¿Sabes qué significan las etiquetas energéticas de los electrodomésticos? Si vas a renovar alguno de ellos, es importante que tengas claro cómo interpretar estas etiquetas y qué relación tienen con la eficiencia energética. Esta información es clave a la hora de decidir con qué electrodoméstico quedarte. Te lo contamos todo en este artículo.
¿Qué son las etiquetas energéticas de los electrodomésticos?
No es ningún secreto que la concienciación con la sostenibilidad y el medio ambiente es un factor que tiene cada vez más peso en las decisiones de compra de los usuarios. Antes, cuando comprábamos una lavadora, nos importaban las prestaciones y el precio, sobre todo. Pero ahora, ¿te fijarías en algo más?
Ahora, las decisiones están motivadas por incentivos como las etiquetas energéticas de los electrodomésticos. Estas constituyen un sistema de identificación visual para que los usuarios vean claramente qué nivel de eficiencia energética tiene cada electrodoméstico.
Actualmente, hay una clasificación energética de electrodomésticos en 7 etiquetas, de la A a la G. Cada una de las letras corresponde a un nivel de eficiencia distinto, siendo la A el nivel más eficiente y la G el nivel menos eficiente.
¿Es obligatorio que los electrodomésticos cuenten con las etiquetas energéticas?
Sí. Desde el año 2021 está en vigor la nueva directiva de la Unión Europea, que establece la obligatoriedad de utilizar estos distintivos. Así, el nuevo etiquetado es obligatorio en lavavajillas, lavadoras, secadoras, frigoríficos, televisores y monitores, sistemas de iluminación y equipos de aire acondicionado.
No obstante, aunque son obligatorias desde hace solo unos años en todos los electrodomésticos, las etiquetas energéticas se crearon en 1995.
Principales diferencias entre las etiquetas antiguas y las nuevas
Al principio eran opcionales, y únicamente se utilizaban en frigoríficos, congeladores, lavadoras y lavavajillas.
Asimismo, otra diferencia importante que entró en vigor con la nueva directiva obligatoria es la clasificación energética. Como hemos comentado, ahora hay 7 niveles distintos reconocidos por 7 letras.
Sin embargo, antes de 2021, los niveles de eficiencia se medían solo de las letras A a la D, con la diferencia de que la letra A contaba con varias etiquetas (A+, A++, A+++). Con la nueva normativa, las etiquetas que antes eran A++ ahora pasan a ser B, algo que tiene un claro impacto en la percepción de los usuarios.
Para que la información quede más clara, esta es la correspondencia entre las etiquetas energéticas nuevas y las antiguas:
- Etiqueta A: equivale a la antigua etiqueta A+++.
- Etiqueta B: corresponde a la A++.
- Etiqueta C: antiguamente era la etiqueta A+.
- Etiqueta D: anteriormente, era la etiqueta A.
- Etiqueta E: corresponde a la antigua etiqueta B.
- Etiqueta F: es decir, la anterior etiqueta C.
- Etiqueta G: lo que antes era la etiqueta D.
¿Cómo deben ser las etiquetas energéticas de los electrodomésticos?
Tras la entrada en vigor de la directiva europea que regula actualmente las etiquetas, es interesante comprobar qué información deben contener para saber interpretarla. Estos son los elementos que aparecen en el etiquetado energético:
- Fabricante, modelo y marca del electrodoméstico.
- Código QR: Una de las novedades que trajo consigo la nueva directiva es la obligatoriedad de insertar un código QR desde el que los usuarios puedan acceder a un documento con la información técnica y energética más completa sobre el electrodoméstico.
- Nivel de eficiencia: Es decir, una de las 7 letras que indican el nivel de eficiencia energética: A, B, C, D, E, F o G.
- Consumo energético: Cada electrodoméstico debe señalar en su etiqueta su consumo específico, pero no todos tienen por qué seguir el mismo criterio. Por ejemplo, en el caso de una lavadora:
- En la etiqueta antigua, el consumo anual de energía (en kWh) tenía en cuenta 220 ciclos de lavado estándar anuales (incluyendo el stand-by).
- En la etiqueta nueva, se muestra el consumo energético (en kWh) para 100 ciclos de funcionamiento (en el programa “Eco 40-60”).
- Pictogramas: Según el electrodoméstico en cuestión, las etiquetas energéticas incluirán una serie de pictogramas para ampliar la información sobre el mismo. Por ejemplo, la capacidad máxima del electrodoméstico, el gasto de agua estimado o el nivel de ruido.
¿Qué significan los colores de las etiquetas energéticas?
Una de las razones por las que el etiquetado de eficiencia energética es muy útil para los consumidores es por su sencillez y efectividad. Utiliza un sistema de colores que conocemos comúnmente como semáforo, y que es uno de los más efectivos en todo el mundo.
Las etiquetas energéticas se clasifican en 3 colores con distintas tonalidades: verde, amarillo y rojo.
- Verdes: las etiquetas energéticas A, B y C son las tres que tienen el color verde, aunque en distintas tonalidades. De esta forma, el usuario puede distinguir que la etiqueta A, de color verde más intenso, es más eficiente que la C, de un verde más claro.
- Amarilla: la letra D es amarilla, y es la que indica el nivel medio de eficiencia energética.
- Rojas: las letras E, F y G varían en tonalidades distintas de rojo. En este caso, el color rojo más intenso es el de la etiqueta G, que es la menos eficiente.
La asociación del color verde para lo más sostenible y rojo para lo menos sostenible es universal y común para todas las personas. Por eso, este sistema es uno de los indicadores más sencillos y tangibles para medir el futuro gasto eléctrico y de agua de un electrodoméstico, es decir, para saber si puede gastar menos energía para funcionar, para saber cuál es su grado de eficiencia energética.
Y no solo eso, sino que también es un gran indicador para saber cuánto podemos ahorrar en el consumo energético. De media, los electrodomésticos con etiqueta A tienen un consumo energético inferior al 55% de la media, aproximadamente. En cambio, los electrodomésticos clasificados con la etiqueta G superan en un 25% el consumo medio.
La etiqueta energética, clave para ahorrar en el consumo de tus electrodomésticos
Ahora ya tienes claro por qué es tan importante saber la eficiencia energética en la etiqueta de los electrodomésticos. La responsabilidad de preservar y cuidar nuestro planeta es de todos, y apostar por equipos que sean eficientes es una buena forma de contribuir a ello.
Además, supone un gran alivio para nuestros bolsillos. Utilizar electrodomésticos con mayor eficiencia energética nos ayuda a optimizar el consumo y, por tanto, a pagar menos en la factura de la luz.
Según los datos de Red Eléctrica de España, el consumo eléctrico de los electrodomésticos de un hogar está en torno al 66% del gasto de la factura de luz anual.
Con nuestro simulador de etiquetado energético, te ayudamos a conocer mejor la eficiencia de todos los electrodomésticos que tienes en casa y a saber cuánto puedes ahorrar. Además, si cuentas con una tarifa económica en el precio de la luz, el ahorro puede ser aún mayor. Si pones en marcha electrodomésticos más eficientes en las horas en las que la luz sea más barata, el ahorro aumenta de forma considerable.
Las etiquetas energéticas actúan como una guía visual para que nos resulte más fácil comprar electrodomésticos de alta eficiencia energética. Desde Naturgy te animamos a poner tu granito de arena para convertir nuestro planeta en un lugar seguro y sostenible que puedan disfrutar las generaciones futuras.
¡Llénate de #BuenasEnergías!