Aislante Térmico   #BuenasEnergías

¿Cuál es el mejor aislante térmico?

20 MARZO 2024, SE LEE EN 8 MINUTOS

Conseguir que tu vivienda mantenga la temperatura óptima tanto en verano como en invierno es cada vez más complicado, debido a que la diferencia térmica es cada vez mayor. Por eso, es fundamental saber cuál es el mejor aislante térmico al que puedes recurrir en función de los materiales, la conductividad o la cantidad de humedad que haya en tu lugar de residencia. ¿Quieres saber cómo elegir el aislante térmico más interesante para ti? En este artículo, te explicamos cómo aislar tu casa de la forma más sencilla. ¡No te lo pierdas!

¿Por qué es importante contar con el mejor aislante térmico?

En primer lugar, aislar bien tu vivienda es clave para tener la máxima sensación de confort posible. Y, además, porque contar con un buen aislante térmico te puede ayudar a ahorrar entre un 30% y un 70%, aproximadamente, del gasto mensual en calefacción. De hecho, según un cálculo realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una vivienda estándar (de unos 90 metros cuadrados) que no esté bien aislada puede suponer un gasto de hasta 1.000 euros adicionales en comparación con una casa con buen aislante térmico. Solo por eso, merece la pena.

Guía para elegir un buen aislante térmico

Escoger cómo aislar tu vivienda no es fácil si no tienes claro en qué debes fijarte para elegir el mejor tipo de aislante. Este dependerá, entre otras cosas, de los materiales en los que esté construida la casa, del nivel de humedad y del grado de conductividad térmica que tenga cada uno. A continuación, te explicamos todo lo que debes saber para elegir el mejor aislante térmico para tu casa.

Aspectos a tener en cuenta para elegir el aislante

Analizar las características de tu casa es el primer paso que debes seguir para decidir cómo aislarla, puesto que cada vivienda tiene unas necesidades diferentes. ¿Qué factores influyen en la elección del aislante térmico que mejor le viene a tu vivienda? Estos son los más importantes:
  • Ubicación geográfica. El emplazamiento de tu vivienda es importante para saber cuáles son las necesidades que tiene desde el punto de vista climático. Por ejemplo, aislar una vivienda en Asturias, donde hay más humedad y la temperatura es más baja, requiere materiales distintos que aislar una casa en Sevilla, que tiene un clima más cálido y seco.
  • Conductividad térmica. Es decir, la capacidad que tienen cada tipo de aislante de transmitir el calor. Los mejores aislantes térmicos suelen ser los que tienen una conductividad más baja, pues son los que más tardan en perder el calor.
  • Resistencia al calor. Si, en lo que respecta a la conductividad, buscamos un nivel bajo, en la resistencia al calor es todo lo contrario. Cuanto más resistente sea el material que aísla, más eficaz será, porque podrá albergar una cantidad de calor mayor.
  • Impermeabilidad. Para evitar que se produzca condensación, es preferible escoger materiales resistentes al vapor de agua y con poca permeabilidad. Especialmente, si vas a aislar tu casa en regiones donde hay más humedad ambiental.
  • Espesor. El Código Técnico de Edificación clasifica qué características debe tener el aislamiento de los edificios en función de su ubicación geográfica, y uno de los aspectos que se indica es el espesor del aislante. En términos generales, cuanto más frío y seco sea el clima, más denso debería ser el aislante térmico.

Tipos de aislante térmico entre los que puedes elegir

Una vez tienes claro cuáles son los aspectos con más peso en la decisión, es momento de comprobar cuál es el mejor aislante para el frío y el calor. Por lo general, se clasifican en función del material, siendo estos los más comunes:

  • Poliuretano. Es uno de los materiales que se utilizan de manera más habitual para aislar las viviendas en forma de espuma de poliuretano. Cuenta con una alta capacidad de aislamiento térmico y acústico, y ofrece una elevada impermeabilidad. Esta capacidad de aislar e impermeabilizar simultáneamente es lo que le convierte en uno de los materiales preferidos por muchas personas.
  • Poliestireno. En este caso, es importante distinguir entre poliestireno expandido y extruido. Comparten la mayoría de características, como la capacidad de aislamiento acústico y la durabilidad. Sin embargo, el poliestireno expandido es más resistente a la humedad, mientras que el poliestireno extruido goza de mayor resistencia al fuego y al agua.
  • Yeso laminado. Cuando aislamos la casa con yeso laminado, este suele presentarse en forma de placas, combinado con celulosa. Entre sus ventajas, destaca su alta resistencia a los golpes e impactos, su resistencia a la humedad y su capacidad ignífuga.
  • Lana mineral. Este es uno de los materiales aislantes más naturales que puedes encontrar. Está formado a partir de roca volcánica que, al fundirse, se transforma en unas fibras finas y largas que destacan por su alta resistencia ignífuga.
  • Fibra de vidrio, conocida también como lana de vidrio. En este caso, el origen reside en fundir arena, en lugar de roca volcánica. Su capacidad aislante es ligeramente superior porque tiene más resistencia térmica y acústica.
  • Corcho. Otro de los aislantes naturales más utilizados es el corcho, aunque está recomendado especialmente para paredes y suelos. Este material es altamente resistente a la humedad y ofrece una gran durabilidad. Además, estéticamente es más atractivo que el resto.

¿Qué zonas de tu vivienda deberían estar bien aisladas?

La lógica que aplicamos para responder esta pregunta es bastante sencilla: cuantas más zonas de tu casa estén bien aisladas, mejor se conservará el calor en invierno y más tardará la casa en calentarse en verano. Sin embargo, hay ocasiones en las que debemos priorizar, puesto que el aislamiento térmico de las viviendas conlleva un alto coste económico. Pero, ¿sabes cuáles son las zonas en las que el aislamiento térmico es más importante?

La fachada es una de las partes que primero se suele aislar. Las paredes externas están directamente expuestas al frío, al viento y a la humedad, y es una de las zonas por las que más calor se pierde. En este sentido, es aconsejable consultar las normativas de eficiencia, pues en muchas de ellas se especifica cómo debería realizarse el aislamiento térmico de las fachadas y cuál es el mejor aislante térmico y acústico para paredes.

Cuando aislamos la fachada, no debemos olvidarnos de las ventanas, que también forman parte del continente de la casa. De hecho, el calor que se escapa a través de las ventanas que no están bien aisladas es una de las principales razones por las que, en algunos hogares, no se mantiene bien la temperatura.

Lo mismo sucede con el tejado, área por la que se puede llegar a perder hasta el 35% del calor cuando este sube. Además, si el techo no está bien aislado, es más fácil que la humedad se cuele dentro de la casa en épocas de lluvias.

Como ves, un buen aislamiento térmico es una de las mejores formas de ahorrar en la factura de la calefacción. Sin embargo, el ahorro es aún mayor si cuentas con una tarifa de gas óptima que se adapte totalmente a las características de tu vivienda y a tus necesidades energéticas. Sumando estas dos variables, el ahorro y la eficiencia energética se multiplican, y podrás vivir sintiéndote mucho más a gusto en tu propio hogar. Porque, como ya sabes, en ningún sitio se está como en casa.

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