Seguro que te ha pasado alguna vez. Tocas algún objeto de casa y de repente, notas una descarga eléctrica muy sutil. O te quitas un gorro y los pelos se ponen de punta. La electricidad estática es muy común en nuestro día a día, pero ¿sabes por qué se produce? ¿Cómo podemos evitarla? Si este fenómeno te genera curiosidad, nos encantaría que te quedaras para descubrir mucho más.

¿Qué es la electricidad estática?

Si hay un concepto muy popular en el campo de la física es el de electricidad estática. Para empezar, es bueno recordar algunas ideas claves y, como siempre, lo haremos de forma sencilla.

La primera idea es que la materia está formada por átomos y estos, a su vez, se componen por cargas positivas, protones, y cargas negativas, electrones.
Cada átomo tiene una carga distinta y, como nos enseñaron en las clases de ciencia del colegio, las cargas opuestas se atraen y las iguales, se repelen.

Por otro lado, normalmente los átomos de todos los objetos que nos rodean se encuentran en estado neutro, lo que significa que hay una compensación entre el número de protones y electrones. Sin embargo, a veces se pierde esa neutralidad y ahí empieza el misterio de la electricidad estática.

¿Cómo se produce la electricidad estática?

Solo los electrones pueden moverse libremente de unos átomos a otros con el contacto o fricción de dos materiales u objetos. Como resultado de esa transferencia de electrones, hay átomos que tienen un exceso de carga negativa y otros, un déficit, porque precisamente ceden su carga negativa.

Como decíamos, los átomos prefieren el estado neutral, así que siempre intentarán volver a él. Para lograrlo, buscarán la fricción o la inducción con otros cuerpos con el objetivo de ceder o captar electrones, dependiendo de cada caso.

Pues bien, en ese traspaso de carga es cuando se produce una pequeña corriente eléctrica o los famosos “chispazos” o calambres.

La transferencia de electrones puede obtenerse de dos formas:

• Carga eléctrica por frotamiento: algunos cuerpos pueden cargarse después de frotarse entre sí. Un objeto tiene carga electronegativa y el otro electropositiva.
• Carga eléctrica por contacto: no requiere fricción entre objetos para generar una carga eléctrica. La cantidad de electricidad estática es mucho menor que la que se genera por frotamiento.

Ejemplos de electricidad estática

A veces, la electricidad estática hace que dos objetos se peguen entre sí, como el pelo y el cepillo. Esto ocurre porque el cepillo tiene más cargas positivas y el pelo, negativas. Recuerda que las cargas positivas y negativas se atraen, pero las cargas que son iguales no se gustan nada y se repelen.

En nuestra vida diaria hay muchos ejemplos de electricidad estática, como cuando te quitas un gorro de lana y los pelos parecen volar y desafiar la gravedad. También cuando arrastras los pies con calcetines por una alfombra. En este caso, la electricidad estática se acumula en tu cuerpo y si tocas a alguien, salta el chispazo.

La clave para entender el poder de la electricidad estática es diferenciar los materiales según si su tendencia de carga es positiva o negativa. Aquí te dejamos algunos ejemplos.

¿Cuándo se descubrió la electricidad estática?

Lo cierto es que en el siglo IV a. C. ya se conocía este fenómeno. Fue el filósofo Tales de Mileto quien identificó comportamientos extraños basados en la fricción entre el ámbar y la lana.

Posteriormente, el científico italiano Niccolò Cabeo concluyó que existían fuerzas de atracción y repulsión entre los cuerpos según sus características, pero no fue hasta 1733 cuando el físico y químico francés Charles François de Cisternay du Fay estableció la existencia de dos tipos de cargas eléctricas: negativas y positivas.

En 1785, el físico francés Charles-Augustin Coulomb formuló la Ley de Coulomb, que tiene que ver con la atracción y repulsión de cargas eléctricas estáticas. Esta ley, junto con el teorema de Gauss, se utiliza para explicar los fenómenos electrostáticos.

• Evita la ropa sintética: el nylon, el poliéster y el resto de fibras de origen sintético favorecen que los electrones se acumulen con el contacto del cuerpo y, por lo tanto, dejan la piel cargada. Las mejores fibras son las naturales, como el algodón o la seda.
• Elige zapatos sin suela de goma: tu cuerpo no se aísla del suelo por la suela y la corriente puede pasar con facilidad a través de ti y descargarse al tomar tierra. Con zapatos sin suela de goma no notarás ningún chispazo.
• Electricidad estática en el cuerpo: las cremas hidratantes pueden ser unas buenas aliadas, porque reducen la fricción entre las prendas textiles y el cuerpo. En consecuencia, también evitan las cargas eléctricas.
• Si notas mucha electricidad estática en el pelo, puedes hidratarlo con acondicionadores.

¿Hay más electricidad estática en invierno?

Si te parece que en esta época del año tienes más chispazos, estás en lo cierto.
¿Cuál es la explicación?

En estos meses más fríos, el aire también suele ser menos húmedo que en los meses de verano, lo que facilita las cargas eléctricas acumuladas en los cuerpos.
De hecho, a la electricidad estática le encantan los ambientes secos. Recuerda que:

• El aire acondicionado puede ayudarte a evitar los ambientes muy secos.
• También puedes humidificar tu hogar más a menudo si notas que tienes muchos chispazos. Así facilitarás el intercambio natural de los electrones.

La electricidad estática en nuestro día a día

Como ves, se trata de un fenómeno muy común y solo por eso es buena idea entender por qué se producen esos calambres que tanto nos sorprenden cuanto nos cogen desprevenidos.

Antes de despedirnos, te recordamos que, si te interesan estos temas o quieres consejos sobre ahorro energético, puedes visitar las redes sociales de Naturgy y descubrir la Vatiopedia, nuestra guía de energía, o los destacados de Ojo al Vatio.

¿Te ha parecido interesante este artículo? Ahora, con nuestros consejos, ya sabes cómo evitar la electricidad estática y quedarte con #BuenasEnergías.