Producir bienes o prestar servicios es la finalidad de cualquier empresa. Sin embargo, estas entidades forman parte de la sociedad. Por lo tanto, también tienen la responsabilidad de contribuir a un desarrollo que sea justo para todos, y sostenible para el entorno. Esto es lo que se conoce como Responsabilidad Social Corporativa o RSC.
Si estás al frente de una empresa, entender este concepto y aplicarlo a tu forma de hacer negocios puede marcar la diferencia. Porque la RSC es ya una de las claves para el éxito corporativo. Pero, ¿cómo puedes alinear tu empresa con los objetivos sociales más importantes a nivel global?
La Responsabilidad Social Corporativa puede ser algo relativamente reciente, pero no es una moda. Cometes un error si piensas que es una simple tendencia en la forma de hacer negocios que pronto caerá en el olvido. Porque te podemos asegurar que no va a ser así.
La RSC ha llegado para quedarse. Porque supone un punto de inflexión en la forma de hacer negocios. Una manera de diferenciarte del resto y demostrarle al público que tu empresa está comprometida con un conjunto de valores compartidos por el conjunto de la sociedad.
Para entender qué es la RSC, podemos definirla como una filosofía empresarial que aboga por la ética aplicada al mundo de los negocios. De manera que las empresas sean capaces de contribuir al desarrollo sostenible.
No se limita al cumplimiento de las leyes y las regulaciones, sino que va más allá. La responsabilidad social empresarial implica que las entidades toman medidas que tienen un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente.
Por ejemplo, dentro de la RSC de tu empresa puedes recoger como uno de los valores prioritarios promover la igualdad. Luego puedes hacer realidad ese valor a través de medidas como la contratación de personas con discapacidad, o la presencia paritaria de mujeres y hombres en los puestos de responsabilidad.
Este concepto empezó a ganar fuerza a lo largo de las décadas de los 50 y los 60 del siglo pasado. Importantes compañías como IBM y Johnson & Johnson fueron pioneras a la hora de adoptar enfoques más éticos y socialmente responsables al hacer negocios.
Llegados ya al siglo XXI, la Responsabilidad Social Corporativa se convirtió en una parte integral de la gestión empresarial. Pero no fue hasta la década de 2010 cuando las empresas empezaron a tomar conciencia de lo que realmente significa la RSC. A partir de ese momento, los ejemplos de entidades que se suman a esta corriente no han dejado de multiplicarse.
Podemos encontrar muchos ejemplos de Responsabilidad Social Corporativa hoy en día. Apple es uno de los nombres más destacados, pero que esto no te confunda. Porque alinear los objetivos de crecimiento de una empresa con los objetivos globales de desarrollo social y sostenibilidad ambiental no es solo cosa de grandes multinacionales. Aunque tu empresa sea pequeña, puedes aportar tu granito de arena. Lo importante es implementar una estrategia que te permita avanzar paso a paso.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) forman parte de un llamamiento de carácter universal realizado por Naciones Unidas. Con la finalidad de alcanzar fines tan loables como:
En el año 2017, todos los miembros de Naciones Unidas aprobaron 17 objetivos que forman parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, de la que seguro que ya has oído hablar. Pues bien, para diseñar tu política de RSC, debes conocer estos objetivos.
No vas a poder trabajar para contribuir a todos ellos, pero deberías centrarte en algunos de los que consideres más importantes:
¿Ya has seleccionado algunos de los ODS más importantes para ti? Entonces, es hora de integrarlos dentro de los valores de tu empresa. Para ello tienes que recogerlos dentro de tu estrategia empresarial. ¿Cómo? Definiendo qué metas buscas y qué vas a hacer para lograrlas. Por ejemplo, si te has propuesto que tu empresa sea un ejemplo a seguir en materia de producción y consumo responsable, tendrás que idear medidas para aprovechar mejor los recursos durante la fase de producción, reducir los desechos y conseguir un producto final más sostenible.
La Responsabilidad Social Corporativa no le sirve de nada ni a tu empresa ni a la sociedad si no la llevas a la práctica. Igual que están haciendo otras empresas españolas, tienes que pasar a la acción. Es decir, que tienes que poner en marcha las estrategias y medidas que has diseñado.
Pero, ¿cómo vas a saber si estás consiguiendo avances? Fácil, a través de la monitorización. De forma periódica, evalúa los resultados y elabora un informe que los recoja. Destacando el impacto positivo de las acciones que ha tomado tu empresa, y las próximas medidas a poner en práctica. Este informe te sirve a ti para saber si vas por buen camino. Pero también es de gran utilidad para que tus empleados puedan ver que sus esfuerzos se están materializando en algo que es positivo para el conjunto de la sociedad.
Si, además, haces pública tu Responsabilidad Social Corporativa, e informas con transparencia de lo que estás haciendo y lo que estás logrando, vas a conseguir que la imagen que tienen los consumidores sobre tu negocio mejore de forma notable.
Cada organización tiene sus valores y, por tanto, las medidas a adoptar pueden ser diferentes. Pero aquí tienes algunas que se ajustan a los ODS y que puedes implementar sea como sea tu negocio:
Se trata de poner en marcha políticas de actuación que ayuden a reducir la cantidad de contaminación que produce tu negocio. Por ejemplo, adoptando medidas de eficiencia energética o un sistema de gestión responsable de los residuos.
Supone poner en práctica una cultura organizacional inclusiva y diversa. Promoviendo la igualdad de oportunidades para todos los empleados con independencia de factores como su edad, su sexo, su origen racial, su orientación sexual, etc.
Las prácticas que entran dentro de esta categoría se centran en operar en el mercado de una forma ética y transparente. Evitando la corrupción y garantizando en todo momento que se cumple la normativa. Un buen ejemplo es el total respeto a los derechos de los empleados.
Tu empresa puede establecer diálogo y colaboración con otros agentes sociales que persigan los mismos fines. Puede tratarse de otras empresas, Administraciones Públicas, ONG, asociaciones de vecinos, etc.
Al alinear tu empresa con los objetivos globales a través de la Responsabilidad Social Corporativa, contribuyes a hacer del mundo un lugar más sostenible y justo. Sin tener que renunciar en ningún momento a que tu negocio alcance los objetivos económicos y de desarrollo que has marcado para él. Se trata de hacer lo mejor para tu empresa y, a la vez, para la sociedad. ¿Te animas a asumir este reto? Si la respuesta es "sí", en Naturgy podemos ayudarte a reducir la huella ecológica de tu negocio.
