La climatización de los hogares tiene un peso importante en la factura eléctrica. No podemos prescindir de ella porque nos aporta confort a la hora de estar en casa tanto en verano como en invierno, pero sí podemos ahorrar si tenemos en cuenta cuánto consume un aire acondicionado y cómo podemos utilizarlo de forma más eficiente.
Si ya tienes un aparato de este tipo en casa, o estás valorando su instalación, presta atención para estar al tanto sobre cuántos vatios consume un aire acondicionado y qué implica esto en la factura de la electricidad.
El consumo de los electrodomésticos y demás aparatos conectados a la red eléctrica lo medimos en kilovatios hora. Cada kilovatio o kWh equivale a 1.000 vatios a la hora.
El consumo de cada aparato de climatización depende del tipo de que se trate. En líneas generales, un sistema de aire acondicionado centralizado consume de 3.000 a 3.500 vatios por hora. En el caso de las unidades que cuentan con un split exterior, el consumo medio oscila entre 900 y 1.440 vatios por hora.
Los aparatos que más consumen son los aires acondicionados portátiles, cuyo consumo se dispara a entre 2.900 y 4.100 vatios por hora. Por eso, aunque estos sean más baratos, a la larga te sale más económico invertir en la compra e instalación de un aire acondicionado fijo.
No te podemos dar una cifra exacta sobre cuánto consume un aire acondicionado en kilovatios hora, porque depende de otros factores como la clasificación energética que tenga el aparato que utilizas, las frigorías, la climatología del lugar en el que resides, y el uso que haces de la climatización.
Ocurre lo mismo que con un horno. Aunque podemos saber cuál es su consumo en kilovatios hora mirando su ficha técnica, para saber cuánto nos va a costar realmente hacer uso de este electrodoméstico, tendremos que prestar atención a la forma en la que lo utilizamos.
Como decíamos antes, no es fácil saber cuánto gasta un aire acondicionado al mes. Para poder determinar el precio hay que prestar atención a estos factores.
Lógicamente, el peso del aire acondicionado en tu factura eléctrica va a ser mayor durante los meses de julio y agosto que en otros meses como mayo o junio. No solo porque cuanto más calor hace más lo vas a usar, sino porque a mayor temperatura exterior, más tiene que trabajar el dispositivo para enfriar el aire antes de soltarlo en la estancia.
Otro factor a tener en cuenta es el lugar de residencia. Cuando se trata de cuánto gasta un aire acondicionado en euros, no podemos comparar el gasto de una persona que tiene una vivienda en Galicia con el de otra que reside en Sevilla.
Hay aparatos más o menos eficientes. Aunque todas las marcas están trabajando para mejorar su eficiencia, sigue habiendo algunas que destacan sobre el resto, con dispositivos que son capaces de refrescar las estancias con un consumo muy bajo de energía.
Es la cantidad de electricidad que hace falta para que el aparato de aire acondicionado funcione de manera continuada. Esta información la vas a ver reflejada en su ficha técnica, en el apartado dedicado a los vatios (W).
Las facturas de electricidad miden el consumo en kilovatios por hora (kWh), así que hay que dividir la potencia eléctrica entre 1.000. De esta forma, si tienes un aparato de climatización que consume entre 500 W cuando está funcionando al mínimo y 1.500 W cuando funciona al máximo, esto significa que el consumo por hora se mide entre 0,5 kWh y 1,5 kWh.
Para que el consumo eléctrico sea lo más ajustado posible, es importante calcular bien la potencia necesaria antes de elegir entre un aparato u otro. Y para acertar con la potencia tenemos que partir de la base del tamaño de la estancia a climatizar.
Normalmente, son necesarias unas 150 frigorías por cada metro cuadrado a refrigerar, pero esto puede variar en función de si la habitación recibe o no mucho sol. Por ejemplo, si es una habitación de 10 metros cuadrados que no recibe mucho sol, nos puede valer con un aparato de 1.750 a 2.250 frigorías. Por el contrario, si la habitación está expuesta a muchas horas de sol, la elección idónea se mueve entre las 1.750 y las 3.000 frigorías.
Los aparatos de aire acondicionado se clasifican según su potencia térmica, que es la que nos dice la cantidad de frío o de calor que son capaces de producir.
Lo habitual es que la potencia térmica venga indicada en kilovatios. Pero también podemos encontrar la potencia térmica expresada en unidades térmicas británicas por hora (BTU/h). Si quieres hacer la conversión a kilovatios, multiplica las BTU/h por 0,293 y divide el resultado por 1.000.
Aquí tienes algunos consejos útiles que te permitirán hacer un consumo más eficiente de tu aparato de climatización sin tener que renunciar al confort térmico en tu hogar o lugar de trabajo.
La primera clave es acertar con la potencia y las frigorías, como decíamos antes, pero también escoger un modelo que tenga una buena eficiencia energética.
Los aparatos con clasificación energética A o superior son más caros que otros menos eficientes. Pero consumen mucha menos energía y, por eso, puedes amortizar rápidamente esa inversión extra que has hecho, a través de lo que ahorras en tu factura de la luz. De manera que el primer paso para ahorrar es encontrar una solución integral de aire acondicionado que se ajuste a tus necesidades.
Uno de los factores que más influyen en cuánto consume un aire acondicionado, es la temperatura a la que lo ponemos. Un tema que, además, suele ser fuente de discusiones en casa y en la oficina.
Lo ideal para que todo el mundo se sienta cómodo y el aparato no realice un consumo excesivo, es mantener la temperatura entre los 22º y los 26º C. Por cada grado que bajamos la temperatura de los 20 °C, estamos contribuyendo a que nuestra factura eléctrica sea entre un 6% y un 8% más elevada.
Además, ten presente que una diferencia de más de 12º C entre la temperatura interior y la exterior puede suponer un riesgo para tu salud.
Lo bueno de los aparatos de aire acondicionado es que su mantenimiento no resulta complejo, de hecho, lo podemos hacer nosotros mismos.
De forma periódica hay que revisar la unidad exterior y con ayuda de un cepillo suave retirar los restos de suciedad que puede haber en la parte delantera y en la posterior. Aprovechamos esta tarea para revisar que las entradas de aire y los tubos de desagüe no estén obstruidos.
Para limpiar la unidad interior podemos utilizar un paño ligeramente humedecido con agua y un limpiador neutro, y luego secar bien. Además, es necesario limpiar el filtro y cambiarlo cuando esté muy desgastado.
Así nos aseguramos de que el aire circula bien dentro del circuito y de que el aparato no tiene que hacer un esfuerzo extra y consumir más energía para enfriarlo a la temperatura que deseamos.
Los modelos más novedosos cuentan con Wifi y se pueden manejar de manera remota desde el móvil. Así, puedes encenderlo un poco antes de llegar a casa, o apagarlo si has salido y no te has dado cuenta de que se quedaba encendido.
Esto, junto con la programación del dispositivo para que se encienda y se apague a unas determinadas horas, también te puede ayudar a ahorrar.
Para calcular el consumo del aire acondicionado tienes que multiplicar los kW del aparato por las horas que está encendido. Por ejemplo, si tu dispositivo tiene un consumo de 2 kW y lo dejas encendido durante seis horas al día, el consumo diario será de 12 kWh por día.
Ahora revisa a cuánto estás pagando el kilovatio con tu compañía y ya puedes terminar de hacer el cálculo.
A mayor eficiencia del aparato de aire acondicionado, menos potencia necesitará este para que la estancia alcance la temperatura deseada. Por eso, los dispositivos con clasificación energética A y superiores son los que más ahorro consiguen.
Cómo has comprobado, cuando se trata de cuánto consume un aire acondicionado, hay muchos factores que pueden influir. Lo que también es importante es la tarifa eléctrica que tienes contratada. Si este verano quieres disfrutar del fresco en tu hogar sin preocuparte por la factura de la luz, descubre ahora nuestras tarifas.
