Monofásico y trifásico: ¿cuál conviene para una instalación eléctrica?

Y de repente, un día te preguntan “¿qué instalación eléctrica tienes en casa?” y entonces, te surgen las dudas. En este caso, deberías decir si se trata de una instalación monofásica o trifásica, aunque conocer la respuesta a veces no está tan claro y es algo que les pasa a muchas personas.

La verdad es que estos conceptos suenan tan complejos que solemos creer que solo son importantes para los profesionales del sector, pero a ti, como consumidor de la red eléctrica, también te pueden resultar de ayuda a la hora contratar la potencia más óptima y ahorrar en la factura de luz.
Descubre en qué consiste la instalación monofásica o trifásica para entender sus diferencias y saber qué tipo te conviene en casa. Saldrás de dudas enseguida y te sorprenderá lo fácil que resulta dominar este tema. Más de lo que pensabas.

Dos tipos de instalaciones para el contador: monofásico y trifásico

El cuadro eléctrico o Cuadro General de Mando y Protección (CGMP) de tu casa suele pasar desapercibido, pero es esencial. Es como el corazón de toda la instalación eléctrica. En ese panel encontrarás los elementos que hacen posible la distribución de la energía y la potencia eléctrica para cada aparato que se conecta a la red.

Además, si en algún momento superas la potencia máxima que admite tu instalación o hay una sobrecarga o cortocircuito, el cuadro de luz corta la electricidad inmediatamente, protegiendo tu hogar, tu seguridad y la de tus electrodomésticos.

Pero ¿sabías que hay dos tipos de instalaciones eléctricas? Según su configuración, pueden ser monofásicas o trifásicas:

• Para viviendas que tienen una potencia eléctrica menor de 10 kW, el más común es el cuadro eléctrico monofásico.

• Para una potencia superior a los 10 kW, generalmente el cuadro eléctrico que se utiliza es trifásico.

Teniendo esto claro, ahora entenderás mucho mejor las características de cada tipo de instalación.

¿Sabías que los electrodomésticos también son monofásicos o trifásicos?

Uno de los factores que impide que una casa tenga instalación trifásica es que la mayoría de los electrodomésticos que utilizamos son monofásicos y, por lo tanto, necesitan este sistema para funcionar. La diferencia entre los que son monofásicos o trifásicos está en el motor.
 
Puedes comprobar si tus electrodomésticos son monofásicos revisando la etiqueta energética. Los monofásicos tienen una potencia de 220 V.  Si el voltaje es de 380 V son trifásicos, más comunes en la industria.
Y un detalle que seguro que te gustará: los electrodomésticos monofásicos tienen un consumo menor respecto a los trifásicos.

Instalación monofásica o trifásica. ¿Qué necesito para mi casa?

Ahora que ya conoces las diferencias entre ambas es posible que te preguntes si tienes la instalación adecuada.

Para salir de dudas, necesitas calcular la potencia de tu casa:

• Si utilizas 13,86 kW como máximo, la instalación monofásica es perfecta. Como has leído, es la que tienen la mayoría de los hogares.

• Sin embargo, si 13,86 kW no son suficientes, necesitas un sistema trifásico.

Si vives en una casa de campo o alejada del punto de distribución de la red eléctrica o distribuidora, también se recomienda una instalación trifásica.

¿Vale la pena cambiar de trifásico a monofásico?

Es posible cambiar entre estos dos tipos de instalaciones, pero lo más importante es saber cuándo es de verdad recomendable. Por ello vamos a compartirte tres casos en los que el cambio sí sale a cuenta:

• Si has hecho el cálculo de la potencia de tu hogar y el resultado es menor de 13,86 kW, entonces sí te conviene cambiar a monofásico para ahorrar en la factura de la luz. En este caso, recuerda que los electrodomésticos también deberán estar adaptados.

• En hogares antiguos, donde lo normal es que haya instalación trifásica, también se aconseja cambiar a instalación monofásica.

• Por último, es posible que en una de las fases de la instalación trifásica no se utilice plenamente la potencia. Eso es porque la cantidad de kW contratados es demasiado alta para ti y acabas pagando de más en la factura de luz. Una primera solución es desplazar los aparatos hacia las fases en las que sí usas la potencia, pero si esto no es suficiente, se puede cambiar la instalación completa.

Los pasos para cambiar de instalación trifásica a monofásica

1. Primero, deberás comunicarlo a tu comercializadora.

2. Esta se pondrá en contacto con la distribuidora, que es quien lleva a cabo el proceso.

3. Después, un electricista irá a tu casa para hacer los cambios, entre ellos instalar un nuevo contador monofásico.

4. Finalmente, emitirá un nuevo Certificado de la Instalación Eléctrica con los datos actualizados del suministro, como la potencia contratada.

¿Cuál es el coste de cambiar de trifásico a monofásico?

El importe a pagar depende del técnico autorizado o de la nueva potencia instalada, pero por lo general, el precio suele oscilar entre los 400 € y los 600 € (incluyendo el nuevo certificado de instalación eléctrica). Recuerda que a largo plazo, ahorrarás en la factura de la luz porque tendrás una potencia más acorde con lo que en realidad necesitas en tu día a día.

Conoce los tramos de potencia de luz

Si quieres cambiar de potencia, debes conocer cuáles son los diferentes tramos que pueden contratarse, tanto de instalación monofásica como de trifásica:

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¿Qué otros cambios de potencia puedes hacer?

Además de pasar de trifásica a monofásica, es común que necesites subir o bajar la potencia de tu hogar sin cambiar el tipo de instalación.  

Lo primero que necesitas es saber qué potencia tienes contratada. Si eres cliente de Naturgy, puedes hacerlo de diversas maneras:

• Desde tu Área Clientes de la web, entrando en Mis contratos. Ahí aparecerán tus datos y, entre ellos, la potencia actual.

• En la factura siempre consta tu potencia contratada. Fíjate en la sección Datos del contrato.

• Si tienes el móvil a mano, entra en la aplicación de Naturgy Clientes y consulta el apartado Facturas.

Después, te aconsejamos utilizar el recomendador de potencia de la web de Naturgy. Según los electrodomésticos, la franja horaria en que los usas, el tamaño de la casa o el tipo de climatización, entre otros factores, podrás obtener una idea de la potencia que necesitas contratar y compararla con la que tienes actualmente. A partir de aquí, pueden darse dos situaciones:

Por un lado, que quieras bajar la potencia

Puede ser normal si se ha reducido el número de habitantes de tu casa, si hay menos electrodomésticos o si has disminuido su uso.

Hay tres maneras de solicitar una bajada de potencia:

1. Accediendo a tu área de clientes o cumplimentando este formulario en la página web.

2. Llamando a nuestro teléfono gratuito 900 100 251.

3. Acudiendo a tu Tienda Naturgy.

O por otro lado, que necesites subir la potencia

Este es el caso si con frecuencia sucede lo que coloquialmente se conoce como que “te saltan los plomos”, es decir, que salta el limitador de potencia porque la demanda de electricidad en casa es mayor, ya sea porque convive más gente, tienes más electrodomésticos o, simplemente, porque estos son más potentes.

De todas formas, puede que, dependiendo de las características de la instalación, no sea posible subir la potencia sin realizar cambios a cargo del titular de la misma. En cualquier caso, se solicita de la misma forma que la bajada: puedes llamar, acudir a una tienda física o hacer la gestión en línea. En este último caso, tienes que acceder a Mis contratos y Solicitar cambio de potencia.

Si tienes un contador digital telegestionado, el cambio de potencia solo tarda unas horas o unos días desde el momento en que la distribuidora acepta el trámite.

¿Tienes la mejor tarifa de luz para ti?

En Naturgy, pensamos que hay algo mejor que encontrar la tarifa de luz perfecta: disfrutar de la que te ofrece flexibilidad y personalización con un precio competitivo.

Y tú, ¿tienes claro cuál es la tarifa perfecta para ti? Si tienes más preguntas sobre este tema o sobre subir o bajar la potencia contratada, déjalas en los comentarios. ¡Te leemos!

La importancia de saber diferenciar entre instalación monofásica y trifásica

Imagina que vas a comprar un aparato de aire acondicionado. Es posible que el dependiente solo te enseñe los aptos para una instalación monofásica, pero ahora ya sabes que lo hace porque esta es la más común en los hogares españoles.
 
¿Tienes un local comercial? Entonces seguro que te interesa conocer mejor cómo es su instalación trifásica.
 
No hace falta ser un experto, pero está claro que cuanto más te suenen estos conceptos, mejor entenderás cómo funciona la electricidad de tu casa. Y de paso, descubrirás que la energía solo quiere ser tu aliada para hacerte la vida más fácil.