¿Qué es el almacenamiento de energía?
De entre todas las energías renovables, la solar y la eólica son las responsables de sostener la producción energética. No obstante, a pesar de la gran cantidad de ventajas que ofrecen sobre las demás, son intermitentes y de capacidad variable. Pero ¿qué quiere decir intermitente y de capacidad variable?
Pues bien, cuando decimos que son intermitentes, nos referimos al hecho de que no siempre están disponibles, es decir, en el caso de la energía solar, cuando es de noche no se puede generar energía y, en el caso de la eólica, el hecho de que no haya viento también imposibilita la generación de energía. Cuando decimos que son de capacidad variable, hacemos referencia al hecho de que la generación de energía no es siempre constante ni de plena potencia, es decir, en el caso de la energía eólica, si no hay el suficiente viento puede ser que no sea posible generar la energía necesaria.
Entonces, ¿cuál es la solución? ¡Lo has acertado! Es el almacenamiento de energía. Estas pequeñas barreras que limitaban el servicio de las energías renovables se compensan con la posibilidad de almacenar la energía sobrante. En los momentos en que la energía limpia no sea suficiente, se podrá compensar con la almacenada y mantener el flujo constante.
¿Cómo funciona el almacenamiento de energía?
Durante las horas de sol, los paneles solares reciben la radiación solar y la convierten en la electricidad que se suministra a la instalación. El excedente de energía se almacena en una o más celdas electroquímicas que, más tarde, podrán convertir la energía en electricidad.
En el caso de la energía eólica, el almacenamiento es realizado a través de una batería de condensadores que permite regular la producción de electricidad que se vierte a la red eléctrica. De este modo, como también pasa con la energía solar, se puede establecer un control sobre la producción y el gasto de esta energía.
En el proyecto del parque eólico de Sotavento llevado a cabo por Naturgy, se está estudiando, entre otras cosas, la idoneidad del hidrógeno como sistema de almacenamiento de energía que permita la gestión energética y económica de un parque eólico. A través de investigaciones de este tipo, podemos ver que este desarrollo y la investigación no solo se está llevando a cabo en las energías más comunes, sino que elementos como el hidrógeno, un elemento muy abundante en nuestro planeta, pueden ayudar y ser clave en el proceso de transición.
Tipos de almacenamiento de energía
Existen una gran variedad de métodos para almacenar energía a través de los cuales se pretende, en la medida de lo posible, conservar una cierta cantidad de energía para ser utilizada cuando sea necesario. Este almacenamiento puede ser:
Baterías de litio: son capaces de almacenar varias horas de energía y se recargan en cuestión de segundos.
Hidrógeno: se puede almacenar en contenedores especiales durante periodos de tiempo muy largos.
Acumulación por bombeo: es la forma con mayor capacidad instalada en todo el mundo. Se usa en las centrales hidroeléctricas.
Aire comprimido: se desvía la energía sobrante a una central de compresión de aire y se introduce en una caverna subterránea.
Almacenamiento térmico: se aprovecha el calor mediante la acumulación de energía, subiendo o bajando la temperatura de una sustancia, cambiando la fase o una combinación de ambos.
Volantes de inercia: se emplea mediante el giro de un disco metálico que, a su vez, es frenado por un par resistente, conservando la energía en forma mecánica-cinética.
Si queremos un planeta limpio y verde el día de mañana, debemos seguir apostando por la innovación y el progreso de las energías renovables. Desde Naturgy, somos conscientes de la compleja situación en la que se encuentran muchas empresas y autónomos, por eso, a través de servicios como Servisolar, te ofrecemos la posibilidad de hacer la inversión más rentable en energía para tu negocio, con la que podrás ahorrar y cuidar el planeta a la vez. Y tú ¿quieres unirte al cambio?