¿Alguna vez te han aconsejado lavar a mano porque el lavavajillas gasta más? ¿Sueles poner el ciclo corto de las lavadoras porque piensas que el consumo es menor? Si te preguntásemos cuál es el electrodoméstico que gasta más, ¿qué responderías? Es normal que los mitos sobre el consumo energético acaben confundiéndonos a la hora de entender cómo funciona la energía de nuestro hogar. Seguro que has oído bastantes, así que ha llegado el momento de repasar los mitos energéticos más comunes para que estés tranquilo y puedas ahorrar todos los meses. Como siempre, lo haremos juntos en este artículo.
Dejar un electrodoméstico en reposo y, por lo tanto, sin desenchufarlo mientras no lo usamos, sí tiene un gasto eléctrico pero, ¿mucho o poco?
Desmentimos el primer mito con los datos de un estudio de 2019 del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) en el que se analizaba el consumo de los electrodomésticos en standby. El estudio concluyó que cada hogar consume unos 300 kWh de electricidad al año y entre el 7 y el 11 % corresponden al consumo fantasma.
Lo mejor es no dejar el piloto rojo encendido, ni del televisor ni de ningún otro aparato que tengas en casa. Recuerda que algunos no tienen esa luz visible pero igualmente hay un consumo fantasma si no los apagas por completo.
La lavadora suele ser la primera en aparecer en los rankings de gasto energético pero, ¿realmente es así?
Si repasamos el gasto de todos los electrodomésticos de casa, veremos que el de la lavadora solo representa un 11,8 % del total. En cambio, es el frigorífico el que mayor consumo tiene, con un 30,6 %.
Pero ¿por qué los programas ECO duran más tiempo? ¿Seguro que ahorraré si el ciclo es más largo? Ahorrarás, en efecto. Lo que ocurre es que la energía y el agua se distribuyen a lo largo de todo el proceso de lavado, lo que evita los picos máximos de consumo. Por el contrario, los programas cortos tienen que hacer el mismo trabajo en el menor tiempo posible y, al final, el gasto de agua y energía es mayor.
Si alguna vez oyes esto, cuidado, se trata de un mito energético y vamos a contarte el motivo.
¿Sabías que el 90 % del consumo energético de la lavadora se utiliza precisamente para calentar el agua? Esto significa que con un programa de 90 ºC se consume 4 veces más energía que con uno de 40 º. Por eso, lo más eficiente, tal como explican desde el Institut Català d’Energia, es hacer, siempre que puedas, un lavado en frío. Y si quieres ser todavía más eficiente:
Aprovecha al máximo la capacidad de tu lavadora.
Limpia el filtro regularmente para que funcione mejor y ahorre energía.
Si es posible, seca la ropa al sol para no utilizar la secadora.
Ahora ya sabes que la lavadora no es el electrodoméstico que gasta más de una casa, ya que es el frigorífico. Ahora bien, la lavadora sí que consume más que el lavavajillas (6,1%).
La clave no está en comparar entre aparatos diferentes, sino en saber cómo ser eficiente en el uso de cada uno de ellos.
De todas formas, como estamos hablando del lavavajillas, vamos a darte algunos consejos para que los pongas en práctica hoy mismo:
El lavavajillas no consume más que lavar los platos a mano. De hecho, puede reducir el consumo de agua hasta 30 litros por día (lo que representa un 9 % menos de la energía que se utiliza para calentar el agua). Lo ideal es llenarlo del todo para ahorrar.
Escoge el tamaño adecuado a tus necesidades. Si vives solo, no necesitas un lavavajillas con mucha capacidad.
Antes de meter los platos, retira en seco los restos de comida.
Siempre que puedas, utiliza programas de temperatura baja o el modo ECO, con el que ahorrarás entre un 20 y un 25% de energía y un 10 % de agua.
Un lavavajillas usa aproximadamente 10 litros de agua por lavado, pero para lavar a mano la misma cantidad de platos se necesita entre 10 y 20 veces más agua.
Depende de la receta. Normalmente, en aquellas cocciones superiores a una hora no hay que precalentarlo. Una vez empiece la cocción, es mejor no abrirlo constantemente ya que se pierde el 20 % de la energía acumulada. También es recomendable apagarlo un poco antes para aprovechar el calor residual.
La calefacción representa casi la mitad de la energía que se gasta en una casa, así que es normal que quieras hacer un consumo responsable. Lo primero que hay que dejar claro es que bajarla no aumenta el gasto ni el consumo de energía.
El motivo principal es que cuando estamos dormidos y arropados, ya no necesitamos tanta temperatura: entre 15 y 17 ºC son suficientes.
Durante el día, lo mejor es ajustar el termostato a 20-21 ºC. Y recuerda que cada grado más de temperatura supone un incremento de consumo un 7 % aproximadamente.
¿Alguna vez has oído esta afirmación? Lo cierto es que no siempre es así, puesto que depende del aislamiento de la casa. Quizá te sorprenda saber que una ventana bien aislada equivale a ahorrar entre un 20 y un 30 % en calefacción. Si no lo has mirado nunca, es el momento de revisar si tienes fugas. Además, también puedes evitar pérdidas de calor si bajas las persianas por las noches.
Los aparatos en modo standby siguen consumiendo energía, pero ¿qué pasa si dejamos los cargadores del móvil en los enchufes? Según la OCU, en este caso se consume “una energía residual”. Aquí tienes un ejemplo:
Un cargador enchufado sin móvil gasta 0,0002 kilovatios/hora (kWh).
En un año, si contamos 16 horas de las 24 horas del día (porque en las 8 restantes, mientras dormimos, sí que cargamos el móvil), alcanzamos los 1,168 kWh.
Si el precio del kWh es de 0,23 euros, el gasto anual de un cargador enchufado sin móvil es de solo 0,26 euros anuales.
En resumen, el consumo fantasma de los electrodomésticos no es lo mismo que el consumo de un cargador enchufado sin móvil.
Sí, es verdad, pero también son las de menor duración (1.000 horas). Además, solo aprovechan para iluminación un 5 % de la energía eléctrica que consumen. El resto se transforma en calor y por lo tanto, no son eficientes.
Una instalación de paneles de autoconsumo puede personalizarse en cada caso y ajustarse tanto al espacio disponible como al consumo que va a hacerse. El tamaño no es un obstáculo si quieres pasarte a una energía 100 % renovable. Y si no te convence el diseño, cada vez hay modelos más minimalistas que se integran en el edificio para pasar desapercibidos.
No. Sin el “impuesto al sol”, que estuvo vigente hasta el año 2018, y con todas las políticas de energías renovables que se están impulsando, el autoconsumo eléctrico en los hogares españoles no deja de crecer. Los trámites burocráticos y técnicos se han simplificado mucho y, además, hay ventajas fiscales como la posibilidad de deducción del IRPF por reformas en el hogar relacionadas con la eficiencia energética o reducciones del IBI de hasta el 50 % en muchos municipios españoles.
Aunque no podemos darte un precio fijo ahora mismo, ya que hay que valorar distintos factores, lo que sí podemos demostrar es que se trata de una inversión que sale a cuenta basándonos en estos 3 datos:
Los costes de la energía fotovoltaica se han reducido un 89 %, según el Informe Anual 2020 de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).
Una instalación fotovoltaica para una vivienda unifamiliar consigue unas rentabilidades del 5 al 8 %.
Ahorrarás hasta un 70 % en luz.
Con la entrada en vigor del RD 244/2019, puedes compensar los excedentes, que son la energía eléctrica que tus paneles producen pero que no has consumido. El único requisito es que tu instalación se acoja a la modalidad “con excedentes acogida a compensación”.
Hay muchos mitos energéticos relacionados con las placas solares, pero si ya has decidido pasarte a la energía más sostenible, te gustará saber que el Gobierno de España ofrece una serie de ayudas provenientes de los fondos de la Unión Europea. Estas, junto con las subvenciones ofrecidas por los ayuntamientos de cada municipio, están impulsando las instalaciones de autoconsumo y haciéndolas más rentables.
Si quieres conocer cuál sería el coste de una instalación para tu hogar, utiliza nuestro simulador solar. Recuerda que nosotros nos encargamos tanto de la instalación como de la gestión de trámites y subvenciones.
¿Te creías alguno de estos mitos energéticos? Lo importante es que a partir de ahora, si alguna vez los oyes, conocerás la realidad y ya no dudarás. Además, si sabes cuál es el electrodoméstico que gasta más o cuál es la mejor forma de usarlos en tu día a día, es más fácil cambiar los hábitos para hacer un consumo más responsable y ahorrar en la factura de luz. Esperamos que así puedas disfrutar de tu hogar con todas tus energías.
