Las instalaciones eléctricas actuales son mucho más seguras y eficientes que las de hace décadas. Y lo mismo ocurre con los aparatos eléctricos que utilizamos en el hogar. Sin embargo, si queremos reducir el riesgo de accidentes eléctricos y aumentar la vida útil tanto de la instalación como de los dispositivos eléctricos, la clave está en hacer un buen mantenimiento preventivo.

Dicen que "más vale prevenir que curar", y en este caso este dicho popular resulta ser totalmente cierto. Si inviertes algo de tiempo en supervisar todo lo relacionado con la electricidad en tu hogar, te puedes ahorrar muchos disgustos.

¿Qué es el mantenimiento preventivo?

Un fallo eléctrico puede ser más o menos grave, pero siempre tiene consecuencias negativas tanto a nivel doméstico como empresarial. Por eso, lo ideal es llevar a cabo una supervisión de la instalación para asegurar que todo está en buen estado.

El mantenimiento preventivo se compone de un conjunto de acciones planificadas y sistemáticas que se realizan de forma periódica. Todo ello, a fin de que los sistemas eléctricos se mantengan en buenas condiciones. El objetivo es evitar posibles fallas, maximizar la eficiencia, y prolongar la vida útil de los equipos eléctricos. Y algo que nos parece todavía más importante: mejorar la seguridad de las personas.

Para entender el mantenimiento preventivo, qué es, ten en cuenta que este abarca la instalación del sistema eléctrico en su conjunto. Supervisando tomas de corriente, conexiones eléctricas y midiendo el amperaje, entre otras cosas. Pero también debe incluir la revisión de los aparatos que conectamos a la red eléctrica. Porque un fallo en los mismos puede provocar una avería eléctrica.

Tipos de mantenimiento preventivo

La planificación de un mantenimiento preventivo no es algo complejo, pero al llevarla a cabo se parte de la base de que existen diferentes acciones:

Mantenimiento proactivo

Es la labor preventiva en estado puro, porque implica que revisamos la instalación antes de que la misma haya mostrado signos de que algo va mal.

Este mantenimiento se centra en identificar posibles riesgos y aplicar medidas correctivas para evitar que estos se puedan llegar a materializar. Su objetivo final es mejorar de forma continua la instalación y asegurar la mayor eficiencia y optimización posible del sistema eléctrico. Para ello, se establecen una serie de puntos de control que son sobre los que se trabaja periódicamente. Es cierto que no suprime totalmente la posibilidad de que se produzca un fallo, pero sí reduce de forma notable ese riesgo.

Mantenimiento predictivo

El mantenimiento predictivo y preventivo se caracteriza por ir un paso más allá que el proactivo. Se centra en hacer un monitoreo y una evaluación periódica del estado de los equipos eléctricos para prever posibles fallas antes de que estas ocurran.

La tecnología es de gran ayuda en esta tarea, porque nos permite obtener datos en tiempo real y detectar si hay algún parámetro que se salga de la normalidad, y al que hay que prestar atención de forma inmediata.

Mantenimiento correctivo

Las diferentes labores de mantenimiento preventivo y/o predictivo pueden dar lugar a que detectemos que hay un problema en la instalación. Es entonces cuando aplicamos el mantenimiento correctivo, que se encarga de buscar una solución al fallo que ya se ha hecho patente.

Por ejemplo, si durante un servicio de mantenimiento de la caldera de gas se descubre que hay una pieza rota, se procede directamente a su cambio.

Cómo se lleva a cabo el mantenimiento preventivo

Si en algún momento has tenido que llamar a tu seguro de hogar por cuestiones relacionadas con un fallo en la fontanería o en la electricidad, ya sabrás que el mantenimiento del hogar es una responsabilidad que recae sobre tus hombros. Si la avería se debe a una falta de mantenimiento de la instalación, el seguro no la va a cubrir. Por eso, es mejor que seas precavido y lleves a cabo labores de mantenimiento preventivo, contando con la ayuda de especialistas en esta materia.

Labores de mantenimiento que puedes hacer tú

• Inspección visual. Revisa periódicamente la instalación en busca de signos de desgaste o de daño. Por ejemplo, un cable suelto, un interruptor que da chispazo al accionarlo, o un enchufe que ha adquirido una tonalidad oscura.
• Limpieza y lubricación. Sin entrar a tocar piezas críticas, procura mantener limpios los equipos y los componentes eléctricos. Utiliza un plumero o un paño seco para retirar el polvo y otros contaminantes que puedan afectar a su funcionamiento. Si hay partes móviles, puedes aplicar algo de lubricación para garantizar un funcionamiento suave.

Al margen de este mantenimiento esencial, evalúa de forma regular las tecnologías, servicios  y mejoras que van llegando, porque implementarlos en tu hogar o negocio te puede ayudar a mejorar la seguridad y a ahorrar. Por ejemplo,  contar con un servicio específico de mantenimiento de placas solares que se encargue de que estas funcionen siempre a la perfección y pueda resolver cualquier incidencia de forma rápida y precisa.

Labores que debe realizar un especialista

• Pruebas y mediciones. Para evaluar cuestiones como la resistencia al aislamiento, la continuidad de los circuitos, la tensión, la corriente, o cualquier otra característica esencial de la instalación.
• Ajustes y calibración. El especialista es el más indicado para ajustar y calibrar los equipos. Sus conocimientos técnicos garantizan que el sistema y los aparatos funcionen dentro de los parámetros especificados.
• Reemplazo de componentes. Los componentes eléctricos desgastados u obsoletos solo deben ser manipulados por técnicos especializados.

Mantenimiento preventivo en tus equipos de casa

El mantenimiento preventivo en los equipos de casa es fundamental para garantizar un buen funcionamiento que, además, sea seguro y eficiente. Las medidas a aplicar en cada caso dependen de con qué equipo estemos tratando:

Caldera de gas

La caldera de gas debe ser revisada como mínimo cada dos años por un técnico especialista. Además, cada cinco años se lleva a cabo una revisión de la instalación. No cumplir esta obligación puede dar lugar a sanciones.

Por otro lado, el seguro no se hará cargo de reparaciones e indemnizaciones en caso de que una instalación o una caldera no revisadas sufran una avería o causen un accidente.

Instalación eléctrica

Es recomendable que chequees periódicamente la instalación eléctrica. Revisa los enchufes, los interruptores y los cables en busca de cualquier signo de desgaste o daño. Y si ves algo dañado, reemplázalo de inmediato.

Recuerda que es peligroso enchufar muchos aparatos a una misma toma. Si tienes que hacerlo, utiliza una regleta con protección frente a sobretensiones, que reparta la carga eléctrica de forma equitativa.

Una buena manera de estar tranquilo es contar con un servicio de mantenimiento y reparación eléctrica como el que te ofrecemos en Naturgy. 

Electrodomésticos (grandes y pequeños)

Un fallo en un electrodoméstico puede implicar un daño al sistema eléctrico. Para que esto no sucede, asegúrate de revisar periódicamente el estado de tus componentes. 

Retira el polvo y la suciedad con un paño seco, y supervisa que el cable de conexión a la toma eléctrica esté en buenas condiciones. Si aprecias cualquier daño en el mismo, procede a su cambio.

Sistemas de climatización

Además de la caldera, también tienes que revisar los aparatos de aire acondicionado. Es conveniente cambiar/limpiar los filtros con regularidad para garantizar un buen flujo de aire y reducir el esfuerzo que tiene que hacer el aparato para climatizar. También hay que inspeccionar y limpiar las unidades exteriores para retirar cualquier elemento o suciedad que pueda afectar a su funcionamiento.

Hacer un mantenimiento preventivo te ayuda a prevenir molestias y averías que pueden llegar a ser muy costosas. Así como a prolongar la vida útil de los equipos e instalaciones, y potenciar su eficiencia. El resultado es un entorno más seguro y cómodo para ti y para los tuyos. ¿Quieres la máxima tranquilidad? Entonces confía en nuestro servicio de mantenimiento y reparación de gas y electricidad y no tendrás que preocuparte por nada.