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Ventajas y beneficios de las pilas recargables

22 JUNIO 2021, SE LEE EN 5 MINUTOS

Hay muchos motivos por los que preferir las pilas recargables antes que las convencionales. Ganan en duración y sostenibilidad, y hoy vamos a explicarte porqué deberías tenerlas presentes en caso de que necesites este tipo de batería.

Las pilas están en muchos aparatos cotidianos: en el mando de la televisión, en el del aire acondicionado, en el teclado bluetooth, en el ratón inalámbrico…

A veces recurrimos a las pilas convencionales (también llamadas primarias) porque son más baratas que las secundarias o recargables que, además, requieren de un cargador de pilas. Este desembolso económico inicial es lo que muchas veces hace que los usuarios prefieran las pilas convencionales. Además, las pilas recargables tienen que ser cargadas antes de su primer uso. Eso disuade a los posibles compradores, que necesitan las pilas para un uso inmediato. Ahora hay nuevas baterías de baja autodescarga que permiten que estas vengan cargadas al 70% de su capacidad. ¡Problema solucionado!

Sabiendo que las vas a usar muchos años, ahora puedes tomar la decisión siendo mucho más consciente de tu compra.

Para empezar, las pilas recargables pueden durar hasta 1.000 veces más que las pilas convencionales. ¡Eso es mucha vida útil! Debería ser el principal motivo por el que apostar por este tipo de pilas. Esto implica que resulten más ecológicas para el medio ambiente, ya que solo se tendrá que producir una pila que tú mismo te encargarás de recargar, ahorrando ese residuo desechable al planeta.

Hoy en día se utiliza el término pila y batería casi indistintamente, pero técnicamente se consideran pilas cuando sufren un proceso irreversible y no se pueden volver a cargar, y se consideran baterías cuando recuperan su carga si se les suministra corriente eléctrica. Pero comúnmente, se habla de pilas alcalinas y pilas recargables.


Pilas recargables

Tipos de pilas

Las pilas funcionan gracias a reacciones electroquímicas eléctricamente reversibles, es decir, se agotan sus materiales cuando la reacción discurre en un sentido, y se recargan (en el caso de ser posible) cuando entra corriente eléctrica en sentido inverso.

En cuanto a forma, las más populares son las de prisma rectangular, las cilíndricas y las de botón.

Actualmente hay muchos tipos de pilas, vamos a resumir las principales:

Pilas alcalinas: También llamadas de tipo Malloryson, suelen identificarse por tener una “L” en el envase. Tienen más capacidad que otro tipo de pilas no recargables, proporcionando entre tres y cinco veces más tiempo de funcionamiento, aunque depende de la potencia consumida por el dispositivo en el que se conecta.

A estas se les asigna distintas letras: AAA, AA, C, D… E indican el tamaño de la pila y la potencia de estas, que debe ser diferente dependiendo del dispositivo para el que las necesites.

Pilas de litio: Hay que diferenciar entre baterías de litio y baterías de iones de litio. Las primeras son desechables y con capacidad muy similar a las alcalinas, produciendo voltajes entre 1,5 V y 3,7 V. Las segundas son recargables y son muy usadas en dispositivos electrónicos portátiles. El punto negativo es que las pilas de litio son mucho más contaminantes que las alcalinas.

Las pilas de botón son fácilmente reconocibles por su forma redondeada y plana. Tienen una larga duración y son las utilizadas en relojes y audífonos, por ejemplo. Son un ejemplo de pila de litio.

Pilas recargables: Estas poseen dos o más celdas de energía, en contraste con las de un solo uso, que tienen una celda de energía. Por ello son las más recomendadas, pueden funcionar muchos años con ayuda de un cargador de pilas.


Cargador pilas

Tipos de pilas recargables

Las pilas recargables emplean diferentes combinaciones de productos químicos, las más usadas son las de níquel-cadmio, las de níquel-metal hidruro y las de iones de litio.
 

Pilas de níquel-cadmio (NiCd)



Están cada vez más en desuso. Estas pilas tienen un “efecto memoria” que reduce su capacidad si no se cargan correctamente. Además, el cadmio es un elemento muy contaminante.
 

Pilas de níquel-metalhidruro (NiMH)



Tienen una mayor densidad energética y no presentan problemas de “memoria” como en las de NiCd, aunque su tasa de autodescarga es alta. Se desaconsejan para objetos con periodos largos entre usos, como el mando de la televisión. Al tener mayor resistencia interna, la velocidad de carga es más baja que en las de níquel-cadmio.
 

Pilas de litio (Li-ion)



Forman parte de nuestra rutina diaria, tanto que están presentes en todos los teléfonos móviles. Se puede encontrar en forma de pilas tradicionales con una densidad energética superior los dos ejemplos anteriores, aunque su durabilidad es menor.
Cada uno de este tipo de pilas necesitará cargadores específicos, ya que tienen diferente voltaje.

Usos y aplicaciones de las pilas recargables

Concebimos las pilas como objetos pequeños, pero en realidad los usos y aplicaciones de estas son muy diversos y algunos no te los imaginas.

Las pilas o baterías recargables se utilizan desde permitir el funcionamiento del mando de la televisión a recargar un automóvil eléctrico. Los coches eléctricos funcionan con batería, que se recargan en fuentes de alimentación que funcionan con baterías recargables, que aprovisionan de energía eléctrica que disponen en
puntos de recarga.

También se utilizan en vehículos ligeros, como sillas de ruedas monitorizadas, bicicletas eléctricas, carretillas elevadoras eléctricas… También en dispositivos del hogar como los termostatos a pilas y en relojes digitales.


Reciclar pilas

Contribuyendo a la sostenibilidad

Hoy en día hay muchos dispositivos electrónicos que requieren baterías, y cada vez se exige que estas duren más. Una pila recargable siempre será preferible a una convencional. Primero por el hecho de reducir materiales y energía empleada en su fabricación, lo que contaminará mucho menos el medioambiente y, sobre todo, se evita que se convierta en un residuo contaminante y difícil de descartar.

Además, una pila alcalina necesita 50 veces más energía en su fabricación que la que realmente aporta a su destinatario, mientras que una recargable ofrece unas 2500 veces más energía.

Hay maneras de cargar las pilas a partir de energías renovables, como la generada a partir de
paneles fotovoltaicos. Con este sistema se almacena la energía eléctrica generada durante el día para su posterior uso. Las baterías se cargan de noche y emplean su energía durante el día. Esto elimina la generación estándar de energía en hora punta y ayuda a amortizar el coste del generador de energía del dispositivo.

Unos últimos apuntes para cuidar tus pilas:
  • Guárdalas en un lugar fresco y seco.
  • No las dejes caer al suelo.
  • Ten en cuenta que mientras más se carguen y se usen, más durarán.
  • Elije un cargador de pilas recargables con apagado automático, así evitarás el recalentamiento y que se dañe la pila.
Ahora que sabes más sobre las pilas recargables y conoces los diferentes tipos, seguro que sabrás elegir las más adecuadas para cada dispositivo.

¡Te deseamos un día con mucha energía!

¿Conocías todas estas ventajas de las pilas recargables?

 

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