Los hogares inteligentes, comúnmente conocidos como smart homes por su traducción al inglés, siguen ganando cada vez más seguidores. ¿El motivo? Que la incorporación de un sistema para automatizar el control de los dispositivos y aparatos domésticos es clave para optimizar el ahorro de energía. Y, por tanto, para ahorrar dinero a final de mes, que es lo que todos buscamos.
Pero, ¿sabes cómo funcionan este tipo de viviendas, y a cuánto puede ascender este ahorro? A lo largo de este artículo, te damos las claves para ahorrar energía en tu casa utilizando los sistemas de domótica más completos. ¡No te lo pierdas!
Lo primero que vamos a hacer es repasar este concepto. Entendemos por 'smart homes' las viviendas en las que instalamos un sistema de domótica que permite realizar un control eficiente de los principales suministros domésticos. Es decir, tenemos la posibilidad de automatizar todas las funciones del hogar mediante dispositivos interconectados entre sí, como la calefacción, la luz o el agua, entre otros. El objetivo principal de estas instalaciones es lograr una gestión energética más óptima, ahorrando toda la energía que sea posible y, con ello, ahorrando dinero.
Según el informe elaborado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), los hogares inteligentes pueden suponer casi un 40% de ahorro en calefacción, un 27% en agua caliente y un 12% en electrodomésticos. Por su parte, la Asociación Española de Domótica estima un ahorro general del 30% en las smart homes gracias a las automatizaciones en las viviendas. ¿Te imaginas pagar entre un 30% y un 40% menos en las facturas mensuales?
Sabemos que las smart homes cuentan con equipos electrónicos con los que optimizar el gasto de energía, pero, ¿cómo funcionan estos equipos? Fácil: gracias a la tecnología.
Y es que los hogares inteligentes utilizan la tecnología IoT para sincronizar los dispositivos de tu vivienda con aplicaciones mediante las que es posible y automatizarlas.
Por lo general, las aplicaciones se pueden manejar a través del smartphone, lo que hace que sea mucho más cómodo tener un control exhaustivo de todos los gastos energéticos y de la domótica de tu vivienda. Es decir, todos los sistemas forman parte de una misma red doméstica, generalmente a través de Wifi, y esto es lo que permite que se puedan manejar en remoto.
Ya sabes cuál es el funcionamiento general de los sistemas de domótica que convierten a tu casa en un hogar inteligente. Ahora, es momento de analizar, uno por uno, todos los suministros en los que puedes optimizar el ahorro energético al máximo.
Uno de los aspectos donde más ahorro se consigue en las smart homes es la calefacción, puesto que es uno de los gastos más elevados durante el año. La instalación de termostatos inteligentes nos ayuda a ajustar la temperatura de la casa de forma automática, ya sea verano o invierno, reduciendo el consumo de energía.
Estos sistemas son capaces de adaptar la temperatura en función de las condiciones climatológicas del exterior. Además, los más avanzados también permiten un mayor aprovechamiento de la luz solar mediante un control automático de persianas. De esta forma, la casa se mantiene a una temperatura constante, gastando menos energía.
En un momento en el que la sequía es más evidente que nunca, ahorrar agua es prioritario para muchas personas. Las casas domotizadas pueden hacerlo utilizando sistemas de control y monitorización del gasto de agua a tiempo real o con tecnologías que detecten fugas de agua lo más rápido posible. Y, si tienes jardín, también puedes automatizar el riego a través del sistema de domótica.
Contar con sistemas de iluminación eficientes es otra de las mejores formas de ahorrar energía y dinero. La automatización de la iluminación hace que esta esté siempre adaptada a las condiciones lumínicas externas o al número de personas que haya en casa.
De esta forma, solamente se mantienen encendidas las luces que son necesarias y en el momento en el que realmente lo son, reduciendo el gasto innecesario. Por ejemplo, en las smart homes puedes programar a qué hora quieres que se enciendan y se apaguen las luces, estés o no en casa. Así, si vuelves a casa después de trabajar y no quieres que esté fría, puedes programar el encendido de la calefacción una hora antes.
Las casas con domótica, además de inteligentes, son más cómodas. Prueba de ello es la facilidad con la que podemos encender o apagar cualquier electrodoméstico a través del teléfono e, incluso, sin necesidad de estar en casa.
Por último, otro de los aspectos más interesantes en las smart homes es la posibilidad de instalar un sistema de seguridad y vigilancia que esté permanentemente conectado y que se pueda controlar a distancia. Por ejemplo, si se te ha olvidado poner la alarma al salir de casa, podrás activarla a través del móvil en cualquier momento.
Muchas de las ventajas que ofrecen los sistemas de domótica en los hogares son evidentes, pero puede que, otras, no lo sean tanto. A continuación, enumeramos las razones por las que deberías plantearte la posibilidad de convertir tu casa en una smart home:
Como ves, vivir en una casa inteligente es muy sencillo, y los beneficios de hacerlo son evidentes. Al principio puede resultar más complejo entender y conectar todos los sistemas, pero, una vez te acostumbras, la comodidad es máxima. Y, con el paso de los meses, comprobarás que la factura energética también se reduce drásticamente. Además, con la experiencia vas aprendiendo a gestionar los dispositivos de forma cada vez más óptima.
Un ahorro que, además, se puede acentuar si escoges la tarifa de la luz que más se ajuste a tus necesidades. O si, por ejemplo, unificas los servicios de luz y gas para que el precio de consumo sea más barato.
Pero, lo más importante, tener una smart home es una forma de preservar el medio ambiente y ser más sostenible. Si no cuidamos nosotros mismos de los recursos naturales que tenemos, ¿qué futuro estamos dejando a nuestros hijos? Ahorrar energía hoy ayuda a mejorar su vida mañana. ¿No crees que merece la pena sumarse al cambio?
