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Aunque hace mucho que se habla de desarrollo sostenible, estos últimos años este concepto está en auge por la Agenda 2030 que adoptó Naciones Unidas en 2015, con 17 Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS), en los que se fijaron diversas metas a las que llegar antes de ese año.
La primera vez que constó el término “desarrollo sostenible'' en un informe fue en el Informe Brundtland, publicado en 1987 y elaborado por distintas naciones para Naciones Unidas. En él se habla de las consecuencias medioambientales negativas del desarrollo económico y la globalización. Se alertaba del peligro que suponían y se ofrecían soluciones a los problemas derivados de la industrialización y el crecimiento poblacional.
La redacción de esta llamada de atención supuso un cambio social, medioambiental y económico que planteaba discusiones morales nunca debatidas.
Según la UNESCO, estos son los principios que ejemplifican la acción del desarrollo sostenible:
-Valores y decisiones sobre el estilo de vida
-Democracia y participación ciudadana
-Diversidad
-Derechos humanos
-Interdependencia
-Equidad y justicia mundiales
-Conservación
-Derechos de las generaciones futuras
-Vitalidad económica
-Principio de precaución
A veces es complicado pensar a largo plazo, por eso, la Agenda 2030 se creó para marcar una pauta común para todo el planeta y asegurar un futuro mejor.
Estas serían las principales medidas que se aprobaron:
El concepto “economía descarbonizada” viene del anglicismo “decarbonized economy”, y establece que en una economía y sociedad baja en carbono, las emisiones de CO2 son inferiores a las requeridas para evitar un calentamiento global de la atmósfera suponga un cambio climático con consecuencias catastróficas.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) está en la estrategia de la UE, con la que quieren “dejar atrás una economía propulsada por los combustibles fósiles” mediante el impulso de las energías renovables.
En España, las energías renovables han aportado un 44% de la electricidad en 2020. El modelo de producción y distribución de electricidad se irá transformando a lo largo de los años, favoreciendo que los usuarios puedan generar energía y almacenarla localmente o destinarla a su vehículo eléctrico, por ejemplo. Las mejoras que se implanten en la eficiencia energética serán esenciales para la reducción de emisiones.
Siguiendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el número 7 es sobre la “Energía asequible y no contaminante”. Con este objetivo se quiere garantizar el acceso universal a servicios energéticos fiables y modernos, aumentando la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas.
El objetivo número 11 se centra en crear “Ciudades y comunidades sostenibles”, siendo las ciudades y comunidades sostenibles los modelos del futuro. Estos permitirían el ahorro de energía y recursos naturales, la reducción de emisiones CO2 y otros contaminantes, mejorando así la salud y el bienestar de las personas.
Para asumirlo serán necesarios los servicios acreditados, ya que aportan garantías en esta transformación a través de actividades como la evaluación de la eficiencia energética de instalaciones térmicas de edificios, la verificación y control urbanístico, la evaluación de la calidad del aire o la verificación de la emisión de gases de efecto invernadero, entre muchos otros.
El objetivo número 13, “Acción por el clima” está apoyado por, entre otras muchas acciones, el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (EU ETS), siendo una herramienta básica en la estrategia de la UE para reducir las emisiones de CO2 de la generación eléctrica, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático. Gracias a ello, el impulso de las energías renovables en los últimos años ha sido una realidad sin precedentes.
En este sentido, mirar a las tecnologías de energía renovable como la solar fotovoltaica permite el acceso a servicios energéticos más eficientes que no emiten CO2, tanto para grandes consumidores de electricidad como para pequeños, ya que el coste de la inversión de los paneles solares se compensa con los ahorros que provee una energía limpia y barata como es el sol.
¿Te has planteado usar fuentes de energía renovable para tener un estilo de vida más sostenible? Recuerda, la sostenibilidad es un deber de todos y con ello contribuirías a conseguir los ODS, y, por tanto, a alargar la vida saludable en el planeta.
La primera vez que constó el término “desarrollo sostenible'' en un informe fue en el Informe Brundtland, publicado en 1987 y elaborado por distintas naciones para Naciones Unidas. En él se habla de las consecuencias medioambientales negativas del desarrollo económico y la globalización. Se alertaba del peligro que suponían y se ofrecían soluciones a los problemas derivados de la industrialización y el crecimiento poblacional.
La redacción de esta llamada de atención supuso un cambio social, medioambiental y económico que planteaba discusiones morales nunca debatidas.
Objetivos del desarrollo sostenible
Los elementos clave a armonizar en el desarrollo sostenible son:- El crecimiento económico
- La inclusión social
- La protección del medio ambiente
Según la UNESCO, estos son los principios que ejemplifican la acción del desarrollo sostenible:
-Valores y decisiones sobre el estilo de vida
-Democracia y participación ciudadana
-Diversidad
-Derechos humanos
-Interdependencia
-Equidad y justicia mundiales
-Conservación
-Derechos de las generaciones futuras
-Vitalidad económica
-Principio de precaución
A veces es complicado pensar a largo plazo, por eso, la Agenda 2030 se creó para marcar una pauta común para todo el planeta y asegurar un futuro mejor.
Estas serían las principales medidas que se aprobaron:
- Erradicación de la pobreza y el hambre, garantizando una vida sana.
- Universalizar el acceso a servicios básicos, como agua, el saneamiento y la energía sostenible.
- Apoyar la generación de oportunidades de desarrollo a través de la educación inclusiva y el trabajo digno.
- Fomentar la innovación e infraestructuras resilientes creando ciudades y comunidades capaces de consumir y producir de manera sostenible.
- Reducir las desigualdades, especialmente las de género.
- Cuidar el medio ambiente combatiendo el cambio climático y protegiendo los océanos y ecosistemas terrestres.
- Promover la colaboración entre los diferentes agentes sociales para crear un ambiente de paz y desarrollo sostenible.
Sostenibilidad medioambiental, social y económica
Comprender que hay diferentes tipos de sostenibilidad nos hará ser conscientes y consecuentes de nuestro impacto en el planeta:- La sostenibilidad medioambiental trata de usar con consciencia los recursos de la naturaleza, ya que esta no es una fuente inagotable de recursos. Para ello hay que potenciar las fuentes de energía y recursos renovables, pero, sobre todo, reutilizar y ahorrar recursos.
- La sostenibilidad social consiste en fomentar el desarrollo de las personas, comunidades y culturas con el objetivo de conseguir un nivel global de calidad de vida. Engloba la sanidad, la educación, la igualdad de género, etc.
- La sostenibilidad económica busca fomentar un crecimiento económico estable que genere riqueza equitativa sin perjudicar los recursos naturales. Porque no vale crecer a cualquier precio. Este tipo de sostenibilidad es clave para implementar los modelos anteriores.
El rol del sector eléctrico en el desarrollo sostenible
El Comité Económico y Social Europeo expone que para lograr el cambio transformador hacia un desarrollo sostenible, entre otros puntos, está lograr “una transición justa hacia una economía descarbonizada, circular y eficiente en el uso de los recursos”.El concepto “economía descarbonizada” viene del anglicismo “decarbonized economy”, y establece que en una economía y sociedad baja en carbono, las emisiones de CO2 son inferiores a las requeridas para evitar un calentamiento global de la atmósfera suponga un cambio climático con consecuencias catastróficas.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) está en la estrategia de la UE, con la que quieren “dejar atrás una economía propulsada por los combustibles fósiles” mediante el impulso de las energías renovables.
En España, las energías renovables han aportado un 44% de la electricidad en 2020. El modelo de producción y distribución de electricidad se irá transformando a lo largo de los años, favoreciendo que los usuarios puedan generar energía y almacenarla localmente o destinarla a su vehículo eléctrico, por ejemplo. Las mejoras que se implanten en la eficiencia energética serán esenciales para la reducción de emisiones.
Siguiendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el número 7 es sobre la “Energía asequible y no contaminante”. Con este objetivo se quiere garantizar el acceso universal a servicios energéticos fiables y modernos, aumentando la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas.
El objetivo número 11 se centra en crear “Ciudades y comunidades sostenibles”, siendo las ciudades y comunidades sostenibles los modelos del futuro. Estos permitirían el ahorro de energía y recursos naturales, la reducción de emisiones CO2 y otros contaminantes, mejorando así la salud y el bienestar de las personas.
Para asumirlo serán necesarios los servicios acreditados, ya que aportan garantías en esta transformación a través de actividades como la evaluación de la eficiencia energética de instalaciones térmicas de edificios, la verificación y control urbanístico, la evaluación de la calidad del aire o la verificación de la emisión de gases de efecto invernadero, entre muchos otros.
El objetivo número 13, “Acción por el clima” está apoyado por, entre otras muchas acciones, el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (EU ETS), siendo una herramienta básica en la estrategia de la UE para reducir las emisiones de CO2 de la generación eléctrica, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático. Gracias a ello, el impulso de las energías renovables en los últimos años ha sido una realidad sin precedentes.
En este sentido, mirar a las tecnologías de energía renovable como la solar fotovoltaica permite el acceso a servicios energéticos más eficientes que no emiten CO2, tanto para grandes consumidores de electricidad como para pequeños, ya que el coste de la inversión de los paneles solares se compensa con los ahorros que provee una energía limpia y barata como es el sol.
¿Te has planteado usar fuentes de energía renovable para tener un estilo de vida más sostenible? Recuerda, la sostenibilidad es un deber de todos y con ello contribuirías a conseguir los ODS, y, por tanto, a alargar la vida saludable en el planeta.
