Seguro que recuerdas aquellas clases de ciencias en las que aprendías cómo funcionan los circuitos eléctricos. En el fondo, es una manera de darse cuenta de la importancia de la energía en nuestras vidas. Sin ella, no podríamos hacer la gran mayoría de las actividades. Pero, ahora, ¿sabes qué es el voltaje? ¿Podrías medirlo? ¿Conoces los tipos que existen?
Con el tiempo, vamos olvidando muchas del colegio. Es normal salvo que te dediques profesionalmente a este sector. Sin embargo, hay algunos conceptos que nos pueden resultar muy útiles en situaciones cotidianas. El voltaje es uno de ellos y por eso vamos a repasar lo más destacado.
No te preocupes que en este caso, no habrá examen final. Solo queremos explicarte de forma detallada qué es el voltaje eléctrico, cómo puedes medirlo si lo necesitas y para qué sirve.
¿Qué es el voltaje?
Para entender qué es el voltaje, hay que recordar que la electricidad es el flujo de electrones libres entre átomos. La corriente eléctrica no puede existir sin este movimiento que, a su vez, solo se produce cuando hay una diferencia de potencial en el camino por el que circulan los electrones.
Es verdad que sin voltaje los electrones pueden moverse igual, pero lo hacen libremente, al azar. Solo cuando aplicamos esta tensión o voltaje, los electrones se mueven en la misma dirección entre dos puntos y generan la corriente que necesitamos.
¿Para qué sirve el voltaje?
En el día a día no somos conscientes de que estamos rodeados de voltajes, pero basta una pregunta para entenderlo todo: ¿cuántos enchufes tienes en casa?
Si te fijas, los enchufes tienen dos agujeros y, entre ellos, hay una diferencia de 230 V (así se simbolizan los voltios, la unidad que mide el voltaje). Esto es lo normal en las instalaciones eléctricas domésticas, aunque hace años eran 220 V.
Pues bien, cuando enchufas el cargador de tu portátil, los electrones empiezan a circular entre esos dos puntos y se genera una corriente eléctrica con una tensión de 230 V que llena de energía tu ordenador para que después puedas llevártelo y utilizarlo en cualquier lugar.
Saber qué es el voltaje te permite entender mejor el funcionamiento de todo lo que necesita energía eléctrica.
¿Sabías que el voltaje puede cambiar según el país?
Si vas a viajar, te aconsejamos comprobar antes el voltaje de los enchufes de tu destino para evitar averías en los aparatos eléctricos.
En la mayoría de los países europeos suele ser de 230 V, pero en el resto del mundo, hay más diferencias. Australia tiene 240 V; las Bahamas, 120; Colombia, 110 V, y Japón, 100. En internet encontrarás fácilmente listados con todos los datos. Además del voltaje, tienes que comprobar la forma de los enchufes, porque hay varios tipos distintos según la posición de las clavijas, el tamaño, etcétera. Si viajas, será necesario que compres adaptadores.
Voltaje: los tipos que debes conocer
Ahora que sabes qué es el voltaje, ya podemos hablar de los tipos que hay según sus características.
Voltaje inducido
Es el voltaje conocido como “fuerza electromotriz”, que hace referencia a la capacidad de un generador, una batería o una pila para:
- Generar una corriente eléctrica en un circuito cerrado
- Mantener una tensión eléctrica en un circuito abierto
- Un circuito cerrado es un círculo completo, donde todas las corrientes circulan hasta llegar a su punto de inicio. Esto ocurre cuando conectamos cualquier dispositivo en un enchufe.
- En cambio, en un circuito abierto, el círculo no está completo y hay huecos o aperturas en la trayectoria. Por eso no puede existir un flujo de energía que permita la carga.
Voltaje alterno (VA)
Permite transmitir la energía a largas distancias hasta llegar a los enchufes de nuestras casas.
Voltaje continuo (VCC)
Es el que utiliza la mayoría de nuestros electrodomésticos. Para pasar de uno a otro se necesita un transformador, que puede ser externo, como el del cargador de un móvil, o interno, como el de una batidora.
Voltaje de corriente directa (VD)
Se trata de un punto intermedio entre los voltajes alternos y continuos. ¿Cómo funciona? Transformando la corriente alterna en corriente continua, en su mayor parte con fusibles y transformadores. Si buscas ejemplos reales, los encontrarás en las baterías y motores.
El voltaje y los voltios
En este artículo ya hemos hablado del voltio. Se expresa con el símbolo V y es la unidad que el Sistema Internacional ha establecido para medir la diferencia de potencial entre los dos puntos por los que viajan los electrones.
Los voltios tienen este nombre en homenaje a Alessandro Volta (1745–1827), el científico italiano responsable de uno de los inventos más importantes de todos los tiempos: la pila.
¿Cómo se mide el voltaje? Te lo contamos
En el año 1827, el matemático y físico alemán Georg Simon Ohm creó una de las leyes esenciales de la electrodinámica. Nos referimos a la ley de Ohm, según la cual "en un circuito eléctrico, la intensidad de la corriente que lo recorre es directamente proporcional a la tensión aplicada e inversamente proporcional a la resistencia que este presenta".
Sin embargo, como te hemos dicho al principio del artículo, queremos explicarte todos estos conceptos de la forma más sencilla posible. Por eso, quédate con la idea de que la ley de Ohm es una fórmula matemática para establecer la relación entre la corriente, el voltaje y la resistencia en un circuito eléctrico.
El voltaje ya lo hemos tratado, pero nos quedan dos conceptos por repasar:
La corriente: la cantidad de electricidad que fluye por un conductor en la unidad de tiempo. Se mide en amperios.
La resistencia: la dificultad con la que se encuentra la corriente para pasar por un circuito, lo que hace que la carga se vaya frenando. La resistencia se mide en ohmios (Ω) y la descubrió el mismo Ohm. Por ejemplo, en el caso de un río, la resistencia serían las piedras o la vegetación que encuentra el agua a su paso.
La fórmula es la siguiente:
Si tienes un aparato eléctrico cuyo voltaje es de 110 V y su resistencia es de 40 Ω, ¿sabrías decir cuál es la intensidad de la corriente? Con la ley de Ohm es fácil:
I = 120/40, que nos da el resultado de 3 A (amperios).
El concepto de voltaje y otras dudas
Uno de los errores más frecuentes es confundir los voltios con los vatios o los amperios. Como también son esenciales en el mundo de la electricidad, queremos hablarte de ellos brevemente para que conozcas las diferencias.
¿Qué son los amperios? ¿En qué se diferencian de los voltios?
Empecemos por el principio. Los amperios son las unidades que miden la intensidad de una corriente o la capacidad de una carga eléctrica. Su nombre es un homenaje al matemático y físico francés André-Marie Ampère, inventor del primer telégrafo eléctrico.
El amperio-hora (abreviado Ah) es, por lo tanto, la cantidad de energía que puede circular por un circuito durante una hora de tiempo.
Si te imaginas un río, los amperios serían el caudal o la intensidad del agua, es decir, los litros que fluyen por el río. Recuerda que los voltios serían la diferencia de altura en un terreno que hace que el agua del río no se quede estancada y pueda ir de las montañas al mar.
¿Los vatios también son diferentes a los voltios?
Por su parte, los vatios (cuyo símbolo es W) son las unidades que miden la potencia eléctrica. En otras palabras, la energía que se suministra en un espacio de tiempo concreto.
Dicha potencia se obtiene de multiplicar el voltaje (medido en voltios) y la corriente (medida en amperios):
Vatios (W) = Voltios (A) x Amperios (A)
Cuando una persona dice “he consumido 200 kW este mes”, en realidad tendría que decir “he consumido 200 kWh”, porque es la potencia que gasta por hora.
Aunque no lo parezca, saber qué son los vatios y en qué se diferencian de los voltios o los amperios es muy útil en tu día a día. ¿Quieres ver dos ejemplos?
En primer lugar, es útil para conocer la potencia de tus electrodomésticos y saber cuánto van a consumir. Por eso siempre te recomendamos echar un vistazo a la etiqueta energética, que es donde encontrarás este dato. Solo tienes que buscar su potencia estimada en W.
Otro caso en que los vatios son importantes es a la hora de contratar la potencia para tu hogar.
Ya sabes que si quieres ahorrar en la factura de la luz y hacer un uso más eficiente de la energía, es indispensable elegir la potencia que más te conviene. No todas las casas necesitan la misma, ya que hay muchos factores que entran en juego:
Número de convivientes.
Tamaño de la vivienda.
El número de electrodomésticos y el tiempo que estarán conectados a la vez.
El tipo de instalación: si es monofásica o trifásica.
La potencia de tu hogar no es óptima si…
Saltan los plomos muchas veces
Si el Interruptor de Control de Potencia (ICP) salta a menudo y te quedas sin suministro eléctrico durante un tiempo, puede ser una señal de que tienes una potencia contratada inferior a la que necesitas.
En estos casos, suele decirse que han “saltado” los plomos, pero lo cierto es que esta expresión ya no es correcta. Antes sí, porque las viviendas tenían contadores con unas barras de cerámica y plomo, y cuando había una sobrecarga de potencia, las barritas se fundían y había que sustituirlas. Ahora, lo correcto sería decir que ha saltado el limitador de potencia.
Tu factura de luz es muy elevada
Quizá no te saltan los plomos, pero estás pagando de más por el término fijo o de potencia.
En estos casos, te recomendamos calcular la potencia y salir de dudas. Puedes hacerlo contratando a un electricista autorizado para que haga el análisis pertinente o con otro método que es rápido y sencillo: nuestra calculadora de potencia.
El voltaje importa pero la tarifa de luz es clave
Ahora ya sabes qué es el voltaje, qué tipos hay y para qué sirven. Y hemos aprovechado la ocasión para hablarte de vatios y amperios y para resolver las dudas más comunes que generan todos estos conceptos. Pero, si algo sabemos es que en la práctica, lo mas importante es estar tranquilo con tu factura energética.
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