Bomba de calor: funcionamiento eficiente

¿Es la bomba de calor más barata que un sistema de calefacción con caldera? ¿Es verdad que contribuye al ahorro? La respuesta a todas estas preguntas es relativa puesto que, al final, todo se reduce a una cuestión de rendimiento. La bomba de calor es, eso sí, un sistema eficiente, ya que consume menos de lo que rinde, produciendo más energía de la que gasta.

Funcionamiento de la bomba de calor:

Técnicamente, una bomba de calor es un sistema de refrigeración que se puede invertir para calentar o enfriar un espacio determinado. La instalación de un sistema de este tipo consiste típicamente de tres elementos:

• Una unidad interior que hace la función de controladora de aire.
• Una unidad exterior, similar a un aire acondicionado central.
• Entre ellas, un compresor hace circular el refrigerante, que absorbe y libera calor a medida que viaja de una unidad a la otra.

El funcionamiento de una bomba de calor podría representarse como un transportador de calor constante, que se basa en el movimiento de aire caliente desplazándose de un lugar a otro. Va a donde es necesario, alejándose de donde ya no se necesita, dependiendo de la estación. Cuando hace frío fuera una bomba de calor extrae el calor del aire y lo transfiere hacia dentro. En los meses de verano, cuando suben los grados que marca el termómetro, invierte direcciones a medida que la temperatura exterior aumenta y actúa como un aire acondicionado, eliminando el calor de las instalaciones de la empresa.

Beneficios de la bomba de calor

Las ventajas más importantes de la bomba de calor son:

• La bomba de calor se ocupa de mover el calor, en vez de encargarse de generarlo, lo que la hace mucho más eficiente desde el punto de vista energético.
• La bomba de calor es versátil, y logra acondicionar los espacios durante todo el año, no siendo necesario incorporar un elemento extra, como sería una caldera en invierno o un aire acondicionado o enfriadora en verano.
• La temperatura que se alcanza con la bomba de calor es, generalmente, mucho más saludable, al evitarse los excesos que se pueden cometer, tanto por calentamiento, como por enfriamiento con otros sistemas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que las bombas de calor dan mejores resultados en climas moderados. Si se emplean en lugares muy fríos pueden no resultar suficientes para alcanzar la temperatura de confort, por lo que se requeriría de una fuente de calor adicional. Lo mismo sucede en el caso opuesto. Si se opta por la instalación de una bomba de calor en un lugar donde durante varios meses al año las temperaturas son significativamente elevadas, dependiendo de las necesidades del negocio es probable que se termine planteando la solución de incorporar algún tipo de sistema de refrigeración extra que ayude a refrescar las estancias hasta alcanzar temperaturas adecuadas para el trabajo de oficina (entre los 19 ºC y los 24 ºC) o el trabajo físico, por ejemplo de carga y descarga (nunca superior a 24 ºC).