Gracias a las últimas tecnologías, se ha mejorado la eficiencia de los lavavajillas para reducir su consumo energético y hacerlos sostenibles. Pero, aun así, puede que al ponerlo en marcha te preocupe si este aparato gasta mucha luz. En ese caso, lo mejor es que salgas de dudas y pongas en práctica algunos consejos para hacer un buen uso y reducir el consumo eléctrico. Por ti y por el planeta.
Hay personas que no están convencidas de incorporar este aparato en sus cocinas, ya que temen que la factura de la luz se incremente. De hecho, solo se encuentra en el 53% de los hogares. Sin embargo, ¿qué hay de cierto en ello?
Como siempre, el consumo de energía de un lavavajillas depende de varios factores, desde la eficiencia energética que te indica la etiqueta del aparato hasta el programa que utilizas o la frecuencia de uso. Antes de explicarte algunos consejos para ser más eficiente, estos son los datos que son importantes para ti:
Lo que parece estar claro a estas alturas es que es mucho más sostenible el lavavajillas que lavar los platos a mano. Estudios como el de la Universidad de Bonn (Alemania) explican que con este electrodoméstico consumimos un 50% menos de agua y un 28% menos de energía.
Como siempre, cogeremos valores aproximados para hacer el cálculo, porque el resultado depende de la marca, el modelo o el programa que escoges.
Pongamos que un lavavajillas de unos 1.500 W tarda 120 minutos en completar su programa. La energía consumida será de 1,5 kWh. Si cogemos el precio medio del kWh del día 17 de julio de 2023, 0,1526 €/kWh, esto se traduce en 13,73 euros por lavavajillas.
Si te preguntas si se puede reducir el gasto energético de este electrodoméstico, la respuesta es sí. Como en Naturgy queremos ayudarte a gestionar de forma eficiente la energía de tu hogar y a ahorrar en la factura de la luz, hemos recopilado estos consejos.
Es verdad que hay muchos modelos en el mercado, pero si estás indeciso, un criterio a seguir es la eficiencia del lavavajillas. Fíjate en la etiqueta y prioriza los que han sido catalogados con una A, pues son los más eficientes y los que menos consumen.
Según una calculadora de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en la que hemos añadido variables como el número de ciclos por semana (siete), la frecuencia de uso (siete veces a la semana) y la clase energética:
El estudio de la Universidad de Bonn que antes hemos mencionado también concluye que un 20% de los ciclos de lavavajillas se hace con las canastas a medio llenar. Y nos recuerda que, si queremos ser más eficientes energéticamente hablando, eso no es lo mejor.
Si tienes el lavavajillas medio vacío y necesitas ponerlo en marcha, usa la función de “media carga”.
Como ocurre con otros electrodomésticos como la lavadora, el lavaplatos gasta mucha energía en calentar el agua. Lo cierto es que no siempre necesitas el agua a temperaturas muy elevadas; todo depende del tipo de vajilla y de lo sucia que esté.
Además, algunos modelos incluyen sensores que detectan la cantidad de suciedad en el agua evacuada y te indican si es necesario subir la temperatura. Si de entrada ya sabes que no hace falta que el agua esté demasiado caliente, lo ideal es que ajustes tú la temperatura del lavado a 40 °C antes de poner en marcha el aparato.
Si todavía dudas de la eficiencia del programa ECO, los estudios como los que realiza la OCU lo dejan claro: la factura de la luz se puede reducir en un 20,1% con esta opción. También gasta un 16% menos de agua.
¿Sabías que ECO viene de económico y no de ecológico? El motivo es que con este programa hay un ahorro en gasto de energía y agua. De todas formas, eso hace que también sea bueno para la ecología. Si quieres potenciar todavía más la sostenibilidad en tu hogar, acuérdate de usar productos biodegradables y de cargar el lavavajillas al completo.
La mayoría de los lavavajillas ofrece la opción de secado por aire sin calentar los platos. Según el estudio alemán citado anteriormente, eso puede suponer un ahorro de 0,2 kWh por ciclo. Quizá crees que no es mucho, pero si estás buscando formas de ahorrar en tu factura de luz, todo suma. Si no tienes esta opción, siempre puedes detener el lavado antes del ciclo de secado y luego, simplemente, abre la puerta para secar los platos al aire
A menos que haya muchos restos de comida (que pueden obstruir el filtro del lavavajillas) no es necesario pasarlos por debajo del grifo y lavarlos manualmente. Eso solo incrementa el gasto de agua. El lavavajillas usa entre 10 y 16 litros por ciclo, mientras que lavar a mano 12 juegos de vajilla puede suponer, de promedio, un gasto de 130 litros de agua.
Lo primero que se nos pasa por la mente al hablar del lavavajillas es la comodidad que nos ofrece. El tiempo que ahorramos nos permite dedicarnos a otras cosas mientras ese aparato deja nuestra vajilla como nueva.
Saber utilizarlo es clave y con estos consejos esperamos haberte ayudado a resolver tus dudas. Recuerda que tienes más ideas de ahorro energético en nuestra web.
