Sistemas de aire acondicionado por conductos
Climatización 28 marzo, 2016
Los sistemas de aire acondicionado, y en general los sistemas de climatización, se han convertido en una de las tecnologías más eficientes a la hora de conseguir enfriar o calentar las estancias en todo tipo de edificaciones, tanto residenciales, comerciales, de servicios e industriales. Logran controlar la temperatura, la humedad y la velocidad de circulación del aire con lo que se alcanzan niveles de confort muy elevado con costes asumibles.
Unas de las configuraciones con mejor rendimiento es la denominada como climatización por conductos en la que, a partir de una unidad central, un sistema de distribución de aire a través de conductos debidamente aislados distribuye el calor, o el frío, hacia los distintos locales a climatizar. Pueden ir camuflados en el interior de los falsos techos, cuando éstos existen, reduciendo el espacio, y el impacto visual, necesario para los equipos. Por esta razón tiene mucha aceptación en edificios del sector terciario y en vivienda residencial con este tipo de configuración. Cuando no existen esta clase de huecos de construcción se puede realizar un tendido visto de las conducciones, muy apreciado en instalaciones de inspiración industrial.
Con estos sistemas se consiguen altos grados de zonificación, es decir, se puede adaptar en cada momento la temperatura de los distintos lugares a las circunstancias reales. Para permitir este control individualizado es necesario instalar en cada una de las zonas un termostato que permita controlar unas rejillas instaladas de forma estratégica para permitir controlar la salida de aire por los conductos. Los termostatos, en función de la temperatura de consigna y de la del local, dan las órdenes oportunas para abrir o cerrar las rejillas, permitiendo una regulación automática del sistema.
Con esto se consigue utilizar la energía allí donde se necesita en cada momento permitiendo un control efectivo del gasto. Además, a este sistema de control se le pueden acoplar todo tipo de aplicaciones domóticas que contribuyen a una personalización del sistema de automatización.
Aunque estos sistemas de climatización requieren una inversión inicial más alta, tanto por los equipos necesarios como por las distintas labores auxiliares necesarias, la eficiencia energética conseguida permite amortizar la inversión en periodos razonables, los equipos actuales alcanzan rendimientos superiores al 400%.
La existencia de una red de conductos hace necesario un adecuado programa de limpieza y mantenimiento. Para evitar problemas por acumulación de residuos, minerales y biológicos, que pueden derivar en problemas como el conocido síndrome del edificio enfermo, es preciso realizar un lavado exhaustivo del interior de los conductos . Para esto existen varios sistemas.
Se puede realizar la limpieza mediante un robot de pequeñas dimensiones autopropulsado que circula por el interior de los conductos aspirando y recogiendo los distintos residuos encontrados. También hay procedimientos basados en la inyección de agua tratada, o de aire a presión, por los distintos tramos consiguiendo los efectos deseados.
A la hora de escoger los equipos necesarios es vital conocer el etiquetado de eficiencia energética que nos informa sobre el coste energético final del sistema. Existen etiquetados diferenciados para los ciclos de calefacción y de refrigeración.
Para el ciclo de calor el etiquetado se fundamenta en el coeficiente de rendimiento estacional, SCOP. En el funcionamiento como generador de frío el cálculo se cimenta sobre el factor de eficiencia energética estacional o SEER. Con los distintos valores se genera una etiqueta energética que informa mediante colores de cuánto gasta el sistema; del menos eficiente en color rojo, hasta el color verde que caracteriza a los más ahorradores.