«Mamá, papá, ¿qué es el cambio climático?»
¿Alguna vez te han hecho esta pregunta tus hijos? En tal caso, es normal que a ti te hayan surgido otras dudas. ¿Cómo puedo explicárselo? ¿Es demasiado pronto? ¿Y si se asustan?
Hablar con los niños sobre la situación del planeta puede parecer complicado. La clave es hacerlo de la forma más sencilla y natural posible.
El objetivo es transmitirles que ellos también pueden contribuir a crear un mundo mejor, pero sin olvidarnos de que todavía están en plena infancia.
¿Por qué es importante que sepan qué es el cambio climático cuando son pequeños?
Los niños y niñas quieren saber el porqué de las cosas. Es posible que, si ven a sus padres reciclar o evitar las bolsas de plástico, pregunten el motivo. Así que, si lo piensas, el día a día está lleno de oportunidades para abrir un tema muy interesante para toda la familia: el cambio climático.
Así como es importante que desde pequeños observen hábitos sostenibles en casa, llegará un momento en el que deberán conocer qué le pasa al planeta y sobre todo, cómo pueden ayudar con pequeños gestos que suman.
Si ahora sembramos la semilla de la educación ambiental, en el futuro podremos cosechar los resultados: una sociedad consciente y responsable. Todo lo que aprendan sobre el cambio climático en la infancia es algo que los acompañará siempre.
¿Cómo explicarías qué es el cambio climático a un niño o una niña?
Te queremos dar algunos consejos para explicar el cambio climático de forma sencilla, clara e incluso entretenida. Cuanto mejor se lo pasen aprendiendo, más interés mostrarán.
Recuerda que entre los 6 y los 12 años es una edad adecuada para empezar a asimilar la información. Además, en ningún caso se trata de que se vuelvan expertos o se agobien con datos científicos. Todo llegará.
Para que puedan entender qué es el cambio climático, es mejor conocer cuáles son las razones que lo provocan. Por eso, también vamos a explicar qué es el efecto invernadero y el calentamiento global.
A continuación, nos hemos imaginado tres situaciones en las que un padre o una madre explicaría cada fenómeno a su hijo/a con estas palabras:
Explicar el efecto invernadero a un niño antes de ir a la ducha:
«Hoy vamos a hacer un reto, ¡a ver si te gusta! Tienes que conseguir ducharte en solo 2 minutos. Si lo consigues, el planeta se pondrá muy feliz. Yo estoy convencido de que lo harás y así no gastarás tanta energía.
Piensa que el agua de la ducha está caliente porque se quema un combustible, que puede ser gas, carbón o petróleo. Lo que pasa es que, al quemarse, sale un gas y se va hacia la capa de aire que está alrededor de la tierra, la atmósfera.
Y claro, esta capa no se puede llenar de muchos gases porque entonces el planeta se pone enfermo.
Eso sí, no pienses que toda la culpa es de la ducha. Por ejemplo, cuando cogemos el coche, también sale un gas que se llama CO2 y que se va a la atmósfera.
Por eso tenemos que hacer un buen uso de la energía siempre, para que no haya tantos gases y cuidemos el planeta.
¿Qué te parece el reto? ¿Te apuntas?»
Explicar el calentamiento global de camino al colegio:
«Oye, ¿has contado cuántos días quedan para el verano? Seguro que tienes muchas ganas, ¿verdad? ¡Con lo que te gusta ir a la piscina o a la playa! Pero… ¿te imaginas que siempre hiciese tanto calor como en verano?
A mí también me gusta el frío y la lluvia. ¿Sabes por qué? Porque el planeta necesita las cuatro estaciones para que todo esté bien: los océanos, las montañas, los animales, las flores…
¿Recuerdas lo que hablamos del efecto invernadero el otro día? Pues si hay tantos gases en la atmósfera, el planeta se calienta y cada vez hace más y más calor.
Entonces se derrite el hielo de los polos, sube el nivel del mar y hasta hay inundaciones. Yo creo que los osos polares estarían encantados de que les echáramos una mano, ¿verdad?
Tú ya lo estás haciendo muy bien porque estás reciclando, vas al colegio caminando, coges el bus, ahorras energía… ¡Sigue así porque lo estás haciendo genial!»
El último paso es explicar el cambio climático:
«Sabes, estamos muy orgullosos de ti porque lo estás haciendo muy bien y cuidas mucho el planeta.
Si todos hiciéramos lo mismo, podríamos evitar el cambio climático. ¿Te suenan estas dos palabras?
Verás, el clima es el tiempo que hace en un sitio durante un tiempo. En los últimos siglos, el clima de toda la Tierra ha cambiado. Hay sitios en los que antes llovía más y ahora casi nada. O antes hacía más frío y ahora hace mucho calor.
Esto es porque la temperatura del planeta ha subido y seguro que sabes el motivo. ¿Te acuerdas? Exacto: ¡El calentamiento global!
Si la temperatura sigue subiendo, muchos animales podrían desaparecer o habría sequías en muchos lugares, y ya sabes que sin agua no se puede vivir. Además, si se derrite el hielo de los polos, subirá el nivel del mar y muchos pueblos podrían desaparecer.
Por eso, en casa seguiremos cuidando el planeta. ¿Te parece buena idea?»
Cuando expliques el cambio climático, mejor evita…
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Los tecnicismos. Adapta la explicación al vocabulario de la niña o niño. Lo importante es que entiendan la idea general, no necesitan conocer datos ni estudios concretos.
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Los mensajes negativos. Aunque tú seas consciente de la gravedad del asunto, es mejor que no noten tus sentimientos de preocupación o miedo.
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La presión: a la hora de tratar el cambio climático, hazlo desde la motivación, la positividad y la ilusión. Transmite en cada mensaje que todos podemos ser parte del cambio y que, si ponen de su parte cada día, el planeta estará mejor cuidado.
3 ideas para explicar el cambio climático en la infancia
Las imágenes o los vídeos serán tus mejores aliados para que puedan asimilar los conceptos. Eso sí, intenta que sea un contenido especial para niños y niñas y que despierte su interés desde el primer momento.
También puedes probar con estos métodos:
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Dibujos sobre el cambio climático: es una buena forma de saber qué han entendido.
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Una obra de teatro: con esos mismos dibujos u otros recursos que ellos mismos hagan, pueden preparar una pequeña función para explicar a su manera qué le pasa a la Tierra.
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Tarjetas para el cambio: para entender de dónde salen los gases que llegan a la atmósfera, podéis crear una colección de tarjetas. En una de las caras, se dibuja una acción que genera gases (por ejemplo, un vehículo) mientras que en la cara posterior, se dibuja una solución (una bicicleta). La idea es ir haciendo una colección cada vez más amplia.
De la teoría a la práctica… ¡en familia!
Ahora ya saben qué está pasando en el planeta, pero lo más interesante es que descubran qué pueden hacer ellos/as. De nuevo, el juego y la creatividad son herramientas muy útiles. Aquí te dejamos algunas ideas:
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El capitán del reciclaje: el niño o la niña deberá supervisar que en casa se recicla correctamente. Toda una responsabilidad que les encantará asumir.
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Hacer una manualidad: ha llegado la hora de ponerse manos a la obra y crear un proyecto para dar una nueva vida a los residuos. Por ejemplo, se puede hacer un portalápices a partir de una botella de plástico.
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Ideas con energía: cada semana, en familia, haréis una lista con ideas para ahorrar energía entre todos. Cuanto más creativas, ¡mejor!
Un planeta para todas las familias…
¡Y todas las familias unidas para el planeta! Esperamos que los ejemplos que hemos compartido te sirvan de inspiración. Su intención es reflejar cómo se puede adaptar un tema como el cambio climático al mundo de los más pequeños.
Y en vuestra casa, ¿qué importancia le dais a la educación ambiental? ¿Cómo habláis de estos asuntos?
Recuerda reforzar cada gesto positivo que los niños y niñas hagan. Cuidar el planeta no debería ser un sacrificio, sino algo que forma parte de nuestro día a día y que nos llena de #BuenasEnergías.