El radiador de aceite, o de fluido, es una de las posibilidades más utilizadas para calentar tu piso, casa o local. ¿Quieres saber si te interesa instalarlo? En este artículo, te damos todas las claves sobre su funcionamiento, consumo y comparamos distintas opciones. Sigue leyendo...
¿Cómo funciona un radiador de aceite?
Lo primero que hay que decir al explicar cómo funciona el radiador de aceite es que este es un nombre genérico. En realidad, el denominado aceite es un fluido que está dentro del radiador y que se calienta progresivamente hasta alcanzar una temperatura determinada.
La principal diferencia con respecto a otros radiadores es que el fluido (líquido específico o gel) es el que calienta el exterior del aparato. Este sistema de convección natural de contacto del radiador con el aire distribuye de forma homogénea el calor por todo el radiador, sin dejar partes sin cubrir. El resultado, pues, es que caliente con garantías y que el calor se mantenga durante más tiempo.
Existen numerosos radiadores de aceite, de tamaños y potencia variable, dependiendo de las características de la instalación. Eso se tiene que valorar al elegir uno.
Radiadores de aceite de bajo consumo: ¿Realmente ahorran?
Los radiadores de aceite, por lo general, tienen unas características que favorecen un consumo moderado. ¿Cuáles son los elementos que ayudan a ahorrar en la factura de la luz? Más allá de la tarifa que contrates, destacamos estos puntos:
1. Uniformidad
El calor en un radiador de aceite de bajo consumo se distribuye de forma uniforme por todo el aparato. Esto implica que la calidad del calor que se desprende será mayor y que se aprovechará bien todo el espacio del radiador. Un factor de ahorro del consumo a medio y largo plazo es este. No en vano, lo que sucede en otros radiadores de tipo eléctrico es que el calor, a veces, no se concentra igual.
2. Radiador de aceite: retención del calor
Una forma de ahorro es tener menos tiempo encendido el radiador. Los radiadores de aceite tienen la ventaja de que el calor se retiene durante más tiempo. Por lo tanto, una vez que lo enciendes y que esté a pleno rendimiento, puedes apagarlo y aprovechar el calor residual durante varios minutos. Si sabes cuánto tiempo vas a utilizar el radiador y, además, lo puedes programar, es un beneficio doble para ti.
3. Mantenimiento económico
El mantenimiento de los radiadores puede encarecer o abaratar la energía. Y una ventaja de la mayoría de los radiadores de aceite es que son fáciles de limpiar y de mantener, porque no están pegados a la pared. En consecuencia, esta es otra manera de ahorrar a largo plazo. Basta, muchas veces, con pasar un trapo de vez en cuando.
4. Ajuste de la temperatura
El ajuste de la temperatura es esencial para gastar menos dinero. Y esto es algo que incluyen la mayoría de los radiadores de aceite: en primer lugar, por los termostatos que permiten ajustar la temperatura de cada aparato; además, algunos modelos también incorporan la posibilidad de programar el uso de los mismos. Todo esto ayuda a optimizar el gasto y a reducir el consumo, sin renunciar por ello al confort.
5. Modos ECO
Existen aparatos que incluyen un modo ECO automatizado, sin más complicaciones. Esto es interesante porque, a medio y largo plazo, se generará un ahorro importante. El reajuste o el uso de una temperatura fija hace que gastes menos energía y reduzcas el nivel de emisiones contaminantes.
6. Portabilidad
La portabilidad es otra de las ventajas que tiene un radiador de aceite de bajo consumo. Si vives solo, o si la vivienda es pequeña, puedes trasladar el radiador de lugar y, con eso, ahorrar los costes de la instalación de varios aparatos. Por lo tanto, hay una bajada de consumo importante porque no duplicas las compras.
¿Cuál es el mejor radiador de aceite para tu hogar?
Existen numerosos tipos de radiadores de aceite para tu hogar. Antes de elegir, tienes que pensar en aspectos como la potencia, las dimensiones de la estancia, si lo quieres portátil o no y la retención del calor. Aquí te indicamos cuáles son los principales tipos que existen en el mercado; toma nota:
1. Aigostar portátil
El Aigostar portátil, por relación calidad precio, es uno de los radiadores de aceite portátiles de referencia en el mercado. Cuenta con una potencia de 2.300 W, función ECO, 11 elementos diferentes y programación con mando a distancia. Todo esto ayuda, no solo a calentar tu estancia, sino a evitar un consumo excesivo. Para una habitación o un salón comedor de un piso es suficiente.
2. De'Longhi EW7707CM
De´Longhi es uno de los referentes mundiales en fabricación de electrodomésticos. Aquí hablamos del modelo de radiador de aceite EW7707CM por diversas razones. En primer lugar, porque sus 800 W de potencia son ideales para habitaciones pequeñas. El segundo punto es que incluye termostato, controles automáticos y función ECO para optimizar el consumo. Y, para finalizar, porque tiene una buena relación calidad precio; no ha de extrañar que sea uno de los radiadores más vendidos del mercado.
3. Orbegozo RF 2000
El radiador de aceite portátil Orbegozo RF 2000 es otra de las alternativas si quieres conjugar potencia con buenas prestaciones: en este caso, tiene 2.000 W y, además, cuenta con termostato fácilmente ajustable y programable. Existe también la variante RF 2500 que ofrece mayor potencia, si la necesitas para estancias más grandes.
4. ReadyWarm 9000 Space
Existen otras opciones si buscas precio por encima de otras cuestiones, sin renunciar a unas mínimas prestaciones. Y, concretamente, esta es una opción para habitaciones pequeñas. El modelo portátil ReadyWarm 9000 Space tiene 2000 W de potencia divididos en 3 niveles distintos (800 a 2000 W). Además, incluye programación automática, ruedas y sistemas de seguridad reforzados para evitar los sobrecalentamientos.
Mantenimiento y uso eficiente del radiador de aceite
Con independencia del radiador de aceite que elijas, sí hay unas pautas interesantes para asegurarte un mantenimiento y uso eficiente del mismo. Echa un vistazo:
- Termostato ajustado a la temperatura: el termostato sirve para ajustar la temperatura a lo necesario. Recuerda que las recomendaciones de la Administración para una estancia es de entre 19 y 21 º, en ningún caso más de 23º. Por lo tanto, ajusta el termostato a ese objetivo.
- No encender si no es necesario: los radiadores de aceite, a diferencia de otros, retienen el calor durante más tiempo. De manera que no lo mantengas encendido más tiempo del estrictamente necesario. En este sentido, tienes que aplicar las mismas buenas prácticas de consumo que recomendamos para el aire acondicionado o la calefacción en general.
- Limpiar de vez en cuando: una de las ventajas de los radiadores de aceite es que son fáciles de limpiar. Básicamente, con un trapo húmedo puedes hacerlo cuando veas que es necesario. Así evitarás problemas en la conductividad del calor, porque no habrá polvo ni impurezas.
- Seguir las indicaciones del fabricante: los fabricantes hacen unas indicaciones de uso y mantenimiento que conviene leer cuando compras el radiador. Así evitarás averías o minimizarás sus efectos, alargando su vida útil. Leer el manual puede ser muy útil para evitar malos entendidos o un uso que sea perjudicial para sacarle el máximo partido al radiador.
Saber cómo funciona el radiador de aceite, como puedes ver, tiene muchas ventajas y, bien utilizado, ayudan a ahorrar energía. Además, puedes apostar por una tarifa eléctrica fija para evitar los sustos cuando toque pagar los recibos. En Naturgy te ayudamos con ello. ¡Únete con nosotros a las #BuenasEnergías!