La preocupación por el ahorro energético nos puede llevar a perder en confort cuando estamos en casa. Este es el dilema que se plantea cada vez en más hogares, especialmente durante los meses de invierno. Pero, ¿es inevitable renunciar a calidad de vida para no dejarnos el sueldo en calentar nuestras viviendas? Ya te adelantamos que no, que puedes seguir estando a gusto y, a la vez, ahorrar. Una de las claves es acertar y tener la calefacción a la temperatura ideal. Veamos cómo conseguirlo.

¿Cómo saber si tienes la calefacción en la temperatura ideal?

Llegan los primeros anuncios de bajada de temperaturas, y a la mayoría nos asaltan las mismas dudas: ¿Cuándo encender y a cuánto poner la calefacción? De lo que se trata es de estar en casa sin que se nos hielen hasta las ideas, y sin que se dispare el importe de la factura. Encontrar este equilibrio parece casi tan difícil de resolver como el problema de la cuadratura del círculo. Sin embargo, quizá es más sencillo, y todo tiene que ver con que no enfocamos adecuadamente el tema.

Vamos a empezar por lo más básico: ¿Qué es la temperatura ideal? Desmontemos esta primera cuestión, ya que realmente no existe una temperatura ideal como tal. Según todos los expertos, es más correcto hablar de temperatura recomendada de la calefacción. Teniendo en cuenta el bienestar, la eficiencia energética y la sostenibilidad, la temperatura ideal de la calefacción debería oscilar entre los 19º y 21º durante el día. Y, por la noche, no se recomienda que baje de los 15°, más bien mantenerla en torno a los 17º.

Estamos casi seguros de que estas cifras no te han sorprendido; al contrario, que te resultan bastante familiares. Por poca información que hayas buscado sobre calefacción y temperatura ideal, es más que probable que estos datos te hayan saltado rápidamente. Sin embargo, ¿te han servido en la práctica? Pues esa la ayuda que pretendemos proporcionarte, ampliando algunos detalles que puedes aplicar fácilmente en tu día a día.

• Cada grado menos en la calefacción supone un ahorro de un 7% en tu factura.
• La temperatura neutra, es decir, cuando no sentimos ni frío ni calor, estaría en los 20º, según estudios realizados desde la Universidad Técnica de Dinamarca. Este cálculo se refiere a un individuo en reposo y medianamente abrigado.
• Las personas “caldeamos” el ambiente. Es decir, con los mismos metros cuadrados, una casa habitada por más personas se calienta antes y mantiene mejor la temperatura.

Consejos para calcular la temperatura de la calefacción en invierno

Una vez que hemos fijado los límites en los que se mueve este concepto de calefacción a la temperatura ideal, es el momento de pasar a la práctica. Porque ya hemos visto que hay distintas variables que influyen a la hora de fijar la temperatura de la calefacción en invierno. Por supuesto, la sensibilidad que cada uno de nosotros tenemos respecto al frío o cómo de abrigados acostumbremos a estar dentro de casa.

Pero, además, hay otros factores objetivos que afectan a esa decisión sobre a cuántos grados hay que poner la calefacción. Estos son los más significativos:

1. El número de radiadores de la vivienda

La cantidad de radiadores está directamente relacionada con la temperatura a la que debes poner la calefacción. Si tu vivienda no dispone de los radiadores suficientes, vas a necesitar subir los grados del termostato. Y, ¿cómo sabes si tienes o no el número correcto? En este punto, te recomendamos que consultes con un profesional, porque el cálculo es más complejo de lo que parece. Para que te hagas una idea, hay que tener en cuenta elementos como:

• La ubicación de la vivienda. Evidentemente, no es lo mismo que vivas en una localidad de clima frío o en una zona más templada.
• La orientación de las habitaciones. Aquí es importante saber si le da el sol muchas horas al día y, además, si son las horas centrales, cuando más calientan los rayos.
• Las dimensiones de la casa. Cuidado porque no solo se trata de los metros cuadrados, también hay que valorar si hay tabiques y puertas o es un espacio abierto.
• El nivel de aislamiento térmico. Indudablemente, el tipo de cerramientos y las paredes u otros elementos aislantes son determinantes en el mantenimiento de la temperatura ideal dentro de una casa.

2. Calefacción a temperatura ideal: edad y salud

Los grados de temperatura de una estancia afectan no solo al confort, también tienen repercusiones en la salud de las personas. Y, aquí, es importante señalar que tan perjudicial es pasar frío como que haga demasiado calor. Además, en el caso de la calefacción, no olvides que afecta a la humedad del aire.

Por eso, a la hora de fijar a cuánto poner la calefacción, tienes que valorar quiénes vivís en casa. Las necesidades varían mucho dependiendo de la edad. Los bebés y las personas mayores son más sensibles al frío, ya que su temperatura corporal es menor. La temperatura recomendada de la calefacción en sus habitaciones debería estar algo más alta, unos 22º de día y entre 18º-20º de noche.

Pero cuidado con pasarte con el termostato. Una elevada temperatura puede tener efectos negativos como:

• Dolores de cabeza.
• Reducción de la capacidad de concentración.
• Sequedad y deshidratación en la piel, con mayor riesgo de irritaciones.
• Mucosas menos húmedas, con la consiguiente afectación en la respiración o más propensión a afonías.
• Más incidencia de alergias.
• Mayor dificultad para dormir.
• Virus y bacterias proliferan con más facilidad a temperaturas altas y menos humedad.

3. Distintas temperaturas, según estancias

Finalmente, queda un último factor determinante al programar a cuánto poner la calefacción, las distintas habitaciones y las actividades que realizamos en ellas. A grandes rasgos, puedes guiarte por estas recomendaciones:

• Apaga los radiadores en las estancias que no uses o estén vacías de manera permanente.
• La cocina cuenta con otras fuentes de calor, por lo que basta con mantener la calefacción a 18º.
• En el comedor, el salón y habitaciones dedicadas a actividades sedentarias (estudio, trabajo, lectura), la calefacción a temperatura ideal se mueve entre los 20º-21º.
• Los dormitorios, si solo se usan por la noche, puedes mantenerlos a 18º durante el día.
• Los pasillos, despensas, trasteros o almacenes no necesitan más de 17º.
• La temperatura recomendada de la calefacción en los baños es de unos 18º. Puedes subirla un poco más, cuando vayas a usar la ducha o si vas a bañar a los peques, sobre todo, para que esté más caldeado al salir.

Eso sí, controlar la temperatura de la calefacción de forma concreta según las estancias, implica que instales válvulas termostáticas en los radiadores. Te recomendamos que lo valores, porque es una mínima inversión que te reportará grandes beneficios en eficiencia energética.

En general, para optimizar estos consejos sobre la calefacción a temperatura ideal, es interesante que cuentes con instalaciones en perfecto estado y adecuadas a las características de tu vivienda. Por supuesto, la caldera es la pieza esencial de todo el sistema. En Naturgy puedes solicitarnos información. Disponemos de un servicio de calderas con asesoramiento personalizado e instalación rápida, además de otras ventajas de mantenimiento y asistencia para urgencias. ¡Todo para que no pases frío en casa, ni te quedes helado al ver tu factura de calefacción!