Hace 9 años, presenté el proyecto fin de carrera y, si no llega a ser por el bueno de Ángel Ramos, que superó con creces al santo Job en la paciencia que tuvo conmigo, difícilmente podría escribir estas líneas. Como dijo el otro día Quique Setién (que muchos años siga en el Barça, por cierto): “yo tampoco era un jugador fácil”.
En el último capítulo del mismo y como suele suceder, el más importante de todos porque es cuando se descubre al asesino, hablaba sobre el Vehículo Eléctrico y las previsiones de penetración que tenía en el mercado por aquella época. Sin embargo, el tiempo ha quitado la razón a todos los gurús que pronosticaron cifras y escenarios futuros.