6 trucos para optimizar la recarga de tu coche eléctrico
Movilidad sostenible 06 agosto, 2020
Los vehículos eléctricos ya son una realidad y su oferta, que crece exponencialmente en nuestro país, es cada vez más variada. En los últimos años han alcanzado un nivel de autonomía, prestaciones y precio que los convierten en una muy buena opción para cada vez más conductores.
El respeto del entorno, el ahorro económico, la mayor autonomía y la posibilidad de obtener subvenciones públicas para la compra de estos vehículos, suman razones más que suficientes para pasarnos al eléctrico.
Y es que, la recarga eléctrica supera con creces las expectativas de los usuarios que se han sumado a la movilidad sostenible y dado sus beneficios, no es para menos: con aproximadamente 1 euro puedes recorrer hasta 100 km y las baterías de larga duración ya permiten alcanzar autonomías de entre 300 y 400 km.
Aún así la batería eléctrica aún despierta dudas sobre su funcionamiento o aspectos prácticos, sobre todo los relacionados con la capacidad y autonomía.
Por eso, queremos darte una serie de consejos para que mantengas en forma tu batería eléctrica o, en el mejor de los casos, decidas dejar atrás la propulsión tradicional para sumarte a la recarga eléctrica:
1. A las baterías les gusta la ciudad
El vehículo eléctrico no tiene nada que envidiar al de combustible en el entorno urbano. En las ciudades las baterías eléctricas tienen mayor autonomía, pero ésta varía cuando nos encontramos con terrenos irregulares e incluso con factores climáticos como el viento.
2. Conducción ligera
El coche eléctrico nota mucho más nuestros movimientos. Una conducción suave y con maniobras menos bruscas, como acelerar con suavidad y de forma prolongada, ayudará a frenar el desgaste innecesario de la batería.
3. Elige el modo ECO
Si tu coche tiene modos de conducción, elige el modo ecológico. Esta configuración permitirá ahorrar y acumular energía. Suaviza la respuesta del motor y regenera energía cuando dejas de acelerar. ¡Eso sí que es una conducción 100% sostenible!
4. No te olvides de las instrucciones
Como con todo, el mejor método para optimizar la recarga eléctrica y mantener así su correcto funcionamiento, siempre será seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a protocolos. Existen diferentes tipos de recargas: carga lenta (CA), carga convencional y semi rápida (CA) y carga rápida (CC), y cada una de ellas lleva un tiempo, un proceso y una capacidad diferentes. Por ejemplo, en trayectos largos, la carga rápida solo contempla el 80% de la batería y por eso es necesario conocer el tipo de recarga que necesita tu vehículo: será el primer paso para poder empezar a poner en práctica los consejos que harán que siga dando el 100% a lo largo del tiempo.
5. El sistema de retención es nuestro amigo
Cuando se trata de frenar, el sistema de retención es el mejor de los aliados al volante. Anticipar las paradas levantando el pie o dejar rodar el coche cuesta abajo, ayudará a mantener el correcto estado de la batería
6. Carga y climatiza
Parece obvio, pero si recargas el vehículo con el climatizador conectado a la red eléctrica, al ponerlo en marcha, no tendrás que encender el aire o la calefacción. ¡Ya tendrás la temperatura deseada y no se reducirá la capacidad de la batería!
El futuro está a la vuelta de la esquina, ¡que no te encuentre mirando hacia otro lado!
La sostenibilidad está cada vez más cerca y el coche eléctrico se posiciona como la mejor opción para conseguir reducir el impacto ambiental. La revolución ecológica empieza con la recarga eléctrica y por supuesto, con la colaboración de nuestras empresas.
Es por eso que, si estás pensando en incorporar vehículos eléctricos a tu flota, empresa necesita disponer de puntos de recarga. ¿Cómo? Con una instalación eléctrica eficiente, económica y ordenada, que permita disfrutar de los puntos de recarga que necesiten tus empleados y clientes.
Solicitando el estudio personalizado de las necesidades de tu empresa, podremos diseñar la solución óptima para ti y tu negocio. ¿Preparado para la movilidad sostenible?