El mercado energético, en los últimos años, ha evolucionado muy rápido. La concienciación por el uso de energías limpias, junto con las nuevas tecnologías, han hecho que el mix energético varíe, así como los precios de la energía en los mercados. ¿Quieres conocer más detalles? Te animamos a que leas este artículo...
¿Cómo está evolucionando el mercado energético?
El mix energético de los países, si entendemos como tal la combinación de fuentes de energía, varía mucho según el caso. Pero lo que sí es cierto es que, cada vez más, las economías desarrolladas reducen su dependencia de los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural).
Los motivos de reducir esta dependencia son tres: en primer lugar, que las fuentes de energía de origen fósil son recursos finitos. El segundo de ellos, la contaminación que estos generan a través de los gases de efecto invernadero. Y, por otra parte, el monopolio de disponibilidad que tienen determinados territorios de estos recursos, y del que carecen otros. La diferencia con respecto a épocas anteriores es que ahora existe una tecnología avanzada en sectores como el eólico, solar o hidroeléctrico.
Ante el riesgo de dependencia energética, no ha de extrañar que la energía renovable sea una alternativa. En primer lugar, porque no es finita, lo que no sucede con las energías fósiles. Y, por otra parte, porque esa disponibilidad hace que sea mucho más económica que las energías no renovables. Si a eso le unimos el menor impacto ambiental, en algunos casos próximo a cero, tenemos un triángulo virtuoso.
El papel de las energías renovables en el futuro energético
Las llamadas energías renovables, o del futuro, ya son una realidad en el mix energético. Pero la realidad es que están llamadas a que lo tengan aún mayor, hasta el punto de ser las protagonistas. España, hasta ahora, es un ejemplo de transición energética: el 56 % de nuestro mix energético ya es renovable, frente a un 30 % mundial actual. Pero las previsiones son todavía más optimistas: en 2030, el 81 % del mix energético será renovable en España, y cubrirá el 48 % del consumo total.
Una vez más, las características geográficas del país tienen mucho que ver en el tipo de energías renovables. En España, por ejemplo, hay tres pilares: energía eólica, energía solar fotovoltaica y energía hidráulica. En otros países hay alternativas como la biomasa o la energía geotérmica con más peso. Sea como fuere, los objetivos de la Agenda 2030 y de neutralidad climática de 2050 apuntan a una aceleración de la descarbonización y de la generación de las emisiones contaminantes. Estas directivas indican, también, la necesidad de innovar para que los sistemas de captación y transformación de energía renovable sean más eficientes.
Finalmente, hay que destacar el papel que la sociedad tiene también ante este tipo de fuentes de energía. La población, y los consumidores, apoyan, cada vez más, un modelo de energía limpia y consciente. Y esto es lo que pueden proporcionar las energías renovables en sus diversas variantes.
Digitalización y redes inteligentes: eficiencia en el sector
En el mercado energético, no podemos obviar que hay dos vertientes, la de la producción general y la de la producción de autoconsumo. Pues en ambos casos, la digitalización y el uso de redes inteligentes ayuda a una mayor eficiencia. Aunque estas tecnologías aún se están introduciendo, sí tienen un potencial de mejora importante, sobre todo gracias a la IA (Inteligencia Artificial). Te damos algunos ejemplos prácticos de cómo se consigue una mayor eficiencia en el mercado:
1. Optimización del consumo energético
La digitalización gracias a los contadores inteligentes energéticos permite, para empezar, optimizar el consumo. Se sabe cuánto se gasta realmente, y esto sirve como pauta para decidir cómo y cuándo consumir. Pero, además, mediante la automatización en tiempo real de los flujos también se pueden controlar incidencias con mucha más facilidad. El resultado es que no solo se gasta menos, sino que se gasta mejor.
2. Posibilidad de compensar excedentes energéticos
La posibilidad de compensar excedentes tiene mucho que ver con la digitalización y la gestión de redes inteligentes. No en vano, los flujos se pueden redirigir mejor y esto permite, en instalaciones solares de autoconsumo, acogerse a la modalidad de compensación. Esto mejora la eficiencia para todos y, además, introduce un elemento de optimización del consumo y de ahorro. En definitiva, el consumidor de energía fotovoltaica se puede convertir, también, en prosumidor.
3. Mejora de la disponibilidad del suministro
La mejora de la disponibilidad del suministro es otra de las ventajas que aporta la digitalización y las redes inteligentes, o SmartGrids. El control centralizado y automatizado permite redireccionar mejor los flujos de electricidad, necesitando menos recursos para proporcionar el mismo servicio. La capacidad de ajustarse mejor a los flujos de oferta y demanda ayuda, y mucho, a este objetivo. Si las redes están instaladas correctamente, la distribución de los sobrantes de energía se hace de forma automática.
4. Minimización de pérdidas
La minimización de pérdidas es otra de las ventajas que aportan las redes inteligentes y la automatización. No en vano, todo lo que aporte exactitud permite planificar mejor. Y una planificación correcta permite reducir, y mucho, las probables pérdidas o costes adicionales. Esto se aplica también con las energías renovables, sobre todo con la solar fotovoltaica. Al final, se trata de utilizar lo mejor posible la energía disponible, y con los sistemas automáticos se consigue.
Almacenamiento energético y su impacto en la estabilidad del mercado
El almacenamiento energético siempre se ha intentado realizar. En un primer momento, con las materias primas, fuese carbón o petróleo. Con las energías renovables, aparece la necesidad de almacenar determinados caudales de energía para evitar fluctuaciones en el suministro y en los precios.
Existen varias tecnologías, dependiendo de quién almacena la energía y de su alcance. Las más conocidas son el bombeo hidroeléctrico, porque es la técnica más utilizada por las centrales homónimas, y el almacenamiento asociado al uso de baterías en la energía fotovoltaica. Sin embargo, también podemos hablar de los supercondensadores, los volantes de inercia, el almacenamiento térmico, el aire comprimido, las sales fundidas, el gas sintético u otros. En definitiva, existen numerosos métodos de almacenamiento, relacionados con una u otra tecnología de generación.
¿Cuál es el objetivo del almacenamiento en el mercado energético? Abaratar o, como mínimo, tener la capacidad de actuar ante problemas puntuales. Imaginemos una época de sequía o un problema sobrevenido de electricidad en una instalación mixta que combine la energía fotovoltaica. Aunque esta capacidad es limitada y se concentra, sobre todo, en la energía hidroeléctrica, los sistemas térmicos están mejorando para que la capacidad de almacenamiento sea mayor. Eso sí, a nivel micro sí que se nota, y mucho, en la factura.
El mercado energético tiene cada vez más en cuenta las energías renovables, y esto en España tiene mayor peso, si cabe. ¿Estás pensando en incorporar la energía fotovoltaica en tu negocio u hogar? ¡Te podemos ayudar! Llámanos y únete a las #Buenasenergías.


