Aplicaciones reales de la energía geotérmica
Eficiencia energética 9 noviembre, 2016
Muchas veces escuchamos referencias a la energía geotérmica, pero ¿conoces realmente los principios y los fundamentos de este tipo de energía?
Clasificación de la energía geotérmica
Para entenderlo, resulta útil la clasificación realizada por la Plataforma Española de la Geotermia, que nos sirve para poder establecer una clasificación clara y adecuada que nos permita estudiar con criterio las distintas instalaciones:
- Recursos geotérmicos de alta temperatura (superiores a 150 ºC): Este tipo de energía se obtiene a través del aprovechamiento de yacimientos geotérmicos de alta temperaturas para la obtención de agua o de vapor de agua con presiones y temperaturas elevadas. Una vez aprovechada la entalpía contenida, el agua es devuelta al yacimiento para asegurar su sostenibilidad. En el caso de que se localicen zonas de alta temperatura, pero sin contenido de agua, puede recurrirse a la denominada “geotermia simulada“, que consiste en inyectar agua en la zona para ampliar de este modo la explotación de recursos.
- Recursos geotérmicos de media baja temperatura (30 – 150ºC): Se utilizan principalmente para proporcionar calefacción y agua caliente sanitaria en instalaciones particulares o colectivas. En este caso es necesario que las instalaciones se encuentren cercanas a los yacimientos geotérmicos.
- Recursos geotérmicos someros o de muy baja temperatura (menores de 30ºC): También conocidos como recursos geotérmicos someros, consiste en el aprovechamiento del calor que se genera bajo la corteza terrestre y el que absorbe el terreno a partir de la radiación solar que incide en el mismo.
Los recursos geotérmicos en España
Normalmente, cuando hablamos de aplicaciones geotérmicas en instalaciones de climatización, corresponden a los recursos geotérmicos de baja temperatura. En nuestro país, a excepción de algunas localizaciones concretas con zonas de actividad volcánica real o con yacimientos de agua termal, las aplicaciones geotérmicas de alta o media temperatura son escasas.
Las instalaciones geotérmicas que podemos encontrar más frecuentemente aprovechan la capacidad del terreno para mantener una temperatura constante a lo largo del año. Entre 15 y 20 metros de profundidad, la temperatura del subsuelo se estabiliza alrededor de los 17 ºC, independientemente de la época del año. Durante el invierno, la instalación aprovecha el calor de la tierra para los sistemas de calefacción. En verano, mediante circuitos de intercambio se cede el calor de los locales al terreno, refrescando así las estancias.
Se necesitan redes subterráneas en el terreno, dispuestas de manera horizontal o vertical que permitan un intercambio adecuado entre la temperatura contenida en el fluido que circula por las tuberías y el terreno que las circunda. En este tipo de instalaciones es importante conocer la conductividad térmica del terreno, ya que su composición geológica va a condicionar las propiedades térmicas del intercambio. Asímismo, será también importante estudiar, a la hora de proyectar el sistema de intercambio, la posibilidad de saturar térmicamente el terreno que puede inutilizar el intercambio geotérmico.
¿Qué te ha parecido este resumen de las aplicaciones reales de la energía geotérmica?