El mantenimiento del aire acondicionado es esencial para prolongar la vida de este aparato de climatización. Además, un dispositivo en buenas condiciones enfría de forma más eficiente y tiene un menor consumo eléctrico. Por tanto, cuando inviertes en mantener en condiciones óptimas el aire acondicionado, estás ahorrando en tu factura eléctrica.
Revisión del aire acondicionado: por qué es esencial una vez al año
Instalar aire acondicionado es una buena idea, pero después hay que hacer un mantenimiento anual para garantizar el buen funcionamiento de las unidades interiores y exteriores. Lo que consigues con esto es:
Preservar la eficiencia energética
Los aparatos de climatización actuales tienen muy poco que ver con los de hace unos años. No solo enfrían mejor y son más silenciosos, sino que son capaces de hacerlo con un consumo energético mínimo.
Lo que hace la revisión del aire acondicionado es preservar en el tiempo esa eficiencia energética. Porque, con el uso constante, los componentes del sistema acumulan polvo y suciedad que puede interferir en su funcionamiento. Incluso pueden aparecer pequeños daños, y esto obliga al aparato a trabajar más para poder alcanzar la temperatura deseada. Como resultado, el consumo eléctrico se incrementa.
Si has notado que este año usas la climatización más o menos como el año pasado y el consumo eléctrico ha subido, es posible que la causa sea un deficiente mantenimiento.
La clave para evitar problemas es revisar de forma regular la unidad interior y la exterior. Se trata de limpiar y comprobar que filtros, serpentines y ventiladores están en buen estado. Algo tan sencillo y rápido como el mantenimiento de aire acondicionado en la unidad exterior puede evitar que el consumo del aparato se dispare. El mantenimiento de la unidad interior, por su parte, te ayudará a respirar un aire más sano y mejorará el confort térmico en tu hogar o negocio.
Prevenir averías costosas
Un pequeño fallo o avería detectada a tiempo se puede corregir rápidamente y a un precio moderado. En cambio, cuando la avería ya es grande, el coste puede dispararse.
Problemas como las fugas de refrigerante, los daños en el compresor o los sensores defectuosos suelen dar muestras tempranas que un técnico especializado puede detectar durante la inspección anual. Cuando esto sucede, el fallo no llega a ser grave y se repara sin mayor problema.
En cambio, si no haces el mantenimiento del aire acondicionado, cuando descubras que hay un problema la avería será ya importante. La conclusión es que te costará más repararla, tanto en tiempo como en dinero. Si el fallo es muy grave, es posible que tengas que plantearte reemplazar el equipo completo.
Proteger la salud del hogar
El aire acondicionado no solo enfría el ambiente, también tiene un impacto directo en la calidad del aire que respiras. Si el sistema está sucio porque no tiene un buen mantenimiento, el aparato se puede convertir en un foco de moho y bacterias que pueden afectar a tu salud. Tampoco hará una buena filtración de partículas, lo que genera la presencia de alérgenos en tu hogar.
Evitar este problema es tan sencillo como hacer la revisión del aire acondicionado de forma anual. Así tienes garantizado que el sistema está limpio y que el aire que respiras está libre de contaminantes. Si tienes o convives con personas con asma, alergias o problemas respiratorios, este mantenimiento se vuelve totalmente imprescindible y no hay excusa para saltárselo.
Aumentar la vida útil del equipo
La vida útil de un aparato de climatización de este tipo depende de muchos factores, pero la media está entre 10 y 15 años si hay un buen mantenimiento.
Es la revisión anual la que consigue mantener en buen estado todos los componentes y evitar un desgaste prematuro. Por tanto, si inviertes en mantenimiento, te estás evitando tener que hacer frente a un reemplazo anticipado del aparato.
Cómo hacer el mantenimiento del aire acondicionado por conductos
El mantenimiento del aire acondicionado por conductos reviste algunas especialidades que debes tener en cuenta.
Limpieza de rejillas y difusores
Las rejillas de impulsión y retorno suelen acumular pelusas, polvo y otros residuos que dificultan la circulación del flujo de aire. Se aconseja retirar la suciedad con cuidado y limpiar las rejillas con un paño húmedo o con un poco de agua jabonosa (no utilices productos abrasivos).
Antes de poner de nuevo la climatización en marcha, asegúrate de que las rejillas están completamente secas.
Revisión y limpieza de filtros
Estas instalaciones de climatización suelen tener los filtros de aire en la unidad interior o en el retorno de aire principal. Lo que hay que hacer es extraer el filtro y limpiarlo. Si es desechable, hay que reemplazarlo directamente por otro que cumpla las especificaciones del fabricante.
La periodicidad de limpieza de los filtros depende del uso que se le dé al aparato de aire acondicionado y del entorno, pero lo habitual es hacerlo cada tres meses. En supuestos de uso intensivo, o si el ambiente está muy sucio o contaminado, entonces se recomienda hacerlo una vez al mes.
Inspección y limpieza de conductos
Con el paso del tiempo es normal que los conductos acumulen polvo, ácaros, e incluso restos de insectos. Limpiarlos mejora la calidad del aire, evita olores y desagradables y ayuda a ahorrar, porque mantiene la eficiencia energética del aparato.
Esta es una tarea de cierta complejidad que es mejor dejar en manos de especialistas. Normalmente, basta con hacer una limpieza de este tipo cada tres o cinco años, pero en el caso de personas alérgicas, es mejor hacerla anualmente.
Revisión de la unidad interior y exterior
El mantenimiento del aire acondicionado por conductos llevado a cabo por expertos incluye una revisión a fondo de la unidad interior y de la exterior. Lo que se hace es revisar que no exista ningún daño y que todos los componentes estén en buen estado y funcionen correctamente.
Mantenimiento de la unidad exterior del aire acondicionado: paso a paso
La unidad exterior se encarga de disipar el calor, pero su exposición continuada a polvo, hojas, insectos y suciedad puede afectar a su eficiencia.
El mantenimiento del aire acondicionado en la unidad exterior implica:
Desconectar el aparato de la corriente eléctrica antes de manipular nada más.
Limpiar el entorno de la unidad. Hay que retirar cualquier objeto que pueda obstruir el flujo de aire.
Limpiar la carcasa exterior. Basta con pasar un trapo ligeramente humedecido con un poco de agua con jabón.
Limpiar las aletas del intercambiador. Las aletas metálicas que recubren el condensador son las que ayudan a disipar el calor, y hay que limpiarlas. Para hacerlo puedes utilizar un cepillo suave (hay cepillos especiales para esta tarea), o aire comprimido. Lo que no es recomendable es utilizar una hidrolimpiadora, porque esto puede dañar las aletas u otros componentes del aparato.
Revisar las aletas. Si alguna de ellas está deformada, puedes usar un peine para aletas y devolverles su forma normal. No utilices objetos metálicos duros porque podrías perforar el sistema.
Limpiar el ventilador. Si puedes acceder fácilmente a él, retira la suciedad.
Verificar las conexiones visibles. Inspecciona visualmente si hay algún cable suelto o grietas en los tubos. Si notas algo anormal, no toques nada ni enciendas el aparato y ponte en contacto con un técnico.
El mantenimiento del aire acondicionado, preferiblemente realizado antes de que comience la temporada de uso intensivo, te va a evitar disgustos y picos de consumo en tu factura eléctrica. Si necesitas ayuda para mantener este aparato u otros electrodomésticos en buen estado, cuenta con Servielectric.