A veces utilizamos ambos términos como si fueran sinónimos pero, en realidad, se diferencian por un pequeño detalle. La clave está en que el acumulador es un elemento que forma parte de las baterías solares. Dicho de otra forma: las baterías están formadas por acumuladores, que son los que almacenan la electricidad para que puedas utilizarla en otros momentos y tener más independencia energética.
A través de celdas electroquímicas, el acumulador almacena la energía eléctrica en forma de energía química. Luego, en el momento de uso, son las baterías las que vuelven a transformar la energía almacenada en energía eléctrica.
Como ves, son dos elementos dependientes, que se necesitan entre sí para hacer todo el proceso: almacenar energía y convertirla en electricidad. A continuación, vamos a centrarnos en las baterías solares, ya que son el sistema más común.
¿Cómo funcionan las baterías solares?
Las baterías, que basan su funcionamiento en el principio de oxidación-reducción, están compuestas por celdas químicas que tienen un polo negativo y otro positivo. En su interior también hay electrolitos que permiten que el flujo eléctrico vaya hacia el exterior.
En estas celdas químicas se producen dos procesos. Primero, la conversión de electricidad en energía química y después, la conversión de energía química en electricidad nuevamente para que pueda ser utilizada cuando sea necesario.
Características de un acumulador de energía
- Material: las baterías utilizadas en los sistemas fotovoltaicos suelen estar fabricadas por sistemas de ión litio.
- Capacidad: es la cantidad de energía que pueden suministrar en determinadas condiciones de trabajo. Se expresa en amperios-hora (Ah).
Esta capacidad representa la cantidad de energía que es capaz de suministrar la batería tomando como valor de referencia una intensidad de 1 A suministrada durante una hora.
La capacidad varía con la temperatura: aumenta a mayor temperatura y disminuye a muy bajas temperaturas.
- Nivel de tensión: la tensión de las baterías suele situarse entre 2 V y 12 V, aunque es posible conseguir cualquier valor de tensión mediante las conexiones serie-paralelo oportunas.
Es importante mencionar que para conseguir una vida útil adecuada las baterías no deben descargarse totalmente. La cantidad en porcentaje que se descarga se conoce como profundidad de descarga. Cuantos menos profundos sean los procesos de descarga, mayor será la vida útil del acumulador. Para controlar este nivel de descarga se usan los reguladores.
- Según la tecnología de fabricación pueden ser:
b) Baterías estacionarias: para instalaciones cuyo consumo es medio-alto. Se pueden usar diariamente y tienen un rendimiento muy óptimo.
c) Baterías de gel: idóneas en instalaciones de tamaño medio o grande donde se necesita una potencia elevada durante periodos de tiempo largos.
d) Baterías AGM: recomendables para pequeñas instalaciones como el autoconsumo en autocaravanas. Tienen una vida útil que oscila entre los 5 y 10 años.
e) Baterías de litio: las más duraderas y con tiempos de carga muy rápidos. Se pueden utilizar en cualquier instalación sin necesidad de mantenimiento.
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Con las baterías ocurre lo mismo y hay que analizar cada caso. No obstante, vamos a compartir cuáles son los factores que se analizan para decidir las baterías que una instalación fotovoltaica necesita:
- La cantidad de energía que consumes: es importante que en este estudio se incluyan los meses de menor irradiación solar (suelen ser los de invierno) porque es entonces cuando necesitarás usar más las baterías.
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Recuerda que las placas fotovoltaicas también absorben energía solar en invierno pero, si hay menos horas de luz, también hay menos radiación solar. Por ello, el rendimiento disminuye al 20 % de la capacidad normal. No obstante, la energía que reciben las placas es igualmente útil y, lo más importante, es más que suficiente para que la instalación pueda funcionar a pleno rendimiento, como en cualquier otra época del año. Además, gracias a estos sistemas de acumulación de energía, te aseguras tener electricidad de origen renovable en tu hogar y maximizar la instalación de autoconsumo.
- El tamaño de la propia instalación: si es de tipo residencial para el autoconsumo y se han colocado, por ejemplo, 12 paneles de 340 W, es recomendable una batería de 2,5 kW de potencia.
- El voltaje de la batería: generalmente se pueden encontrar baterías de 12 V, 24 V y 48 V
| 12V | Adecuadas para potencias de 1 kW y consumos mensuales de menos de 100 kWh. Es decir, consumos ocasionales y bajos, como segundas residencias o casas de campo. |
| 24V | Consumos elevados, entre los 100 y los 150 kWh, con potencias entre 1 y 5 kW. |
| 48V | Consumo de grandes instalaciones fotovoltaicas. |
Por otro lado, la capacidad es la cantidad de energía que puede guardar. A la hora de elegir, como primero se habrá realizado un estudio, ya se sabrá de cuánto es el consumo de la instalación y cuánta energía se necesita almacenar.
Pero ¿de qué depende la capacidad de una batería? Principalmente del tiempo y la velocidad de descarga, unos datos visibles en las etiquetas de la misma.
- Tiempo de descarga: es un número que empieza con una "C" y que marca las horas necesarias para su descarga.
- Corriente de descarga: es la capacidad o caudal de suministro de la batería y se expresa en amperios por hora.
¿Cuánto vale un acumulador de placas solares?
El precio depende de las características técnicas, pero puede oscilar entre los 1.500 y los 2.000 €. Si la potencia es muy alta, puede alcanzar los 5.000 €. Lo mejor es siempre pedir consejo a un profesional.
¿Cuánto dura un acumulador de energía solar?
Por otro lado, la vida útil depende del número de cargas y descargas de la batería. Es decir, tiene más importancia la frecuencia de uso que el tiempo en el que las baterías están trabajando. Hay modelos que duran unos 10 años y otros, hasta 20. Y cuando pidas asesoramiento a un especialista, seguro que también te dará consejos sobre cómo hacer un buen uso para que te dure más tiempo y lo más importante, en buen estado.
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