Las placas solares para empresas son una opción de ahorro importante en el consumo y generación de energía. Más allá de que seas un autónomo, PYME o empresa de dimensiones, con estas instalaciones gastarás menos en tu factura de la luz. Existen algunos territorios que ofrecen subvenciones directas y otros en los que hay deducciones y bonificaciones fiscales. ¡Sigue leyendo si te interesa conocer más!
Subvención placas solares: cómo conseguirla en tu comunidad
Lo primero que hay que decir es que las subvenciones directas para placas solares para empresas dependen del reparto de los fondos Next Generation de la Unión Europea. Ahora bien, la mayor parte de los territorios ya han agotado estos fondos o los han adjudicado. Por lo tanto, solo en algunas autonomías existe esta posibilidad. Veamos:
Cataluña
La subvención para placas solares en Cataluña es de un máximo de 3.000 euros por instalación y se puede obtener hasta el 31 de diciembre de 2025. Como las empresas también se pueden beneficiar de esta ayuda, tienen que realizar obras de eficiencia energética por un mínimo de 1.000 euros y demostrar una reducción del consumo de energía no renovable del 30 %. En este caso, se aplicará una subvención de hasta el 40 % del coste, por un máximo de 3.000 euros. La obra tendrá que finalizar, a más tardar, en el mes de junio de 2026.
Subvenciones paneles solares: requisitos y plazos actualizados
Las empresas y negocios que quieran acceder a subvenciones de paneles solares tienen que cumplir una serie de requisitos y plazos. Puede haber algún matiz dependiendo de la Comunidad Autónoma o del ayuntamiento, pero, por lo general, son estos:
Estar dado de alta en una actividad económica en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas): se aplica a los autónomos, pero también a las empresas. Si no se tiene el epígrafe actualizado en el CNAE 25, eso puede generar problemas, así que conviene revisarlo.
No tener deudas con la Agencia Tributaria ni con la Seguridad Social. Para las subvenciones este punto es imprescindible, y se pedirán certificados para demostrarlo. Es suficiente con presentar sendos certificados de estar al corriente de pago con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.
Estar en periodo de solicitud de plazo: hay que aplicar este supuesto para las ayudas directas, pero, también, para las deducciones y bonificaciones fiscales. Además, algunas ayudas se agotan en el momento en que deja de haber recursos disponibles, así que cuanto antes se soliciten, mejor.
Acreditar la obra: aquí es necesario aportar una memoria, certificado energético, presupuesto y, en su caso, la factura. Dependerá del tipo de subvención o beneficio que obtengas. Ten presente que, para este tipo de actuaciones, se necesiten memorias justificativas y lo suficientemente amplias y detalladas.
Realizar la obra en un plazo determinado: en las subvenciones directas, se exige que termines la obra en un plazo máximo determinado y que la justifiques. En caso de que no se finalice la actuación en tiempo y forma, pueden exigir la devolución de las ayudas.
Los plazos dependen de las convocatorias. Ahora mismo, Cataluña tiene vigente una posibilidad para pedir ayudas hasta finales de 2025. En las deducciones y bonificaciones de impuestos (IBI, IS o ICIO), el plazo es el correspondiente para el ejercicio fiscal en el que se haya hecho la obra.
Placas solares para empresas: rentabilidad y tipos de ayudas
La rentabilidad de las placas solares para empresas es variable y dependerá de sus características. En cualquier caso, se considera que la inversión en un panel fotovoltaico, sin subvenciones, se podría amortizar en un periodo de entre 5 y 6 años; si tenemos en cuenta que puede durar 25 a 30 años, es una inversión realmente interesante. El ahorro en la factura de la luz dependerá del lugar y de la ubicación, pero puede ser de entre el 40 y el 70 % del total.
Indudablemente, una instalación de energía fotovoltaica, aunque sea combinada, a largo plazo compensa. El único problema está en que la inversión inicial implica un coste y esto, a veces, hace que las empresas se lo piensen dos veces. Es aquí donde entran en juego los incentivos, para animar a dar el paso.
En el caso de las empresas, existen dos tipos de ayudas. Por un lado, las subvenciones directas y, por el otro, las deducciones y bonificaciones fiscales. Te contamos más detalles:
Subvenciones directas
Las subvenciones directas se dan en algunas Comunidades Autónomas y en grandes ayuntamientos. Tenemos el caso de Cataluña, actualmente vigente, y de Andalucía, que en breve publicará una convocatoria. Asimismo, en algunos casos, organismos de promoción económica autonómica pueden proporcionar líneas de ayudas para reformas de instalaciones. En este caso, recomendamos asesorarte con quien se encargue de la instalación en tu territorio.
Deducciones y bonificaciones fiscales
Las deducciones y bonificaciones fiscales se aplican en 3 grandes capítulos. Por un lado, el Impuesto de Sociedades (IS) o Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), por el otro el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y, finalmente, el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Estas son las posibilidades:
IS o IRPF
En el IS, las empresas pueden deducirse hasta el 5 % del total de la inversión en instalaciones fotovoltaicas. Eso sí, siempre que el coste máximo sea de 500.000 euros. No es una deducción incompatible con otras, pero es imprescindible mantener a la plantilla media durante 24 meses. Supone un ahorro y, al no tener incompatibilidad, es una deducción interesante.
El IRPF, aplicado a autónomos, tiene deducciones más importantes. Estas variarán entre el 20 y el 40 %, dependiendo del grado de ahorro energético que se consiga con la instalación. Eso sí, piensa que esto solo te va a valer si estás en el RETA como persona física; si no, tendrás que aplicar la deducción del IS.
IBI
Gran parte de los ayuntamientos aplican bonificaciones en el IBI cuando una empresa hace una instalación fotovoltaica. En este caso, tenemos que decir que la variación es enorme, porque en algunos casos la bonificación puede llegar al 95 % o 100 %, mientras que en otros se queda en un 50 % (caso de Madrid) o en un 15 % (Málaga). Además, estas bonificaciones, muchas veces, son para varios años. Aquí te aconsejamos que preguntes directamente a tu ayuntamiento, porque la realidad es muy diversa.
ICIO
Las bonificaciones en el ICIO tienen una lógica parecida a las que se aplican en el IBI. Por lo general, son más altas, porque la idea es facilitar el trámite y que este impuesto no sea un impedimento. Hay municipios donde esta bonificación alcanza el 95 %, lo que, en la práctica, dejaría el pago del impuesto en una cantidad testimonial: es el caso de Gijón. En otros lugares, la bonificación puede ser del 50 %, como en Lugo o Murcia. Y, finalmente, tenemos el caso de Madrid, donde, en algunos supuestos, sería del 30 %. Una vez más, e igual que con el IBI, lo mejor es que consultes cada caso.
Las placas solares para empresas son una vía de ahorro a medio y largo plazo, por supuesto. Pero, ¿por qué no aprovechar subvenciones, deducciones o bonificaciones fiscales? En Naturgy nos encargamos de la instalación y del mantenimiento para tu negocio y te informamos de la mejor opción para ti. No la dejes pasar y únete a las #BuenasEnergías para ahorrar en tu factura de la luz.


