Seguridad eléctrica: Cuidar tu red eléctrica

Las ciudades están llenas de oportunidades para estudiar, trabajar, conocer gente pero, cada vez más, también para asegurar un futuro respetuoso con el planeta. De hecho, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ODS 11, se centra en el desarrollo de las ciudades sostenibles.

¿Sabes qué es un corredor verde y ecológico? ¿Hay alguno en tu ciudad? A continuación, descubrimos todo lo que aportan estos espacios naturales y cuáles son sus beneficios para las áreas metropolitanas y sus habitantes.

¿Qué es un corredor ecológico urbano?

A veces, por falta de tiempo, no podemos acercarnos a los bosques pero disfrutar de la compañía de los árboles, de camino al trabajo o al colegio o volviendo a casa, después de un largo día, la sensación es mucho más agradable y hasta nos recargan las energía. Además, los árboles hacen mucho por nosotros. Desde el Instituto de Ciencias Atmosféricas y del Clima, ETH Zurich (Suiza), se ha confirmado que pueden reducir la temperatura de la superficie terrestre en las ciudades hasta 12 °C en verano.

El efecto de enfriamiento que consiguen se debe sobre todo a la transpiración, un proceso por el que el agua, dentro del árbol, se libera como vapor de agua a través de sus hojas. Por ello, esta misma investigación señala que es buena idea plantar más árboles en las ciudades para combatir el calentamiento global y reducir los efectos del cambio climático.

Estudios como este y sobre todo, la necesidad de crear áreas urbanas más sostenibles, han propiciado el desarrollo de los corredores verdes.

¿Un corredor ecológico es lo mismo que uno biológico?

Los corredores ecológicos también pueden llamarse corredores de conservación o biológicos pero hay que destacar que, si no se especifica que sean urbanos, es porque estos corredores no se encuentran en las urbes, aunque su función es la misma: unir zonas naturales. Asimismo, su objetivo es preservar la biodiversidad, mantener la estructura y función de los ecosistemas y favorecer las condiciones idóneas para el hábitat de la flora y fauna silvestres.

Para concretar alguna diferencia más, y fuera del ámbito urbano, el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza distingue entre los corredores ecológicos, aquellos que tienen un ancho de 1 a 5 kilómetros, de los corredores de conservación, con un ancho menor a 1 kilómetro. Estos últimos se instauran para unir zonas naturales cuyos ecosistemas están muy amenazados.

¿Sabías que también existe el corredor urbano discontinuo?

Estos los encontramos en las llamadas megalópolis, grandes ciudades que suman una población mayor a 10 millones de habitantes. Gracias a estos corredores urbanos discontinuos, todos los asentamientos de la ciudad están conectados de manera natural. Un ejemplo sería el Paseo de la República en Lima.

¿Qué ventajas tiene un corredor ecológico urbano?

• Aumentan la biodiversidad en el entorno urbano dando continuidad a los espacios verdes.

• Reducen la contaminación atmosférica y la contaminación acústica.

• Fomentan una movilidad sostenible, con la que podemos desplazarnos en bicicletas o patinetes.

• Como explicábamos al inicio, gracias al poder de enfriamiento de los árboles, evitan la formación de islas de calor.

• Mejoran la gestión del agua de lluvia.

• Aumentan el bienestar de las personas y la conexión con la naturaleza.

• Pueden convertirse en un reclamo turístico que influye positivamente en la economía de las ciudades.

• Se pueden utilizar para muchas actividades: deportivas, culturales, recreativas, etc.

• Aportan un mayor valor ambiental y paisajístico para la ciudad.

Dos corredores verdes y ecológicos en el mundo:

• El primer ejemplo nos queda muy cerca, Madrid Río. Se trata de un gran parque lineal, que va desde El Pardo hasta Getafe y que ha sido posible gracias al soterramiento de la M-30 en la zona del río Manzanares. Si antes circulaban coches, ahora se puede caminar tranquilamente, hacer deporte o respirar aire puro. Se extiende a lo largo de 1.210.881 metros cuadrados, con 53.550 metros de recorridos peatonales y se han plantado 33.623 nuevos árboles de 47 especies.

• Cruzamos el océano Atlántico para visitar el Manhattan Waterfront Greenway, la vía verde más larga de la isla, que recorre el West Side, desde Battery Park en el sur hasta Dyckman Street, en el norte. Este corredor ecológico brinda acceso a la costa para realizar actividades, integra parques como el Hudson River Park, Riverside Park y Fort Washington Park y ofrece un carril bici. Todavía queda un tramo por construir pero cuando esté completo, este anillo que rodea Manhattan tendrá una extensión de 51 km.

Ciudades más sostenibles con los corredores ecológicos urbanos

Sin lugar a dudas, un corredor ecológico es una gran herramienta para conseguir que todos tengamos acceso a las zonas verdes al tiempo que cuidamos la naturaleza que nos rodea. Solo junto a ella, podemos respirar #BuenasEnergías.

Y a ti, ¿cómo te gustaría que fuese tu ciudad en el futuro?