Pocos días después de la declaración del Estado de Alarma por la crisis sanitaria de la COVID-19, mi hija me llama gritando: “Mamá, mamá, ¡que el vecino es un superhéroe!”. Sin entender nada, llego justo a tiempo para ver el final de la noticia. Y ahí está. Antonio: el nuevo director del aún más nuevo Hospital “de campaña” de IFEMA. 5.500 camas, con más de 500 para la UCI. Un hospital levantado en 48 horas que ha permanecido abierto 40 días y que ha tratado a 3.812 pacientes. Todo un ejemplo de colaboración, de gestión y eficacia, símbolo nacional de la lucha contra el coronavirus y caso de éxito a nivel mundial.
Como él, yo también creo que saldremos juntos y por eso, me siento muy orgullosa de lo que ha hecho Naturgy: suministrar de forma gratuita energía al hospital de IFEMA y a 35 edificios medicalizados en toda España durante esta crisis.
Antonio Zapatero - Foto: Tribuna Independiente Una semana después del cierre del hospital, intento quedar con Antonio. Pero surge un “problema”. Le acaban de nombrar Viceconsejero de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, nuevo responsable de la lucha contra el coronavirus en la región más castigada. Tenemos que aplazar la charla porque ahora mismo su agenda no da para más. Me habría encantado preguntarle cuál cree que ha sido la clave del éxito de IFEMA, los mejores y peores momentos, qué cambiaría si pudiera volver atrás pero sobre todo, qué hemos aprendido y qué espera del futuro. Sin embargo, en estos momentos, Antonio tiene cosas entre manos infinitamente más importantes. Esperaremos tiempos más tranquilos para poder hablar.
Al lado de los sanitarios
Mientras tanto, pienso en lo que me han contado familiares que trabajan en el sector sanitario y que han sido movilizados durante los peores días de la crisis. La tía Mª Carmen, en IFEMA. Su hija Irene, en un hotel medicalizado en Madrid. Los primeros días hablaban de miedo, angustia y agotamiento. Después, de esperanza, de “bingos” improvisados para pacientes, de llamadas a familiares desde móviles de personal sanitario… De momento, ni Antonio ni Mª Carmen ni Irene se han contagiado. Pero Juani, Marta, Rubén, Eduardo, Isabel y otros tantos sanitarios que han estado luchando en primera línea, sí. Y es que España es el país del mundo con mayor tasa de sanitarios contagiados: un 20%.
Ahora que está pasando lo peor y que poco a poco podemos volver a disfrutar de la luz del sol, quiero pensar que no olvidaremos que somos vulnerables pero, sobre todo, que tenemos las herramientas y los medios para protegernos y construir entre todos una nueva realidad. Con responsabilidad y sin miedo, pero siendo conscientes de lo más importante: debemos estar preparados y sobre todo, preparar a los que nos tendrán que proteger. Y llegó Bansky
Hace unos días, apareció en el hospital de Southampton una nueva obra de Banksy: Game Changer. Por cierto, Bansky es, probablemente, el grafitero más conocido y a la vez más desconocido del mundo, no se sabe quién es. En el cuadro, un niño juega con su nuevo superhéroe: una enfermera con capa. Mientras, en una cesta, esperan su turno Spiderman y Batman. No es raro ver a sanitarios sacándose fotos delante del cuadro. Aunque yo creo que ellos son los verdaderos protagonistas y me gustaría que lo tuviesen claro.
Mucho se está hablando sobre los mensajes ocultos de esta obra. El primero, que se trata de un homenaje a los sanitarios que día a día se juegan la vida luchando contra el virus. El segundo, que es una crítica al gobierno de UK por utilizarlos como títeres en esta guerra.
Imagen Fox News: Sanitarios fotografiándose junto a obra de Banksy en el nivel C del Hospital General de Southampton, Inglaterra. Jueves 7 de Mayo 2020 (Andrew Matthews/PA via AP) Y una última reflexión
Lo que está claro es que mis hijas creen que Antonio es un superhéroe. Y entre nosotros, yo creo que también. Igual que Mª Carmen, Irene, Juani, Marta, Rubén, Eduardo, Isabel y todos los profesionales sanitarios que nos han protegido en esta crisis. Solo me queda una duda: ¿realmente llevan capa?
Pero eso, mejor se lo dejamos a Banksy.