Plan de Mantenimiento de instalaciones térmicas: aspectos a tener en cuenta

El plan de mantenimiento de instalaciones térmicas, ¿quién debe redactarlo?

Es necesario en las instalaciones que necesiten la redacción de un proyecto para su posterior ejecución y las de potencia nominal igual o superior a 70 kW. En estos casos, el manual de uso y mantenimiento será redactado por el técnico redactor.  

En cambio, en aquellas instalaciones de potencia inferior esta obligación recae en el instalador autorizado que ejecute los trabajos de instalación de los distintos equipos.


¿Qué incluye un plan de mantenimiento de instalaciones térmicas?

Debe incluir las instrucciones de seguridad de los distintos equipos, las normas de manejo y maniobra, el programa de funcionamiento previsto, las labores de mantenimiento preventivo necesarias y un programa de gestión energética. 

Toda esta información de la que te hablamos, junto con el resto del proyecto técnico, la descripción de materiales y equipos realmente instalados, los resultados de las pruebas y ensayos realizados y los certificados de instalación deben ser entregados al titular de la instalación, que los tiene que incluir en el  Libro del Edificio.


Así se hace un plan de mantenimiento de instalaciones térmicas

 Debe llevar obligatoriamente los elementos de los que te hablamos a continuación, por lo que es importante que los conozcas:

• Esquema de principio de la instalación.
• Procedimientos de puesta en marcha y de parada.
• Elementos de señalización necesarios para informar de la parada de los equipos.Horarios previstos de funcionamiento.
• Orden de puesta en marcha y paradas de emergencia.
• Operaciones de mantenimiento preventivo anuales:
  • Revisión del estado general de la caldera.
  • Comprobación de la estanqueidad de equipos y conducciones.
  • Revisión del estado de los elementos de aislamiento. 
• Operaciones de mantenimiento bianuales:
  • Limpieza de conducciones de humos.
  • Revisión del estado de los materiales refractarios.
  • Ensayos de estanqueidad de válvulas.
  • Limpieza y comprobación del estado de los filtros de agua. 
  • Comprobación del sistema de control automático.
• Operaciones de mantenimiento mensuales:
  • Limpieza del quemador de la caldera.
  • Comprobación del estado del cierre entre quemador y caldera. 
  • Revisión del nivel del agua y estado de las presiones de trabajo. 
  • Revisión del estado del vaso de expansión. 
  • Comprobación del tarado de elementos de seguridad. 
  • Revisión y comprobación del funcionamiento de la bomba. 

Instalaciones térmicas especiales

Otras instalaciones además de las que ya hemos mencionado también necesitan programas de mantenimiento similares. Algunas de ellas, por su importancia y complejidad cuentan con una normativa específica y tienen que ser instaladas por técnicos acreditados. Es el caso de las instalaciones de protección contra incendios o las instalaciones de aparatos elevadores, que cuentan con reglamento y técnicos de mantenimiento específicos. 

Otras, sin embargo, no precisan de un mantenimiento obligatorio, a pesar de que pueden ser causa de accidentes serios. Es el caso de las instalaciones eléctricas, que pueden generar incendios u otros siniestros en caso de un mal funcionamiento, salvo las instaladas en algunas actividades como las de pública concurrencia. 
  
Sin embargo, es conveniente que en la documentación técnica generada por el proyectista o por el instalador se incluyera un anexo de uso y mantenimiento, con un contenido similar al expuesto, y que permitiese que fuese adaptado a las particularidades de estas instalaciones y que sirviera a sus titulares para conocer las labores necesarias en cada momento. 

¿Te ha quedado claro qué tiene que incluir un plan de mantenimiento de instalaciones térmicas?