético es mucho más que una letra. Es el compromiso de todos para conseguir edificios con #BuenasEnergías. ¿Te apuntas?