Preguntarse cuáles son los radiadores que menos consumen es interesante si tienes intención de cambiarlos o instalarlos en una casa, piso o local. Es normal que cuando viene el frío o cuando queremos cambiar la instalación pensemos en cuál nos puede cundir más.
Y la respuesta es clara: depende ;). Dependerá del lugar en que instales el radiador, de sus dimensiones o de las personas que se vayan a calentar. Aunque hay radiadores que calientan más o menos y durante más o menos tiempo, el factor humano sigue siendo crucial para tomar la decisión de comprar un tipo u otro.
¿Tienes dudas de qué radiador te conviene a ti? Que no cunda el pánico, porque aquí aclaramos cuáles son las mejores posibilidades en cada caso, teniendo en cuenta el tipo de funcionamiento, fuente de calor o materiales.
¿Qué consume menos: radiador eléctrico o emisor térmico?
Al preguntarnos qué consume menos radiador eléctrico o emisor térmico tenemos que aclarar que las conclusiones simples no sirven. A simple vista, un emisor térmico consumiría menos, pero, antes de optar por un tipo de radiador, tienes que considerar otros puntos. Aquí comparamos cada caso:
Radiador eléctrico: la rapidez en calentar
Un radiador eléctrico, como principio general, tiene un consumo superior que los emisores térmicos. Ahora bien, hay algunos radiadores eléctricos de modo ECO o de bajo consumo, que acercarían los consumos a los de los emisores térmicos. Por otra parte, hay que señalar que la instalación de estos dispositivos suele ser más económica.
De todas maneras, existen multitud de radiadores eléctricos y la antigüedad es un factor añadido a valorar. El mantenimiento, si es correcto, igualmente influirá en los consumos.
Emisor térmico: la conservación del calor
Los emisores térmicos suelen consumir menos que los radiadores eléctricos y, dependiendo del material, esa diferencia se acentúa. No obstante, debes saber que un emisor térmico no se puede trasladar, mientras que eso sí que sucede en radiadores eléctricos. Por lo tanto, para estancias pequeñas y que no necesiten el uso simultáneo de varios dispositivos quizás no te compense.
¿Radiador de aceite o eléctrico: cuál es mejor?
Otro de los dilemas que se plantea es el qué es mejor radiador de aceite o eléctrico. La verdad es que aquí también cada uno tiene sus pros y contras y la eficiencia energética no suele cambiar mucho. No existe una solución única porque las circunstancias de cada edificio, vivienda, local o nave influyen. Por lo tanto, hay puntos que debes estudiar según lo que busques. Son estos:
Pros y contras del radiador de aceite
El radiador de aceite tiene como principal ventaja el hecho de que mantiene durante más tiempo el calor en la estancia; una vez que ya ha llegado a su temperatura máxima, puede mantener el calor una vez apagado durante media hora, sin demasiados problemas. Otro punto favorable es que el calor se distribuye de forma homogénea. Cuando pensamos en habitaciones grandes, como salones de estar o comedores, es interesante.
Como principal problema, hay que destacar que los radiadores de aceite tardan bastante en calentarse; por lo tanto, si quieres que una habitación esté caliente, conviene encenderlos unos minutos antes de que la ocupes. Además, suelen ser más costosos que un radiador eléctrico porque son de uso a largo plazo.
Pros y contras del radiador eléctrico
El radiador eléctrico tiene como principal pro la rapidez, porque la calefacción empieza a funcionar a pleno rendimiento en muy poco tiempo. La segunda ventaja es que, al necesitar menos tiempo, es posible que gastes menos dinero para calentar la estancia. Un uso racional ayuda a optimizar el gasto.
No obstante, la mayoría de los radiadores eléctricos tienen el problema de la falta de homogeneidad, porque el calor no llega a todas partes por igual. Otro contra es que esa calefacción llega muy rápido, pero se va con similar rapidez. Por esa razón, estamos más acostumbrados a ver radiadores eléctricos en oficinas o en los pisos pequeños.
Podemos resumirlo así: si quieres calentar rápido una habitación, mejor el radiador eléctrico; si quieres que el calor dure más tiempo, mejor un radiador de aceite. Esta es una pauta básica, que luego tiene matices.
¿Qué radiadores calientan más y consumen menos?
Cuando comparamos los radiadores que menos consumen, hacemos una lista sin olvidar que, más allá de los distintos tipos de radiadores, la incorporación de termostatos o programas inteligentes cuenta, y mucho, en el resultado. Pero sí podemos decir, generalmente, que los radiadores que menos consumen son los de aceite y los denominados de baja temperatura, que pueden funcionar mediante gas natural, biometano o con electricidad. Veamos:
1. Emisores térmicos de cerámica
Los radiadores de cerámica son los más eficientes en términos de calor y conservación del mismo. El motivo es que, una vez que están en funcionamiento, consumen entre un 15 y un 30 % menos que el resto. Ahora bien, tienen el problema de que tardan más tiempo en calentar. Quien tenga intención de estar un buen rato en una habitación, tiene aquí una vía útil para ahorrar dinero y mantener su confort.
En cualquier caso, la cerámica puede calentar más o menos según el tipo. Por eso mismo, es recomendable que hagas una consulta al fabricante e instalador. Así, saldrás de dudas acerca del ahorro potencial de tu radiador. Como esta es una tipología algo más costosa, conviene preguntar y asegurarse de que la inversión compensa.
2. Radiadores de aluminio
Los radiadores de aluminio son, también, una buena alternativa para calentar rápido y ahorrar en la factura eléctrica. ¿Por qué? Porque el aluminio es un material con una alta conductividad, de manera que, una vez que lo enciendas, tardará poco en dar el máximo. Esta es una buena opción para calentar rápido estancias pequeñas en las que no estarás menos tiempo. También es una posibilidad interesante para climas templados y suelen contar con diseños interesantes.
Si además de un buen balance entre calor y eficiencia buscas un diseño vistoso y elegante, es más fácil con los radiadores de aluminio. No ha de extrañar que, en los últimos años, se haya extendido su uso en distintos espacios.
3. Radiadores de baja temperatura
Los radiadores de baja temperatura son aparatos que tienen una limitación a no más de 45º. Por lo tanto, cuando funcionan al máximo, no hay un excesivo gasto de energía y se pueden programar. Son una buena alternativa para climas templados o mediterráneos y complementan bien con una instalación de energía fotovoltaica. El principal inconveniente es que, aunque consumen poco, no son funcionales en climas continentales o de montaña; además, al no ser tan habituales, resultan más costosos.
Este tipo de instalación funciona muy bien en entornos automatizados y smart. No en vano, los termostatos también te permiten temperaturas inferiores y, si utilizas energía solar, esto ayudará a ajustar los consumos.
4. Radiadores de hierro
Por último, cuando consideramos qué radiadores calientan más y consumen menos, es cierto que los de hierro son más costosos y tardan más en calentarse que los de otros materiales. Sin embargo, la ventaja que aportan es la de mantener la temperatura durante más tiempo. Para estancias grandes, oficinas o edificios públicos siguen siendo una opción de uso habitual. No son la opción más estética, pero esto no les quita funcionalidad y efectividad para periodos de tiempo prolongados.
Al valorar cuáles son los radiadores que menos consumen, estos puntos son interesantes. Pero a nadie se le escapa que parte del ahorro se consigue con una tarifa eléctrica adaptada a tus necesidades. En Naturgy tenemos varias opciones para que no te lleves un susto cuando toca pagar tu recibo. ¡Únete a las #BuenasEnergías y gana en tranquilidad!