Aunque no es el electrodoméstico de casa que más electricidad gasta, seguro que quieres saber cuánto consume una lavadora. Cada vez que la pones en marcha, tienes en tus manos la posibilidad de reducir el gasto energético y, de paso, alargar su vida. Piensa que lo más sostenible es cuidarla para así renovarla solo cuando ya no queda más remedio. Con estos consejos puedes ahorrar en la factura de la luz y ser más sostenible en tu día a día.
Es importante señalar que el gasto de energía de una lavadora depende de diversos factores. El momento del día en el que la pones en marcha influye, pero solo si tienes una tarifa con discriminación horaria en la que se distinguen tres periodos entre horas punta, llano y valle.
Por eso, más allá de este factor, lo que marca la diferencia y aumenta la eficiencia energética del aparato son otro tipo de decisiones, como la temperatura que escoges para el lavado o la duración del ciclo. Enseguida saldremos de dudas, pero antes repasemos algunos datos.
En un hogar, la lavadora representa el 11,8 % del gasto de todos los electrodomésticos y el 3 % del consumo eléctrico total de una casa.
Basándonos en que la lavadora se utiliza unas 30 horas al mes, eso supone un gasto de 20,5 kWh mensuales. Si los ciclos de lavado duran 60 minutos, eso representaría unas 30 lavadoras, pero ten en cuenta que es una cifra aproximada porque, como veremos a continuación, no todos los programas duran lo mismo.
Fuente: Red Eléctrica de España
Al año, se estima que el consumo medio de la lavadora es de 245 kWh, lo que supone un gasto aproximado de 70,56 euros anuales, según IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía).
Ya hemos señalado que hay muchos factores que interfieren en esta respuesta, desde la capacidad de carga de ropa, los ciclos de lavado o la temperatura del agua.
Cuando ya sabes cuántos kW consume una lavadora y quieres reducir el gasto energético, solo hay una forma de hacerlo: poniendo en práctica algunos consejos cada vez que la enciendas.
A continuación te compartimos los más importantes y, de paso, desmontamos algunos mitos que circulan sobre este aparato.
Seguro que has oído alguna vez que la ropa solo se limpia bien con agua caliente, pero lo cierto es que no siempre es así. De entrada, hay tejidos que no soportan bien las altas temperaturas y, a menos que se trate de manchas muy profundas, el agua fría es suficiente para eliminarlas. Primer mito desmontado.
Además, calentar el agua de la lavadora representa entre el 80 y el 85 % de su consumo eléctrico. Piensa que se necesita una gran cantidad de energía para calentar el agua por encima de los 40 ºC, un proceso que suele hacerse utilizando resistencias de un alto voltaje y amperaje para que se caliente en pocos segundos.
Si quieres ahorrar energía y reducir tu factura de la luz, intenta utilizar más programas fríos en tus lavados diarios si la ropa no está muy sucia.
Es común pensar que, cuanto más tiempo esté funcionando la lavadora, más limpias saldrán las prendas. De nuevo, estamos ante otro mito, ya que si no hay manchas de suciedad difíciles de quitar, los programas largos no son necesarios. Estos gastan más que los programas de 15, 30 o 45 minutos que, por su parte, resultan más que suficientes para las coladas del día a día.
Mientras que en los ciclos cortos y con agua fría se consume aproximadamente entre 0,5 y 1,5 kWh, un ciclo de lavado en caliente puede gastar entre 1,5 y 3 kWh.
Aunque tarda más tiempo en completar el ciclo de lavado, eso no quiere decir que el programa ECO gaste más energía. Todo lo contrario. Según la OCU, se reduce el consumo de electricidad en un 33% en comparación con un ciclo de lavado normal, y el gasto de agua también disminuye un 36%.
Aunque no lo parezca, este factor puede influir en el consumo de la lavadora. Al comprar este electrodoméstico, fíjate en la cantidad recomendada por el fabricante para la dosificación del detergente. Intenta no superarla para evitar el exceso de espuma que hace que la lavadora tenga que trabajar más y aumentar el gasto energético
No la cargues en exceso, pues eso tampoco es beneficioso. Lo ideal es que haya medio palmo de espacio entre la ropa y el “techo” del tambor, aproximadamente.
¿Sabías que un 80 % de la energía que consume tu lavadora se gasta en el ciclo del lavado? El aclarado y el centrifugado no consumen tanta. Por eso es importante seleccionar los programas adecuados.
Aunque no es la parte que más energía requiere, si quieres potenciar el ahorro y el clima de tu localidad te lo permite, piensa en evitar el centrifugado. Si vives en lugares húmedos o con lluvias frecuentes, es normal que lo uses para que la ropa salga lo más seca posible, pero secar la ropa al sol es el mejor truco para ahorrar energía.
Asimismo, intenta no dejar las prendas mucho tiempo en la lavadora al terminar el ciclo. Eso hace que se arrugue más y se vuelve inevitable planchar. Si la tiendes a tiempo, no gastarás tanta electricidad planchando.
Además de estos consejos, el punto más importante para ahorrar energía es tener una lavadora eficiente. Recuerda que la etiqueta energética te muestra esta información a través de una escala que va de la A a la G, siendo la A la más eficiente y, por lo tanto, la que menos energía consume. Sin embargo, no solo hay motivos económicos para escoger estos electrodomésticos. Recuerda que cuanto más eficientes, más responsables son con el planeta.
Saber cuánto consume tu lavadora te ayuda a entender qué puedes hacer mejor a la hora de ponerla en marcha. Y como eso es algo que hacemos muy a menudo en nuestros hogares, quédate con estos consejos para intentar cuidarla al máximo, evitando averías y reduciendo el gasto energético.
#BuenasEnergías por ti y por el planeta en cada lavado.
